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Publicado el 25 de enero del 2023

Proyecto regional liderado por la UBB desarrollará modelo de riesgo de secuelas post ataque cerebrovascular isquémico

Por Noticias UBB
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Un “Modelo de riesgo de secuelas funcionales y cognitivas post ataque cerebrovascular isquémico (SepACV)” es lo que un equipo de docentes, liderado por el académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad del Bío-Bío, Dr. Andrés Rodríguez Morales, desarrollará gracias a la adjudicación de un Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud (FONIS).

Cabe destacar que este es el tercer proyecto FONIS en la historia adjudicado por la UBB, el primero de la Facultad de Ciencias, resaltando además que el equipo académico-clínico involucrado pertenecen a la Región de Ñuble

El equipo académico está compuesto además por el Dr. Carlos Escudero Orozco, de la Facultad de Ciencias, en su calidad de director alterno; la Dra. Carola Figueroa Flores, de la Facultad de Ciencias Empresariales,  como investigadora; y el Dr. Eduardo López Arcos, de la Universidad Católica de la Santísima Concepción y del Área de Neurología del Hospital Clínico Herminda Martin de Chillán.

El Dr. Rodríguez sostuvo que el proyecto ANID-FONIS-SA 2210028 tiene como fecha de ejecución final enero de 2025 y su objetivo general es desarrollar un modelo de riesgo de secuelas funcionales y cognitivas a seis meses post-ataque cerebrovascular isquémico basado en inteligencia artificial con información clínico-antropométrica obtenida de las bases de datos del hospital regional de Ñuble”

La relevancia de este proyecto, enfatizó el académico UBB, es considerar que el “Ataque Cerebro Vascular (ACV) es un problema de salud pública en Chile y en particular en la Región de Ñuble, dada su alta tasa de morbi-mortalidad. De los tipos de ACV existentes, el más frecuente es el ACV isquémico (ACVi) representando 65% de los ACV anuales en Chile y 72% en la Región de Ñuble (2017). En esta región, la tasa de letalidad a los 30 días post ACVi es de 24.6% y de los sobrevivientes, el 15% fallecerá a los seis meses. De forma importante, 44% de los sujetos que sufren ACVi en Ñuble tendrán dependencia funcional a los seis meses”. Si bien existen medidas desde el Ministerio de Salud https://www.minsal.cl/ataque_cerebral/, “éstas se enfocan principalmente en el diagnóstico y tratamiento, pero aún existen deficiencias en torno al seguimiento y a la rehabilitación”.

Ante este escenario, dijo el académico, se requieren nuevas metodologías y herramientas de análisis masivas de datos que involucren el uso del conjunto de información generada durante el diagnóstico, la evolución intrahospitalaria y extrahospitalaria, las cuales podrían generar modelos pronósticos individualizados.

Estudios previos del ACV en Chile (PICIS y ÑANDU) han sido enfocados solo en el aspecto epidemiológico de la patología, pero no abordan la predicción de secuelas post-ACVi, dejando un vacío que pretende llenar este proyecto enfocado en predicción de secuelas, con la cual se puede aconsejar al equipo clínico con respecto al tratamiento más adecuado en cada caso con el fin de disminuir el costo económico y social del ACVi.

Uno de los aspectos destacados en el proyecto es la aplicabilidad, logrando que el algoritmo predictivo estime el riesgo de secuelas y apoye las decisiones clínico con el fin de optimizar el tratamiento de ellas. La novedad, sostuvo el Dr. Andrés Rodríguez, es que “pocos estudios clínicos en el país consideran el uso de herramientas de inteligencia artificial para la toma de decisiones clínicas, dejando de lado una herramienta poderosa que cada vez tiene más utilidad en nuestro diario vivir”.

“En lo concreto, por ejemplo, se podrá evaluar si el usuario que ha sufrido un ACVi podría tener un desenlace fatal, predecir el nivel de dependencia funcional o de deterioro cognitivo a los seis meses. Aunque no será evaluado en este proyecto, pensamos que la aplicación de este modelo predictivo permitirá velar por la mejor administración de los recursos en salud y realizar intervenciones con la mejor evidencia científica disponible. Sumado a esto, una estimación de riesgo con mayor sustento científico permitirá entregar información más precisa al usuario y su familia, contribuyendo a disminuir la ansiedad e incertidumbre que se presenta luego de este evento, facilitando una mejor preparación del entorno para una posterior rehabilitación exitosa. Finalmente, se realizará una amplia discusión de los hallazgos con la comunidad científica, clínica y comunidad en general”, explicó el Dr. Andrés Rodríguez.

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