El Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) de la Región de Ñuble y el Centro de Estudios Ñuble de la Universidad del Bío-Bío trabajan en conjunto para levantar información sobre violencia en el pololeo en la región. La iniciativa se desarrolla en el marco del convenio de colaboración suscrito recientemente entre la Universidad y el Instituto, y busca generar información específica para comprender la realidad de las juventudes locales, en un ámbito clave para el diseño de políticas públicas.
El acto de firma del convenio de colaboración entra la UBB y el INJUV fue el escenario propicio para anunciar la futura realización de la “Encuesta Regional sobre Violencia en el Pololeo de las Juventudes” cuyos resultados serán analizados por el Centro de Estudios Ñuble. Asimismo, en la oportunidad se aportó una serie de resultados del Barómetro Regional que aportan perspectivas sobre las y los jóvenes de la Región de Ñuble, grupo etario considerado entre los 18 y 29 años.
La prorrectora Dra. Angélica Caro Gutiérrez destacó las posibilidades de trabajo conjunto que se abren entre la Universidad y el INJUV. “El convenio que suscribimos permite un amplio campo de colaboración. En este caso específico nuestro vínculo con INJUV se materializa a través de nuestro Centro de Estudios Ñuble UBB, que dirige el Dr. José Sandoval, y que se ha constituido en un referente en la generación de conocimiento y análisis sobre las dinámicas sociales, económicas y culturales de la región. A través de iniciativas como el Barómetro Regional, entrega información relevante para la toma de decisiones de política pública”, aseveró.
En tanto, la directora regional de INJUV Ñuble María Fernanda Rojas valoró contar con el apoyo de la Universidad a través del Centro de Estudios Ñuble. “Es fundamental tomar decisiones desde el territorio, en contacto directo con las juventudes, escuchando sus distintas opiniones y, sobre todo, contando con datos certeros que permitan orientar de mejor manera la política pública. Solo así podemos responder a las verdaderas necesidades y apoyar de forma efectiva a los y las jóvenes, especialmente en una región como Ñuble, que enfrenta grandes desafíos: es la más pobre del país y la segunda más envejecida”, reseñó.
Barómetro regional y jóvenes
En la oportunidad, la investigadora del Centro de Estudios Ñuble, Dra. Soledad Martínez Labrín, académica del Departamento de Ciencias Sociales, explicó que la posibilidad de realizar la encuesta surgió a partir de una necesidad planteada directamente por INJUV. “En 2018 la institución realizó una encuesta a nivel nacional, pero la actual dirección manifestó la inquietud de contar con información renovada y, al mismo tiempo, obtener antecedentes particulares de nuestra región. En ese entonces Ñuble aún formaba parte de Biobío, por lo que no se dispone de datos desagregados”, señaló.
En ese contexto se conformó un equipo liderado por la académica UBB, junto a tesistas de la carrera de Psicología, quienes diseñaron el instrumento denominado “Encuesta Regional sobre Violencia en el Pololeo de las Juventudes”, que actualmente contempla 30 preguntas. “El cuestionario ya fue entregado a INJUV para su retroalimentación. Aunque el término ‘pololeo’ es coloquial, decidimos mantenerlo porque es el más utilizado en Chile para describir estas relaciones en la juventud”, precisó la Dra. Martínez.
La encuesta será aplicada por INJUV, mientras que el análisis de los datos quedará a cargo del Centro de Estudios Ñuble. Este trabajo marca además el inicio formal del convenio de colaboración entre ambas instituciones.
Evidencia para la toma de decisiones
Durante el acto de firma del convenio de colaboración, el Centro de Estudios Ñuble, a través de la Dra. Soledad Martínez, expuso algunos resultados del Barómetro Regional, herramienta que permite comprender la visión de la ciudadanía en distintos ámbitos, contrastando el segmento juvenil (18 a 29 años) con el adulto (30 años en adelante).
Entre los antecedentes compartidos se observó que las y los jóvenes de Ñuble tienden a valorar más la democracia (75,7%) que los grupos de mayor edad (59,9%), sin diferencias de género en este punto.
Asimismo, mostraron niveles más altos de confianza interpersonal en el espacio público (49,6%), aunque con una diferencia relevante puesto que las mujeres jóvenes expresaron mayor desconfianza que los hombres, lo que podría reflejar las condiciones de hostilidad que enfrentan en dichos entornos.
En contraste, el segmento juvenil reportó menores niveles de participación en organizaciones sociales (38,7%) como juntas de vecinos, clubes deportivos, agrupaciones culturales, grupos de voluntariado o agrupaciones de intereses como partidos políticos y sindicatos, en comparación con personas de 30 años o más (51,2%), con una diferencia de género marcada: los hombres jóvenes declaran participar más que las mujeres jóvenes (47,3% v/s 21,6%).
Educación y género
Otro de los aspectos analizados fueron las áreas de formación preferente. A nivel general, las áreas de salud y agricultura y agroindustria aparecieron como prioritarias para la formación técnica. Sin embargo, al desagregar por género, se evidenció una división tradicional del trabajo: las mujeres jóvenes priorizaron salud, mientras que los hombres se inclinaron por agroindustria. “Nuestra interpretación es que persisten estereotipos de género en la elección de campos formativos y profesionales, lo que nos invita a pensar en estrategias educativas que promuevan una orientación vocacional más abierta y menos estereotipada”, señaló la Dra. Martínez.
Género y posturas juveniles
El Barómetro Regional también incorporó preguntas específicas sobre género. La primera, sobre la importancia que asignan las y los encuestados -jóvenes y adultos- a la violencia contra las mujeres como problema regional, indicando que se considerada muy relevante por cerca del 85% de las y los encuestados. Sin embargo, al interior del segmento joven se evidenció una diferencia significativa: el 100% de las mujeres la consideró un tema prioritario, frente al 70% de los hombres jóvenes.
La segunda pregunta, sobre la necesidad de más oportunidades laborales para mujeres, mostró una tendencia similar, mientras que la tercera, referida a la discriminación hacia la comunidad LGBT+, evidenció menor acuerdo y un sesgo más conservador en los hombres jóvenes.
“Aquí se observó un descenso mayor en los niveles de acuerdo, siendo esta la temática considerada menos prioritaria de las tres planteadas. Destaca, además, un sesgo conservador por parte de los hombres jóvenes, mientras que las mujeres jóvenes mostraron una mayor disposición a reconocer la importancia de avanzar en la superación de estas formas de discriminación”, indicó la Dra. Soledad Martínez.
“Al analizar en conjunto estas respuestas, lo que observamos es que las mujeres jóvenes tienden a mostrar posturas menos conservadoras que los hombres jóvenes. Este hallazgo es especialmente interesante porque contrasta con la visión tradicional que asociaba a las mujeres con posiciones más conservadoras ligadas a lo familiar. Hoy la evidencia nos muestra un escenario distinto, las mujeres jóvenes expresan perspectivas más progresistas y abiertas a los derechos sociales”, reflexionó la investigadora UBB.
