Docentes de la Universidad del Bío-Bío desarrollan un sistema de apoyo a la decisión para la detección de fuentes contaminantes, así como la monitorización de la calidad del aire en tiempo real utilizando drones autónomos, sensores e inteligencia artificial. La iniciativa contará con el apoyo de los municipios de Chillán y Chillán Viejo, así como de la SEREMI de Medio Ambiente Ñuble.
La Dra. Carola Figueroa, el Mg. Claudio Muñoz y el Dr. Luis Rojas del Departamento de Ciencias de la Computación y Tecnología de la Información, el Dr. Pedro Campos de la Unidad de Aseguramiento de la Calidad, y el Dr. Cristhian Aguilera del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica, son quienes participan del Proyecto de I+D de interés público Fondef, el cual involucra zonas de las comunas de Chillán y Chillán Viejo.
El trabajo tiene una duración de dos años y se denomina “Detección de fuentes contaminantes en tiempo real utilizando drones autónomos e inteligencia artificial”, donde el equipo UBB también buscará evaluar el desempeño de los algoritmos en sus distintas condiciones operacionales en términos de desempeño de clasificación del aire y tiempos computacionales, explicó la académica líder del proyecto, Carola Figueroa, quien tiene como área de investigación la inteligencia artificial.
“Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi el 90 % de las personas respira aire contaminado que supera los límites de las directrices de la OMS en cuanto a la calidad del aire, lo que provoca problemas respiratorios, además, incluso de unas pocas horas a semanas de exposición a corto plazo a PM 2.5 puede desencadenar mortalidad y eventos relacionados con enfermedades cardiovasculares”, contextualizó la investigadora UBB.
La mala calidad del aire no solo amenaza la salud y la vida de las personas, enfatizó, sino también las economías. El informe realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos de la OCDE ha demostrado que la contaminación del aire podría costar el 1% del PIB del producto interno bruto mundial, agregó. He ahí la relevancia de “contar con un sistema efectivo para monitorear y detectar la contaminación del aire por adelantado, lo que tiene gran importancia para la salud humana y la toma de decisiones del gobierno”, aseveró la Dra. Carola Figueroa.
Actualmente el equipo UBB continúa formulando el proyecto para presentarlo en la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID) y a su vez se está recopilando información de organismos públicos de Chillán y Chillán Viejo relacionados con el medio ambiente, con el fin de que “nuestra propuesta coincida con los problemas reales de la ciudad, entre ellos; la calidad del aire, las fuentes contaminantes, el control de olores de la industria ganadera y los permisos para hacer volar el dron en el futuro”.
Es en el marco de la recopilación de información con representantes del consejo y departamentos del medio ambiente de las municipalidades de Chillán y Chillán Viejo que la investigadora UBB destacó el que estos organismos locales “se sintieron muy valorados por recurrir a ellos en primera instancia, ya que son los que tienen más contacto con la comunidad y conocen de cerca sus problemas. Es aquí donde se reitera el que nuestro proyecto sí estaría ayudando en un problema real y de gran impacto social y ambiental”.
La directora de Escuela de Ingeniería Civil en Informática, Marlene Muñoz Sepúlveda, quien participó en las reuniones con organismos municipales, destacó la vinculación con el medio que se genera a través del proyecto de su colega, y considera “que es de vital importancia para las ciudades involucradas el recolectar esta información de la contaminación del aire, ya que será, precisamente, recolectada en tiempo real, lo que repercute directamente en la salud de la población”.