El académico del Departamento de Matemática de la Facultad de Ciencias de nuestra Universidad participó en la expedición para estudiar la realidad oceánica, biológica y glaciológica junto a investigadores de las universidades de Concepción, Andrés Bello y Austral de Chile.
El equipo multidisciplinario visitó el glaciar Pio XI, el más grande en Sur América fuera de Antártida y uno de los pocos en el mundo que está avanzando, en contraste con la tendencia global de retroceso glaciar. “Este glaciar está ubicado en un lugar muy remoto de la Patagonia chilena y se caracteriza por haber estado ganando masa en los últimos años y por una gran producción de sedimentos que se han depositado en los fiordos adyacentes”, precisó el Dr. Héctor Vargas.
El académico fue invitado como investigador colaborador para prestar apoyo logístico y de seguridad a un equipo de glaciólogos que estudia aspectos relevantes del glaciar Pio XI y su fiordo, con el fin de comprender su dinámica y evolución, lo que incluye la medición directa de procesos de fusión superficial, la caracterización del microclima local y el análisis de las condiciones hidrográficas de su fiordo.
Se piensa -agregó- que la dinámica de los procesos de depósito de sedimentos junto con la hidrología glaciar pueden influir en la dinámica compleja que ha tenido el glaciar en el pasado. Aun así, el mecanismo detrás del reciente avance del glaciar Pio XI sigue siendo debatido. Por ende, hay la necesidad de obtener nuevos datos in situ para entender como las tendencias climáticas influyen en su comportamiento y como su avance está influyendo en la hidrología de los fiordos adyacentes.
Durante la expedición el Dr. Héctor Vargas participó junto a la académica del Departamento de Geofísica de la Universidad de Concepción, Dra. Ilaria Tabone, midiendo la evolución del glaciar para determinar cuántos metros de hielo se ha perdido por fusión superficial. También se instalaron sensores que medirán la temperatura superficial del aire durante un año e instrumentos que miden perfiles de salinidad, temperatura y profundidad del agua y permiten caracterizar las aguas del fiordo desde un punto de vista físico.