Fue coordinada por la Dirección de Desarrollo Estudiantil, con el respaldo de la Dirección de Extensión, la Dirección General de Comunicación Estratégica y la Dirección de Docencia.
De vuelta del receso universitario por la celebración de Fiestas Patrias, la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DDE) de la Universidad del Bío-Bío tuvo la versión 2024 del Cuecazo UBB, que por primera vez se desarrolló en el campus Fernando May. La actividad estuvo compuesta por diversas expresiones artísticas, de parte de estudiantes de distintas carreras. La prorrectora Julia Fawaz dio la bienvenida a una tarde entretenida y llena de entusiasmo.
Este festejo comenzó con la interpretación del himno nacional, por parte del coro estudiantil y la orquesta de cámara, bajo la dirección de la profesora Elisa Rebolledo. Luego fue el turno del conjunto folclórico Traful, que además sembró entre los presentes el entusiasmo por bailar cueca. Más tarde la ternura envolvió el ambiente, ya que pequeños estudiantes del Colegio Hispanoamericano, demostraron su talento, tanto en el canto como en la danza, en el conjunto Bafochitos. Por último, el espectáculo estuvo a cargo del conjunto Encantos de Ñuble, compuesto por estudiantes UBB, a cargo del folclorista Fernando Cifuentes. Pertenecen al taller de folclor del campus Chillán.
De la Dirección de Desarrollo Estudiantil (DDE), Antonio Ruiz, Jefe del Departamento de Arte, Cultura y Comunicación, explica que “ésta es una iniciativa que se ha desarrollado anteriormente en Concepción, así que nos reunimos con los colegas de allá y ésta es primera vez que la hacemos en Chillán”.
Con esta actividad, los organizadores hacen hincapié en las raíces campesinas, especialmente representativas de la región de Ñuble.
Complemento a los estudios
Paralelamente, la entretenida jornada tuvo juegos criollos, en los que compitieron muchos de los asistentes. Además, permitió la instalación de una feria de emprendedores, en cuyos stands se instalaron estudiantes de diversas carreras, con productos que comercializan ellos mismos, para complementar sus ingresos.
Una de ellos es Margarita Cabrera, estudiante de Pedagogía en Ciencias Naturales, quien en su local ofreció productos como cosmetiqueros de distintos tamaños, también estuches y bolsos muy útiles para los niños más pequeños. Regularmente atiende a través de su cuenta de instragram @kuki.costuristas.
“Hay mucho peligro de robos, entonces tenemos un colgante del porte de una mano, es como una pulsera y asegura el cuidado del teléfono. Es decir, al momento de tirarlo, es más probable que se rompa la carcasa a que se lleven el celular”, sostiene.
La joven agrega que le va muy bien en esta ocupación paralela a sus deberes académicos. Incluso elabora algunos productos a pedido y se complementa con otras compañeras para la venta de manualidades.
