La tonada chilena fue el tema del conversatorio organizado por el Área de Grupos Artísticos de la Dirección de Extensión de nuestra Universidad, en el maro del Día Internacional del Folclore. La actividad tuvo como relatores al profesor José Ortiz Sepúlveda y al compositor Enrique Cruces Neira.
El profesor José Ortiz Sepúlveda, quien actualmente investiga sobre las andanzas de la cueca, expuso que la tonada en el centro sur de Chile, es una composición métrica para ser cantada y de importancia social. Ésta llega a Chile en el tiempo de La Conquista a través de cantores o músicos de bandas militares españolas que llegaban a estas tierras desde Lima, Perú. “Podemos afirmar que la lírica hispánica incrementada con aportes peruanos, chilenos y argentinos, comienza a florecer en Chile a mediados del siglo XVIII y ya tempranamente se le reconoce como una de las posesiones más queridas en la tradición musical chilena”, agregó.
En su relato recordó que así también lo señaló Margot Loyola, quien afirmó que la tonada en la segunda mitad del siglo XVIII constituye un género musical chileno de importancia y pasa a ser la expresión representativa del canto popular femenino en Chile. Asimismo, indicó que la cantora es el personaje fundamental para animar fiestas o jornadas de dolor y que no solo se limitaba a cantar, sino que realizaba distintas actividades artesanales y sociales.
“A la cantora le debemos que se haya mantenido la tonada y la cueca por tanto tiempo en nuestra zona central. Su compañera natural ha sido la guitarra a través de todos los años acompañada de otros instrumentos, pero siempre marca los ritmos y sones para el canto de la tonada, es así como cada cantora tiene rasgueos propios y diferentes”, explicó el profesor Ortiz.
Por su parte, el compositor, gestor cultural e investigador, Enrique Cruces Neira, abordó la importancia de los/as autores de tonada, sobre todo, porque son quienes rescatan lo más auténtico del pueblo chileno en sus lenguajes, faenas, modos de vida, paisajes, etc.
Igualmente, aseveró que la identidad de las cantoras/es es única, dado que la persona que compone tiene identidades en la versatilidad de las tonadas. Por ejemplo, en mis composiciones tengo el respeto por lo tradicional, por el legado que vamos dejando, señaló.
La actividad finalizó con la tonada Adiós, corazón, adiós, interpretada por el Conjunto de Cantos y Danzas Tradicionales de la Universidad del Bío-Bío.