Generar espacios y redes de apoyo a los estudiantes para enfrentar los factores de riesgo sociales y económicos producidos por la emergencia sanitaria a raíz del Covid-19, a través de herramientas de orientación y beneficios, es la labor que están realizando los profesionales de los departamentos de Bienestar Estudiantil en las sedes Chillán y Concepción de nuestra Universidad.
La respuesta ante la emergencia ha sido coordinada con diversas autoridades y unidades de la UBB para permitir la adecuada ayuda asistencial y bienestar integral de los jóvenes en este periodo que deben enfrentar su vida universitaria desde sus hogares, en modalidad virtual.
Desde ambas sedes el trabajo ha estado enfocado en dar continuidad a la gestión de beneficios en los cuales se cumple una función vital como son la renovación y/o postulación a los beneficios Junaeb (becas Presidente de la República, Indígena, Residencia Indígena, entre otras); la actualización de datos para cargar la tarjeta de alimentación BAES, la renovación de becas internas entre las que se encuentran las que abarcan temas de residencia, movilización, gastos universitarios o materiales de estudio; y la renovación o entrega de la Tarjeta Nacional Estudiantil (TNE).
Asimismo, para un bienestar integral del estudiante la Universidad ha entregado beneficios de emergencia, ampliando la cobertura en la asignación de becas Hermanos y Rectoría para el pago de la cuota básica, gestionado préstamos y ayudas eventuales que permitan enfrentar dificultades socioeconómicas, de salud y de estudio. También se ha apoyado fuertemente el proceso de asignación de notebook y de chips para conectividad a internet, contactando telefónicamente a cada estudiante que ha reportado la necesidad de conectividad y que cumple requisitos socioeconómicos.
Un punto importante ha sido la atención de las necesidades emocionales y de salud mental de los estudiantes mediante una comunicación permanente con quienes presenten alguna dificultad a través de orientaciones psicológicas y sociales.
Así lo destaca la jefa del Departamento de Bienestar Estudiantil en la sede Chillán, Marcia Inostroza, al señalar que la Dirección de Desarrollo Estudiantil está haciendo un esfuerzo tremendo en digitalizar la atención de estudiantes, a través de redes sociales, contacto telefónico, correo electrónico, plataformas de videochat y transmisiones en vivo en Instagram, “con el fin de acercarnos a nuestros/as estudiantes y que sientan realmente que la Universidad, aunque ha postergado sus funciones presenciales, está cerca de ellos/as. Los y las profesionales de nuestro Departamento han sido claves en el desarrollo de esta nueva metodología de trabajo, demostrando su compromiso con la labor social y entregando su mejor esfuerzo para que este trabajo se lleve a cabo”.
Similar opinión sobre el proceso tiene el jefe del Departamento de Bienestar Estudiantil de la sede Concepción, Richar Rocha, quien enfatiza que el trabajo en equipo ha sido clave, “teniendo que enfrentarnos a situaciones con la capacidad de ser flexible y adaptarse a la contingencia, poniendo lo mejor de cada uno al servicio de quienes lo necesitan. Creo que esa voluntad de trabajo es la que permite salir adelante y superar las emergencias”.
Con respecto a la respuesta que ha tenido la comunidad estudiantil, Richar Rocha expresa que ésta ha sido “respetuosa y madura, poniendo énfasis en los factores humanos que se ven afectados ante situaciones como la que estamos viviendo. Han demostrado un nivel de conciencia y de preocupación por cada uno/a de sus compañeros y un nivel de solidaridad que, por ejemplo, se demuestra cuando hemos tomado contacto con alguno de ellos para evaluar la entrega de un beneficio y nos señalan que mejor lo cedamos a otros compañeros. De ahí la importancia de estar más juntos y de pensar acciones de manera conjunta. En este sentido resalto la buena comunicación que tenemos con la Federación de Estudiantes”.
Por su parte, Marcia Inostroza, valora que los/as estudiantes han demostrado una actitud solidaria, al preocuparse de sus compañeros/as que no tienen condiciones económicas para cursar las clases a distancia, manifestando su preocupación y haciendo gestiones, para que cada uno/a de ellos/as, puedan tener condiciones óptimas. Así también, los centros de estudiantes, representantes de nivel o tutores/as se comunican directamente con nosotros, en el caso que detecten otro tipo de necesidades entre sus compañeros/as en las que podamos intervenir, sobre todo, en tiempos de incertidumbre económica por las que atraviesan algunas familias.
Por último, Richar Rocha afirma que los desafíos hoy son fortalecer la comunicación con los estudiantes, responder oportunamente a sus requerimientos, gestionar de mejor forma cada uno de los procesos y entregar herramientas para que cada estudiante pueda acceder a sus estudios en condiciones dignas.