El uso biotecnológico de microorganismos para inhibir el biodeterioro de estructuras de piedra, así como la búsqueda de compuestos bioactivos con actividad biológica derivados del canelo para su aplicación en el sector agroindustrial, concentra el interés colaborativo de los investigadores UBB Dr. Enrique Werner Navarrete y Dra. Jeannette Vera Araya, y del académico de la Universidad de Valparaíso (UV) Dr. Mauricio Cuellar Fritis.
El académico del Departamento de Ciencias Básicas y del Laboratorio de Bioquímica y Microbiología Ambiental, Dr. Enrique Werner, destacó que el Dr. Cuellar, en su calidad de químico orgánico, realiza síntesis de nuevos compuestos orgánicos bioactivos, generados a partir de compuestos naturales capaces de inhibir, por ejemplo, el desarrollo de microorganismos nocivos para la producción agrícola.
“Hemos generado una alianza colaborativa con el Dr. Cuellar. Él quiere probar algunos de sus compuestos en microorganismos que pueden afectar la agricultura, y a nosotros también nos interesan los compuestos que él sintetiza. Ahora estamos trabajando en algunos microorganismos que son degradadores de rocas, que pueden tener un efecto nocivo en estructuras de piedra porque son capaces de degradarlas. Por ello, buscamos algunos compuestos de origen natural o semisintéticos que pudieran ser capaces de prevenir ese biodeterioro”, indicó.
El Dr. Mauricio Cuellar de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Valparaíso, director del Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación de Productos Bioactivos (CInBIO) de la Universidad de Valparaíso, precisó que su estadía académica en la UBB tuvo como propósito avanzar en el testeo de microorganismos, así como llevar nuevas muestras a la UV.
“Trabajo con productos naturales y una parte importante de mi investigación gira en torno al canelo (Drimys winteri), del que aislamos metabolitos denominados sesquiterpenos. Con ello diseñamos moléculas con potencial actividad biológica. Hemos logrado sintetizar una serie de moléculas y ahora buscamos una aplicación biológica, dando un valor agregado al canelo”, precisó.
El Dr. Mauricio Cuellar enfatiza que además de aislar sesquiterpenos se logra construir una base estructural. “Son metabolitos que tienen una bioacumulación importante y no son aprovechados. Es un producto natural y en el caso del canelo, los mapuches lo empleaban en sus ceremonias sagradas y también para el tratamiento de algunas enfermedades. Esas actividades biológicas asociadas deben ser validadas de manera científica y ese es el aporte que nosotros hacemos. Yo trabajo en la Facultad de Farmacia, donde el diseño de nuevos fármacos siempre es algo atractivo”, precisó.
Uso biotecnológico de microorganismos y conservación de patrimonio
La directora del Grupo de Economía Circular, Biotecnología y Gestión de Residuos, Dra. Jeannette Vera Araya, destacó que dicho equipo considera diversas líneas de trabajo, y una de ellas se refiere a la conservación del patrimonio construido en piedra o minerales.
“La degradación de estructuras patrimoniales de este tipo ocurre por agentes biológicos externos como el clima o la acción humana, pero hay algo poco estudiado: los microorganismos que degradan la roca. Y aquí viene un antecedente muy relevante. En las esculturas de Marta Colvin del Campus Fernando May, encontramos microorganismos que son capaces de solubilizar los minerales de la roca, lo que finalmente conlleva el deterioro de la estructura”.
Por ello, asegura la Dra. Vera Araya, es imprescindible detener ese deterioro. “Enviamos a identificar más de 30 microorganismos a Corea del Sur; su secuencia, para saber quiénes son los que están produciendo este deterioro. Ya tenemos algunos candidatos y ahora necesitamos saber cómo eliminarlos, pero sin alterar la estructura patrimonial. Por eso la colaboración con el Dr. Cuellar es muy importante, para buscar algún agente que pueda eliminar estos patógenos sin degradar o afectar la estructura. Porque alguien podría pensar que, empleando cloro, por ejemplo, se podría solucionar el problema, pero eso puede terminar afectando la estructura y no acabar necesariamente con los microorganismos que están dentro de la roca o del mineral”, ilustró.
La Dra. Jeannette Vera precisó que, en Italia, dado el enorme patrimonio construido en piedra, grandes museos disponen de sus propios laboratorios de microbiología que permiten pesquisar la presencia de microorganismos que pudieran afectar las obras, pero hasta ahora, ningún laboratorio ha logrado identificar a aquellos patógenos que degradan la roca. “En Sudamérica probablemente seamos los únicos trabajando este tema”, indicó.
La Dra. Vera y el Dr. Werner destacaron cómo las capacidades científicas instaladas en universidades regionales contribuyen a resolver problemas o desafíos planteados por el medio, pudiendo aportar al desarrollo agroindustrial a través del diseño de productos químicos naturales amigables con el medio ambiente, o con productos que contribuyen a la preservación de estructuras construidas en roca o minerales como las obras de la escultora Marta Colvin, o bien otro tipo de edificaciones.
“Marta Colvin y su obra es patrimonio de Ñuble y de Chile, y debemos conservar ese legado que tenemos en nuestros campus Fernando May y en La Castilla”, aseveraron.
En tanto, el Dr. Mauricio Cuellar hizo hincapié en la oportunidad de aprovechar los recursos naturales para solucionar problemas con una perspectiva sostenible. “Tenemos que buscar el control ambientalmente amigable y para eso se desarrolla la química verde o de productos naturales”, señaló.