Gobierno y cultura de la organización sustentada en la ética profesional fue el tema del quinto seminario La ética y lo profesional que organizó la Escuela de Contador Público y Auditor de la Facultad de Ciencias Empresariales.
La actividad contó con la bienvenida del secretario académico de la Face, Manuel Crisosto y del director de Escuela, Héctor Saldía, quienes destacaron que la ética es un tema que deben tener presente todos los profesionales del país, sobre todo, los contadores en las distintas áreas en que se desempeñan en la sociedad.
La introducción al tema estuvo a cargo del académico y director del Departamento de Estudios Generales, Luis Vergara, quien enfatizó que la moral es relativa a los usos y las costumbres mientras que la ética se refiere a la vida, que es un principio absoluto del cual surgen todas nuestras formas de ser. “Lo que más quiere la empresa o cualquier institución es reputación, la cosa pensada y la integridad, honestidad y todas aquellas virtudes, basta que un solo miembro de la institución hable o haga algo en contra de la empresa y por falta de ética, de modo de ser de la persona, echa abajo todo eso que costo años construir”, expresó.
El programa contempló las exposiciones del académico de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Patricio Schwaner; y del exalumno de la Universidad del Bío-Bío y doctor en Economía y Empresa de la Universidad Europea de Madrid, Hugo Moraga.
Durante su exposición, Patricio Schwaner sostuvo que dada la realidad actual es claro que algo está sucediendo en el mundo empresarial, donde “no basta con ser buenos con los números, hay que ir más allá de la especialidad, tener un fundamento ético en mi actuar”.
Asimismo, señaló que la dimensión ética está ligada a lo que es justo, a lo que hay que hacer, por lo tanto, una institución que tiene una ética en la base sustenta muy bien sus prácticas empresariales y es favorable. “Nuestro actuar se sustenta siendo conscientes que la ética no es solamente un libro en el estante, se sustenta viviendo éticamente, comunitariamente, cuidando lo que significa la empresa, pero resignificándola desde un sentido más humano”, precisó.
“Hay que intentar alcanzar el bien común que va de la mano con la organización y desde la organización preguntarse para qué existimos, en qué creemos, qué nos conmueve, cómo somos, qué queremos para lograr el bien común que es un conflicto ético en una sociedad donde la mayoría quiere algo y por lo tanto hay que compensar esas realidades sin que haya un conflicto mayor”.
