Veinticinco profesionales de la educación de comunas de Ñuble y Biobío culminaron con éxito el Postítulo de Mención en Primer Ciclo, impartido por la Facultad de Educación y Humanidades a través de la Dirección de Formación Continua, tras un riguroso proceso de perfeccionamiento. El programa -dirigido por el Dr. Miguel Friz Carrillo- consideró 700 horas en tres semestres orientadas a fortalecer competencias pedagógicas y disciplinares esenciales para la enseñanza en los primeros años de escolaridad.
La Sala Schaefer del Centro de Extensión de la sede Chillán brindó el marco a la ceremonia de entrega de certificados del postítulo, oportunidad en que se relevó la dedicación, esfuerzo y profundo interés por perfeccionar el quehacer pedagógico, expresado por las y los profesionales de la educación.
La prorrectora, Dra. Angélica Caro Gutiérrez, subrayó que el objetivo central del postítulo -actualizar y profundizar las competencias pedagógicas, disciplinarias y didácticas de docentes del Primer Ciclo- refleja la relevancia que la Universidad otorga a la enseñanza de Lenguaje y Comunicación y de Matemática en los primeros años de escolaridad. “Sabemos que en esta etapa se cimentan aprendizajes fundamentales y se configuran muchas de las trayectorias educativas que acompañarán a niñas y niños a lo largo de su vida”, indicó.
Asimismo, destacó el compromiso mostrado por las y los profesores durante tres exigentes semestres académicos, en los que participaron en sesiones presenciales cada sábado, además de semanas intensivas que requirieron organización, sacrificio y perseverancia. Recordó que el programa contempló 700 horas pedagógicas de formación, articuladas en módulos disciplinares y didácticos de gran profundidad, que abordaron literatura infantil, lectura y escritura, oralidad y competencias comunicativas, números y operaciones, forma y espacio, currículum, evaluación y tecnologías de la información.
Fortalecimiento de competencias esenciales
La decana (s) de la Facultad de Educación y Humanidades Marcela Concha Toro, subrayó que la visión de la Universidad y de la Facultad es aportar al fortalecimiento de competencias necesarias para mejorar las prácticas docentes, así como profundizar en áreas esenciales como la didáctica, la enseñanza del lenguaje, la comunicación y la matemática, en beneficio de las niñas y niños con quienes trabajan.
La académica señaló que para la Facultad de Educación y Humanidades es un orgullo albergar programas de excelencia, los cuales pasan por rigurosos procesos de revisión y aseguramiento de la calidad antes de transformarse en cursos de perfeccionamiento y postítulos. “Nuestro propósito es entregarles herramientas sólidas que fortalezcan su desempeño y contribuyan al importante rol que cumplen día a día en la educación chilena y en cada uno de los establecimientos donde se desempeñan. Queremos que ustedes se sientan orgullosos y orgullosas de haber sido parte de una formación de calidad”, enfatizó.
Líderes pedagógicos
El director de Formación Continua de la Universidad del Bío-Bío, Carlos Torres Navarro, destacó que el postítulo se alinea plenamente con la misión institucional. “Este tipo de actividades es coherente con nuestro rol estatal orientado a promover un desarrollo sostenible en los territorios de Biobío y Ñuble, lo que se refleja también en el origen diverso de las y los participantes de esta promoción”, señaló.
El académico Carlos Torre instó a las y los docentes a actuar como agentes de cambio y líderes pedagógicos, destacando atributos como la cercanía, la sincronía con los equipos de trabajo y la armonía en la interacción cotidiana. Asimismo, les llamó a mantener un compromiso con la innovación y a estar atentos a las oportunidades tecnológicas que ofrece el entorno. “Tecnologías como la inteligencia artificial ya están presentes y han llegado para quedarse; corresponde aprovecharlas para mejorar nuestra productividad y fortalecer la labor docente”, puntualizó.
Confianza en la propuesta UBB
El director del postítulo, Dr. Miguel Friz Carrillo, destacó la trayectoria y compromiso del programa, el cual lleva 16 años impartiéndose de manera ininterrumpida. “Desde que lo creamos en 2009, nunca ha dejado de dictarse, ni siquiera durante la pandemia, porque somos una institución creíble y las personas, las y los profesionales confían en nuestro trabajo”, señaló.
Agregó que a lo largo de este periodo “hemos dado lo mejor de nosotros, con profesionales y académicos de excelencia que han aportado al proceso formativo que ustedes desarrollarán, cuyo fruto -subrayó- será recibido por sus niños, que son lo más importante para nuestro país. Ha sido un largo caminar, en el que hemos entregado conocimiento, valores, sentimientos y amor por la profesión a las distintas generaciones que han pasado por este programa”, reflexionó.
Asimismo, el Dr. Friz enfatizó la relevancia del lenguaje en la formación docente, puesto que supone la base para acceder y comprender todo tipo de conocimiento. “Siempre he dicho que amo el lenguaje, porque sin lenguaje no hay pensamiento, y sin pensamiento tampoco hay números; los números se expresan a través del lenguaje. Cada vez que hacíamos una clase comenzábamos hablando del lenguaje, porque si no hablábamos bien, no podíamos comprender; y si no comprendíamos nosotros, tampoco iban a comprender nuestros niños”, señaló.
Compromiso con la profesión
La egresada del Programa de Postítulo de Mención en Primer Ciclo, Marisel Contreras Quijada, destacó el compromiso demostrado por el grupo durante todo el proceso formativo. “Cada sábado estuvimos aquí, llegando puntualmente después de semanas intensas, pero siempre con la disposición de aprender, compartir y perfeccionar nuestra labor docente. Ese compromiso habla del amor por nuestra profesión y del profundo deseo de entregar lo mejor a nuestros estudiantes”, expresó.
Recordó que al inicio del programa “cada uno de nosotros llegó con una mochila de expectativas, miedos y sueños”, pero fue en las clases, los trabajos en grupo y las conversaciones espontáneas en los pasillos donde comenzaron a construir algo que, aunque no está explicitado en el plan de estudios, permanece para toda la vida: la confianza que da origen a la amistad.
“Esta amistad nace no solo de lo que nos une, sino también del deseo compartido de educar, acompañar y transformar. En esa complicidad diaria descubrimos que este postítulo no solo nos entregó herramientas pedagógicas, sino también personas a quienes podemos llamar amigas y amigos”, señaló.



