El Observatorio Laboral Biobío del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) dio a conocer los resultados del primer “Estudio de brechas ocupacionales en la banca chilena: cambio tecnológico y nuevos actores», que tuvo como objetivo identificar y describir la evolución del sector como consecuencia de la tecnologización y digitalización de sus actividades, conocer los cambios en sus procesos y productos e indagar en sus actuales requerimientos ocupacionales y el desafío que ha implicado la llegada de nuevos actores empresariales.
La presentación estuvo moderada por el director de Sence Región del Biobío, Óscar Aliaga, y contó con la presentación del estudio a cargo del director del Observatorio Laboral Biobío, Luis Méndez, y al analista Esaú Figueroa.
La investigación nació como forma de llenar un vacío de información en un sector fundamental de la economía nacional, cuya labor es relacionar a los sectores productivos y de servicios con las necesidades de los consumidores y las empresas, aportando a los flujos financieros que el país demanda. Un sector que, tal como otros, está experimentando importantes transformaciones derivadas de la más reciente revolución tecnológica, señaló el director de Observatorio Laboral Biobío, Luis Méndez.
El director de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras de Chile, José Manuel Mena, mencionó que es interesante ver los impactos del sector productivo que ha tenido efecto a consecuencia del problema político social de octubre de 2019, la pandemia, la revolución tecnológica y la aparición de nuevos actores como son las Fintech, “lo que nos lleva a plantearnos la necesidad de realizar cambios culturales que faciliten la forma de operar, por ejemplo, el teletrabajo, la necesidad de incorporar nuevos perfiles y también hacer reconversiones entre quienes ven que su oficio puede ir perdiendo relevancia o desaparecer y así necesitamos potenciar la función de ciberseguridad y realizar cambios en la forma que actualmente nos relacionamos con los clientes”.
Los resultados arrojaron que existen brechas importantes en la banca chilena como la generacional y de reconversión, falta de política transversal de reconversión, competencia y escasez de perfiles y déficit de formación.
Entre las conclusiones del estudio se considera que el cambio tecnológico es una realidad que ha llegado para quedarse y es fundamental procurar que sus impactos sean lo más beneficiosos posibles para las empresas. En este sentido, uno de los hallazgos más interesantes en relación a los cambios en procesos, servicios y productos alude a la necesidad de llevar a cabo una transformación de tipo cultural al interior de las organizaciones, paralela a la implementación de nuevas modalidades y tecnologías.
También se reveló la situación actual de los bancos con la incorporación de nuevas tecnologías de la mano del ingreso de las Fintech, además de los cambios acelerados generados por la pandemia como la incorporación de teletrabajo y el mayor uso de medios digitales por parte de clientes para sus necesidades bancarias.
Esto conlleva una transformación del capital humano presente en las empresas de la banca. Al respecto, un número creciente de nuevos perfiles están siendo requeridos, caracterizados en su mayoría por una importante especialización y manejo de las T.I., analytics, testing, y otras habilidades tecnológicas, dominio del idioma inglés, una alta polifuncionalidad, adaptabilidad, flexibilidad y desarrollo de la empatía.
La relación y percepción mutua entre empresas bancarias y Fintech es probablemente el hallazgo más llamativo de este estudio. Ello debido a que si bien ambos grupos reconocen las potencialidades que el otro posee y la conveniencia de llevar a cabo un trabajo conjunto, se marca un contraste claro los bancos las perciben positivamente como actores útiles y accesibles, mientras que las Fintech conciben mayoritariamente a estos últimos en términos de una desconfianza que emerge como un elemento determinante en su interacción. Esto no resulta sorpresivo considerando las características de estas empresas: en su mayoría jóvenes, de pequeña escala, surgidas del emprendimiento, intensas en uso tecnológico y relativamente poco conocidas en el mercado.
La actividad finalizó con un diálogo entre actores relacionados a la banca y que aportaron al trabajo del estudio: José Manuel Mena, director de la Asociación de Bancos; Orlando Toledo, gerente general de Banotic; Camila Sánchez, directora de Desarrollo y Recursos Humanos de Banotic; Manuel Schmied, director Comercial Banotic; Jeanette Escudero, encargada del Programa Talento Digital de Sence; y de Bernardita Pascal, jefa de Proyectos Recursos Humanos de la Subgerencia de Capacitación y Gestión del Cambio, de Banco Estado.