El Dr. Javier León Aravena del Departamento de Ciencias Sociales abordó esta temática en la clase magistral ofrecida en el marco del programa aniversario de la Escuela de Trabajo Social de la sede Chillán.
“Desafíos de la Democracia y el Trabajo Social” se denominó la conferencia dictada por el Dr. Javier León Aravena, académico del Departamento de Ciencias Sociales, donde dio cuenta de la necesidad de profundizar la calidad de la democracia actual, e incorporar otras dimensiones en su análisis y no solo la dimensión electoral.
La clase magistral, realizada en el marco del programa aniversario de la carrera de Trabajo Social de la sede Chillán, se realizó en la Sala Schäfer del Centro de Extensión y contó con la participación de directivos, académicos y estudiantes de pre y postgrado.
El Dr. León precisó que lo que sucede hoy en torno a la democracia se debe observar agregando elementos al análisis, más allá de los términos que habitualmente se consideran. “Por ejemplo, era importante dejar en claro que la dimensión electoral es una dimensión de la democracia, que es importante, pero hay otras dimensiones que se dejan fuera del análisis, y buena parte de la crisis de la democracia que hoy vemos, exteriorizada en la falta de participación o de quejas a la clase política, se genera en buena medida porque se pone toda la atención en la dimensión electoral. Mientras que en gran parte del mundo desarrollado, lo que se está viendo es que la dimensión electoral es una, pero existen otras, tales como la dimensión deliberativa de la democracia, la dimensión contenciosa, que es el reconocimiento de que hay intereses contrapuestos, y que tiene que haber una institucionalidad que lo pueda regular; o las dimensiones culturales, de la vida cotidiana, que efectivamente mejoran la calidad de la democracia”, argumentó.
El académico destacó que en la población no está la idea que la democracia deba ser abandonada, sino que se discute acerca de cómo se puede avanzar en su perfeccionamiento y calidad, pues no todas las democracias del mundo son iguales.
Siempre en esta línea, y a modo de ejemplo, precisó que uno de los desafíos en Chile dice relación con lograr que la Ley 20.500 sobre Asociaciones y Participación Ciudadana en la Gestión Pública, se cumpla efectivamente. “En términos generales dicha ley estipula que todos los organismos públicos deberían constituir un consejo de la sociedad civil donde se pudiera conversar y plantear aspectos de interés de la comunidad y de las propias instituciones públicas, tales como planes de los servicios de salud, direcciones de educación, entre otras. Sin embargo, dichos consejos no funcionan necesariamente, o bien se han implementado de manera muy precaria. Si nosotros ponemos todo el énfasis en lo electoral vamos a tener un sistema electoral bien implementado, pero si no se ahonda en otras dimensiones como la participación, que se puede dar en los consejos de la sociedad civil, que son débiles, la comunidad siente que no se les escucha y estima que sus representantes no están respondiendo a sus inquietudes”, esgrimió.
Consultado sobre el rol del trabajador social en este contexto, el Dr. León precisó que al hablar de políticas públicas y sociales, los profesionales que intervienen en ella deben interactuar con la comunidad que es sujeto de esa política, y es así como se genera un sentido de responsabilidad. “Si un profesional da cuenta a una persona acerca de qué se trata un proyecto; cuáles son los objetivos de un proyecto de mejoramiento de barrios; cuáles son las expectativas y cómo la propia gente se va a hacer responsable de su barrio, hay una serie de dimensiones educativas que un profesional debe tener en cuenta. El profesional no solamente va a entregar un beneficio, sino que va a ayudar a que una familia o un barrio se puedan seguir sustentando por sí mismos; hay un rol educativo importante. También en la gestión de los recursos, porque si corresponde gestionar un proyecto donde hay muchos recursos, se debe tener la responsabilidad técnica y profesional de hacerlo bien, por ejemplo, hoy existen los presupuestos participativos en muchos municipios y la gente elige en qué proyectos se puede invertir. Entonces hay varios roles y funciones que le corresponden al trabajador social y a otras profesiones que también trabajan con las personas”, explicó.
También se refirió al rol investigativo que la profesión debe asumir como un aporte al medio social. “En la charla me referí al ejemplo de las migraciones. Cuánto sabemos de las migraciones; qué inmigraciones hay aquí en Chillán, interna y externa; cómo va a impactar o cómo se va a incorporar a los servicios de salud, a la educación; cuál es la reacción de la comunidad pues debemos recordar lo que ocurrió en Antofagasta. Entonces, ahí los profesionales deben aportar nuevos conocimientos desde la investigación y la formación en pregrado y postgrado”, comentó.