Organizado por el Departamento de Estudios Generales de la Universidad del Bío-Bío, esta esta semana se realizó el XIV Simposio de la Red Internacional de Estudios Generales. Durante dos jornadas, académicos, académicas y profesionales de Chile y extranjeros compartieron ideas y experiencias sobre temas relacionados con las asignaturas del ámbito humanista y su incidencia en la formación profesional y ciudadana.
Según la Real Academia Española, las humanidades son el conjunto de disciplinas que giran en torno al ser humano, como la literatura, la filosofía o la historia. El término humanidad tiene también otras acepciones: fragilidad o flaqueza propia del ser humano; sensibilidad y compasión de las desgracias de otras personas; benignidad, mansedumbre y afabilidad. En efecto, a través de las humanidades, podemos imaginar, entender y empatizar con el otro u otra. Las humanidades nos enseñan la tolerancia y la compasión, valores que son esenciales para vivir en democracia, puesto que nos permiten ver a los y las demás como iguales.
El pensamiento humanista no tiene tanto que ver con la acumulación de conocimientos, cuestión por lo demás infructuosa en tiempos en los que el acceso a la información es cada vez mayor y en los que la rapidez de los avances hace imposible dominar la totalidad de una disciplina. Las humanidades nos acercan a lo más profundo del ser humano y a las diferentes expresiones de nuestra cultura y civilización. Fomentan el espíritu crítico, porque nos sitúan ante preguntas que no tienen una respuesta única y nos conminan a la introspección y al debate. Y eso es que lo que necesita el mundo de hoy: personas capaces de discutir con argumentos, creativas y dispuestas a innovar con una mirada de bien común y de contribución a la reflexión y al análisis desde múltiples perspectivas de los dilemas que enfrentamos.
La historia, la literatura, la filosofía, el debate de ideas, el arte y la belleza son aspectos que contribuyen a construir mejores sociedades, más felices y desarrolladas. Al analizar las causas de la crisis social que nos afecta, vemos que en gran parte de la ciudadanía hay una insatisfacción de base, más o menos consciente, que no busca respuestas meramente materiales. Existe un anhelo de un mundo que se reencuentre con la ética, la estética, la mesura y la armonía con la naturaleza, que la humanidad y las humanidades nos revelan.
Los y las participantes en el simposio de esta semana abordaron los obstáculos y limitaciones de la enseñanza de los estudios generales, su responsabilidad en la formación de profesionales empáticos y solidarios en ambientes socioculturales diversos, la inter y la transdisciplinariedad y la visión de los y las estudiantes de la formación general, entre otros temas. Nos alegramos de ello. Las humanidades y las artes son un valor en sí mismas y nos aportan cultura, razón, respeto y belleza. No es posible avanzar hacia el pleno desarrollo personal y social sin promover el acervo de nuestras y nuestros estudiantes en estas áreas.
El Sur de Concepción, 12 de noviembre de 2023