Desde el inicio de la pandemia las profesiones del área de la salud se vieron enfrentadas a un nuevo panorama de atención, así como de rehabilitación. Para conocer la perspectiva desde la fonoaudiología, la académica del Departamento de Ciencias de Rehabilitación en Salud de la Universidad del Bío-Bío y funcionaria del Hospital Clínico Herminda Martín de Chillán, Colette Cid Martínez, reflexionó sobre las labores que realiza junto a otros egresados de la Universidad, el impacto del Covid-19 y el sello del fonoaudiólogo/a UBB, entre otros aspectos.
Pandemia
La docente y encargada de Prácticas en Fonoaudiología de la Facultad de Ciencias de la Salud y de los Alimentos explicó que forma parte de la Unidad Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital, donde se agrupan distintos profesionales ligados al proceso de recuperación, tales como fonoaudiólogos/as, kinesiólogos/as, terapeutas ocupacionales, psicólogos/as y fisiatras.
Colette Cid sostuvo que este periodo de pandemia les ha planteado muchos desafíos a nivel de equipo. “En un primer momento, donde Chillán se vio afectado por un alto números de contagios, se debió suspender las atenciones presenciales de nuestros usuarios, sin embargo, rápidamente realizamos los ajustes necesarios para trabajar en conjunto con la Unidad de Telemedicina del Hospital y comenzar así a atender mediante esta modalidad durante todo el año 2020”.
Asimismo, la emergencia ha generado una enorme necesidad de la fonoaudiología en las unidades críticas del país, aseguró la profesional titulada por la Universidad de Chile. Lo anterior, se debe principalmente a que el fonoaudiólogo/a es parte fundamental del tratamiento del paciente Covid-19 durante todo su periodo de hospitalización y alta médica. “Debemos recordar que el uso de la ventilación mecánica, es un abordaje invasivo, pero absolutamente necesario para los pacientes graves con este virus. El ventilador requiere de un tubo que se coloca a través de la boca y que pasa por diferentes estructuras (faringe, laringe y tráquea), las cuales son fundamentales para el habla, la fonación y la deglución”.
El fonoaudiólogo/a también acompaña el proceso de rehabilitación periódico de estos pacientes graves, para poder así sacarlos cuanto antes de esa situación, sostuvo. Posterior a esta etapa, sigue un trabajo arduo para recuperar las funciones perdidas, por lo que se realiza una atención diaria buscando que cuanto antes este paciente logre comunicarse y alimentarse. “Una vez que es dado de alta contamos con otros colegas que trabajan en atención domiciliaria, la cual permite que cada uno de estos usuarios sean atendidos en su hogar hasta que logren alimentarse sin riesgo de aspiraciones que puedan significar una nueva hospitalización y evidentemente recuperar su habla y voz”.
En un ámbito más emocional y personal, el trabajo que les toca como profesionales, pero más aún en pandemia, significa una enorme carga, explicó Colette Cid, quien recuerda que hay muchos casos de pacientes con Covid-19 que han sido conmovedores, ya sea porque han sido muy jóvenes en estados muy graves o pacientes mayores que han tenido toda la fuerza y resiliencia para salir adelante.
La profesional de la salud comentó que este nuevo panorama genera soledad en los pacientes, por lo que han creado diversas vías para que exista una mejor comunicación con los usuarios y sus familias, por ejemplo, “tener una ficha muy personal de cada persona hospitalizada, algo que permita realizar un acercamiento más íntimo y respetuoso; preguntarles por sus hijos, mascotas, hobbies y oficios, entre otros”.
Sello UBB
Como supervisora de práctica, junto a sus colegas Paulina Valenzuela, Yazmín Luengo y Jennifer Lastra, “siempre nos hemos esforzado por que los internos de fonoaudiología UBB, tengan una aproximación integral en la atención clínica de un hospital de alta complejidad, como se ha ido conformando en HCHM en el tiempo”. Además, “como académica me consta que siempre se ha intentado dar la mayor cantidad de herramientas para su buen desempeño y ello ha significado que la experiencia a la fecha ha sido muy buena, de hecho, de los 12 fonoaudiólogos que se desempeñan actualmente en el hospital 8 de ellos son fonoaudiólogos UBB”.
Respecto al sello de la fonoaudióloga/o UBB, la profesional de la salud destacó el compromiso social y la capacidad de empatía que logran desarrollar con los usuarios. Asimismo, se generan grupos de profesionales con una ética destacable, enormes ganas de aprender y compartir este conocimiento. “Es decir, es un grupo con competencias cognoscitivas, procedimentales y actitudinales necesarias para adosarse a cualquier equipo de trabajo. Como Unidad fonoaudiológica hemos sido destacados en el Hospital por la rigurosidad y proactividad en generar nuevas acciones profesionales que logren mejorar aún más la calidad de vida de nuestros usuarios”.
Dentro de la continua formación, la académica explicó que desde el 2018 se realizan las Jornadas de Fonoaudiología, en las cuales cada año se han abarcado distintas temáticas contingentes que nos permitan un mejor desempeño profesional, es por ello que este año se llevarán a cabo bajo la temática “Manejo y rehabilitación integral del usuario con vía aérea artificial”, “actividad que esperamos contribuya con el aprendizaje de los colegas y estudiantes de la Región”.