Como cada año, la Facultad de Educación y Humanidades realizó en Chillán una emotiva ceremonia para conmemorar a las víctimas de la dictadura cívico militar como parte de su compromiso con los derechos humanos y la memoria histórica. A 49 años del golpe militar, la actividad contó con la presencia de agrupaciones de derechos humanos, comunidad universitaria y externa, quienes fueron recibidos/as en el campus La Castilla.
Por Paulina Gatica I. y Mariana Gutiérrez V.
Para inaugurar el acto conmemorativo entregó unas palabras la decana de la Facultad de Educación y Humanidades, Dra. Fancy Castro Rubilar, quien destacó el camino que las agrupaciones de derechos humanos han realizado, “es una tarea muy grande. Es por eso que el olvido no debe ser un concepto que quede. El olvido lo tenemos que desterrar, nunca más, y por eso nosotros hacemos la pedagogía de la memoria”. Asimismo, la autoridad universitaria agradeció la presencia de los y las asistentes, así como de la prorrectora de nuestra Universidad, Julia Fawaz Yissi y representantes del Instituto de Derechos Humanos (INDH) sede Ñuble.
Con el objetivo de entregar su testimonio se presentó la vicepresidenta de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos de Ñuble, Teresa Retamal Silva, quien emocionada enfatizó en que estamos ad portas de llegar a los 50 años del golpe de Estado y todavía “no sabemos de nuestros familiares. Aquí en Chillán, en Ñuble, fuera de los ejecutados políticos que hubo desde el 11 de septiembre de 1973 hasta como el año 1986, no se encontró un solo cuerpo. No se conoce de alguna fosa clandestina y nosotros seguimos en la incertidumbre”. Es necesario que sigamos luchando, manifestó Teresa Retamal, que sigamos trabajando. Actividades “como estas son tan importantes, el que las universidades tengan el compromiso social y de reparación para nuestros familiares, algo que nos alienta a seguir”.
En la ceremonia, donde se realizó un minuto de silencio como muestra de respeto, también se generó el espacio para expresiones artísticas a mano de la profesora y cantautora América Valdés, y de la académica del Departamento de Artes y Letras UBB y poeta, Dra. Maritza Aburto Durán, quien fue acompañada en la composición musical por el intérprete del Núcleo de Investigación Artística UBB, Dr. Pablo Ramírez.
La actividad también fue la instancia para el hito final del proyecto “Caminos de memoria, reparación intergeneracional en derechos humanos”, que buscó el encuentro de estudiantes y sobrevivientes, el cual fue liderado por el Centro de Intervención e Investigación Social de la Escuela de Trabajo Social UBB (CIISETS), apoyado por el Programa de Reparación y Atención Integral en Salud y Derechos Humanos (PRAIS), el INDH Ñuble y el Museo de la Memoria. Para dar su testimonio sobre participar de esta iniciativa, se refirió a ello y a nombre de los y las participantes, Sergio Hernández Carrión.
La estudiante de Trabajo Social, Constanza Goûet Bascur, destacó la experiencia de poder participar en el proyecto, lo que se transformó en “aprendizajes que no iba a tener en otra instancia”. Además, valoró la posibilidad de compartir con sobrevivientes, es algo “muy fuerte y que llega mucho”.
Al terminar la ceremonia, donde se hizo presente el padre Fernando Varas, se instó a los y las presentes a dejar las fotografías de las víctimas de la dictadura junto a la placa conmemorativa dispuesta para el ex estudiante Patricio Sobarzo.
En Concepción
También al alero de la Facultad de Educación y Humanidades, en Concepción el grupo Memorias colectivas del Biobío, recordó a estudiantes y docentes de la sede penquista de la Universidad Técnica del Estado (institución antecesora de la actual UBB) detenidos/as desaparecidos/as y durante la dictadura. El acto tuvo lugar el lunes 12 de septiembre, en la Plaza de la Democracia del campus de Avda. Collao, y contó con la presencia de compañeros/as y familiares de las víctimas, así como directivos/as e integrantes de nuestra comunidad universitaria.
En la oportunidad, la decana Fancy Castro señaló que la recuperación de la memoria histórica a través del quehacer académico y el trabajo en los territorios, es un deber al que la Facultad no renunciará. Olvidar sería traicionar a quienes lucharon por un país más justo y tuvieron la osadía de entregarlo todo, afirmó. La decana insistió asimismo en la importancia que hoy tiene la pedagogía de la memoria. No una memoria porfiada sino una más humana, que nos permita entender y seguir bregando por un Chile más libre e inclusivo, dijo.
Paula Teche, de Memorias colectivas del Biobío, destacó igualmente la valentía y coraje de los estudiantes y docentes de la UTE homenajeados. Así también coincidió en la relevancia de la educación para no olvidar y mantener vivas las causas. Hoy no estamos derrotados: en el camino hay logros y retrocesos, pero continuaremos luchando, sentenció.
El acto consideró además la participación de Karina Barrales y Tomás Retamal, alumna y alumno de Trabajo Social, quienes entregaron la mirada de las nuevas generaciones y valoraron la necesidad de recuperar y resignificar la memoria, para avanzar hacia el futuro. El actor y director de teatro Julio Muñoz -ex alumno de la Universidad Técnica del Estado-, en tanto, compartió recuerdos de sus compañeros y de la vida universitaria de fines de la década del 60 y los primeros años de los 70. Por su parte, el profesor Juan Pablo San Martín y la académica Gilda Espinoza aportaron con intervenciones poéticas.
Para culminar la actividad, las y los asistentes depositaron claveles rojos en el monolito que recuerda a los/as estudiantes y docentes de la sede Concepción de la UTE víctimas de la dictadura. Tras este gesto, el académico del Departamento de Estudios Generales Juan Pablo Amaya, director del proyecto de creación artística para la reconstrucción la memoria de la sede, invitó a contribuir con la iniciativa con testimonios, fotografías u otro material.
