Con la participación de actores relevantes del mundo productivo de las Provincias de Ñuble, Bío-Bío, Arauco y Concepción se desarrollaron los talleres participativos que apuntan al Diseño y construcción de la política regional de fomento productivo para el período 2017 – 2022. Iniciativa del Gobierno Regional y ejecutada por la Universidad del Bío-Bío.
La participación ciudadana, sin dudas se ha convertido en una exigencia para cualquier proyecto que impacte directamente a la población que habita en el entorno de procesos productivos de cualquier naturaleza, de ahí la necesidad de conocer y compartir sus experiencias en la construcción de esta política de fomento productivo.
Los talleres contaron con la participación de actores relevantes del ámbito laboral, educativo, Ongs, gremios y asociaciones relacionadas al fomento productivo local, que transformaron estos talleres en espacios vitales de análisis, discusión y diálogo.
El académico Dr. Javier León, responsable metodológico del proyecto, acentúa la importancia de la participación y expresión de la ciudadanía, especialmente para esta iniciativa. “La evaluación que hacemos es positiva por la capacidad que se tuvo para identificar temáticas que son relevantes para la toma de decisiones en el ámbito productivo para la región. La gente está preocupada por la descentralización, le interesa el rol de las universidades. En definitiva, los talleres resultaron ser importantes para el desarrollo del diseño de esta política de fomento en la que estamos involucrados en desarrollar”, afirma el académico.
Según Rodrigo Martínez, -Coordinador Regional Fomento e Industria, Gobierno Regional del Biobío-, para quien la importancia de realizar los talleres en las cuatro provincias radica, en asegurar la adecuada representación de todos los territorios de la región contribuyendo así a una adecuada descentralización intrarregional.
“A través de estos talleres destacamos la importancia de sectores productivos asociados a las zonas con mayor vocación agrícola, pecuaria y turística de la región. Además del despliegue territorial de estos talleres permite que muchos emprendedores de la micro y mediana empresa puedan tener un espacio de expresión, contribuyendo así a un mejor equilibrio de las visiones, necesidades y proyecciones del fomento productivo regional”, destaca Martínez.
Entre los participantes a estos talleres participativos se destaca a Victoria Díaz, secretaria del sindicato suplementeros de Los Ángeles quien valora estos encuentros porque ayudan a compartir
reflexiones acerca del desarrollo de la comuna. “Nosotros siempre participamos de estas actividades porque nos da la posibilidad de opinar sobre lo que nos afecta directamente y porque nos permite junto con otros vecinos aportar en la solución de los problemas que nos aquejan”.
En el mismo tono Lissette Rodríguez de Servicio País, de Lebu, considera destacable esta instancia porque ve que su comuna que quiere salir de la zona de rezago necesita fortalecer emprendimientos locales. “Crear una política de fomento productivo desde los territorios es la mejor institucionalidad que se le puede dar a la región y estos nuevos emprendimientos que puedan surgir de manera más sólida desde el hecho que se están tomando en cuenta sus opiniones”.
En tanto Rodrigo Viveros, director sede Campus Arauco Duoc UC, resalta el nivel de participación de esta iniciativa, y destaca que su institución considera importante hacerse parte de las actividades de la comuna. “Contar con una política de fomento sin duda que ayudará no sólo al gobierno de turno, esto tiene la gracia de definir lineamientos a largo plazo”.
Para el presidente de la mesa comunal de pesca de la comuna de Lebu, Nelson Celedón, esta iniciativa es buena y se espera que no solo sea considerada en lo que dure este gobierno. “Estos talleres se podrían haber hecho mucho antes, por la trascendencia que tienen”.
Muy importante la realización de estos talleres para efectos de descentralizar la toma de decisiones – Indica Santiago Rochade la consultora D Nodo, Los Ángeles–quien agrega que además estos encuentros permiten una mayor planificación estratégica para la comuna como para la región. “Quienes participamos tenemos la posibilidad de manifestar lo que piensa la gente de la comuna, que muchas veces son los sin voz, o no llegan a estos espacios. Por lo tanto, es una buena instancia para poder dialogar y canalizar estas inquietudes que uno detecta en el medio”
El trabajo desarrollado en los talleres estimuló la reflexión y enriqueció el debate. No se buscó por parte de los moderadores incidir en los contenidos propiamente tal, sino más bien provocar a los participantes a conversar y dialogar sobre sus percepciones y miradas en torno a temas de fomento productivo. Los talleres que intencionaron una discusión grupal estuvo centrado en profundizar desde los problemas, sus oportunidades, sus fortalezas y debilidades, tanto a nivel sectorial y territorial.
Francisco Núñez, académico del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad del Bío-Bío y director de este proyecto, fue el encargado de 
presentar en las cuatro provincias -al inicio de los talleres-los objetivos y actividades de esta iniciativa. “La nueva política de fomento productivo permitirá a la institucionalidad pública orientar su accionar en este ámbito en torno a los objetivos e iniciativas que se propongan, entregando a las autoridades herramientas para alinear los cursos de acción, la toma de decisiones, el establecimiento de prioridades y la asignación de recursos financieros. El sector privado, por su parte, podrá desarrollar su quehacer sobre la base de reglas claras, concretas y estables, lo que favorecerá a los oferentes y demandantes de productos del área de fomento”.
La formulación y construcción de la Política Regional de Fomento Productivo incluye el diseño de propuestas de instrumentos de fomento y una cartera de programas estructurales, priorizados y
multisectoriales, así como su medición y seguimiento. La metodología de trabajo contempla un diagnóstico estratégico y la elaboración de la política y las herramientas, además de un plan de seguimiento, todo con un fuerte componente de participación de los actores relevantes. La iniciativa tiene un plazo de ocho meses, con un monto de aproximadamente 74 millones de pesos.
