“De ‘anormales’ a incluidos. Una genealogía histórico-documental de la Educación Especial en Chile”, se denomina el libro del académico del Departamento de Ciencias Sociales UBB Dr. Marco León León, publicado por Ediciones Universidad del Bío-Bío. La obra, compuesta por un estudio preliminar de contexto y una serie de documentos de época, es un recorrido histórico a través de 36 textos que abarcan desde mediados del siglo XIX hasta el año 2010, entre artículos de revistas, folletos de difusión, opiniones en obras especializadas, reglamentaciones y leyes, que permiten visualizar la evolución de las ideas, políticas y costumbres educativas relacionadas con la denominada “infancia anormal” y su transformación progresiva hacia la Educación Especial.
El Dr. Marco León explicó que la obra es un producto derivado del proyecto Fondecyt Regular (2021) N° 1210545 denominado “Anormalidad y medios impresos: Representaciones socioculturales respecto de sujetos y grupos anormales durante el Chile desarrollista (1927-1973)”, centrado en la anormalidad vinculada a la peligrosidad en la población adulta.
“Al estudiar la categoría de anormalidad me di cuenta que existe también una derivación vinculada a la anormalidad infantil, población que todavía no es conceptualizada o percibida como peligrosa, y a la cual se destina un especial interés para evitar que en su vida adulta tenga este perfil de peligrosidad, que era lo que incomodaba a buena parte de las autoridades médicas, pedagógicas y políticas del Chile del siglo XIX y comienzos del XX”, señaló.
Es así como el Dr. León identifica diversos tipos de publicaciones que le permiten advertir la posibilidad de estructurar un corpus de textos vinculados a la categoría identificada inicialmente como infancia anormal. “Esa denominada infancia anormal agrupa a una serie de niños y niñas que presentan situaciones diversas como problemas conductuales, dificultades cognitivas, trastornos o enfermedades mentales. Es una categoría amplia, a veces ambigua, que agrupa a quienes en la época son considerados como descarriados, pero también a aquellos que tienen problemas de aprendizaje, que tienen alguna discapacidad física o cognitiva, y a quienes también realizan ciertas acciones o prácticas que son conceptualizadas como delictuales”, ilustró.
El investigador UBB precisa que los textos que conforman la obra permiten identificar un discurso institucional, político, pedagógico y médico que toma interés por esta “infancia anormal” y busca constituir un campo pedagógico: la educación para anormales. “Esa educación para anormales nace en Europa durante la segunda mitad del siglo XIX, llega a América Latina y a Chile y comienza a explicitarse a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX y se desarrolla en las décadas siguientes. Es vista como una práctica pedagógica que busca una suerte de control de una futura o probable peligrosidad de estos niños y niñas, y también en parte adolescentes. Esa es una idea que está muy presente”, refrendó.
En este cuadro, explicó el Dr. Marco León, se examina cómo la categoría de “infancia anormal” se va configurando y transformando, con avances y retrocesos, hasta llegar a finales de los años setenta del siglo XX, cuando empieza a consolidarse el concepto de “necesidades educativas especiales”.
“El título del libro alude precisamente a esta transición desde la anormalidad hacia la inclusión. Refleja la necesidad, percibida desde la autoridad estatal, de superar la mirada centrada en segregar o concebir a estos niños y niñas como seres especiales sobre los que debía ejercerse un control preventivo. Se trata, más bien, de reconocerlos como parte de la población escolar considerada “normal” y, en un sentido más amplio, como integrantes del cuerpo social chileno, el cual también fue transformándose desde comienzos del siglo XX hasta los inicios del XXI”, reseñó.
El Dr. León enfatiza que el libro permite mostrar cómo fueron cambiando las ideas y el lenguaje empleados para referirse a estos niños y niñas, y cómo dichos cambios terminaron configurando una práctica pedagógica específica. “En general, la anormalidad en los adultos se ha definido desde una perspectiva médica y, en buena medida, lo mismo ocurrió con la infancia desde comienzos del siglo XX, cuando prevaleció un enfoque centrado en identificar, clasificar e incluso intervenir a quienes eran catalogados como “infancia anormal”. No obstante, el libro evidencia que, con el tiempo, fueron los propios profesores y profesoras quienes adquirieron un rol protagónico: desde su trabajo cotidiano en las aulas y en contacto directo con la realidad escolar, lograron detectar y comprender las dificultades de esta parte de la población estudiantil”, argumentó el académico.
Juan Sandoval Carrasco
El Dr. Marco León señaló que desde el mundo pedagógico el profesor Juan Sandoval Carrasco se constituye en una figura clave, un profesional cuya trayectoria culmina como director de una escuela especial de desarrollo en Santiago, hacia la década de los años 40 y 50 del siglo pasado. El profesor Sandoval insiste en el hecho de que el diagnóstico fundamental de estos niños debe comenzar por la convivencia y la coexistencia con las y los profesores. No desconoce el diagnóstico o el apoyo de médicos, psicólogos, psiquiatras o de trabajadoras sociales, pero advierte que profesoras y profesores desempeñan un rol fundamental.
“Paulatinamente las y los docentes van participando de las distintas instituciones que se van generando, en las escuelas especiales, cursos también en las universidades e incluso en publicaciones especializadas, como fue la revista que dirigió el profesor Juan Sandoval Carrasco, que se llamó ‘El Niño Limitado’ y que se publicó desde 1969 durante 30 años”, indicó.
El Dr. León comentó que, si bien Sandoval Carrasco falleció a comienzos de los años setenta, su legado resulta relevante, pues aportó una perspectiva marcada por un enfoque humanista. Al revisar estos textos y situarlos en su debido contexto -indica el Dr. León- se advierte que a inicios de la década de 1970 predominaba una concepción amplia y humanista respecto de la llamada infancia anormal. Sin embargo, desde mediados de los setenta en adelante, esta mirada comienza a transformarse en un enfoque más técnico, que deja en segundo plano los contextos históricos, los valores y el entorno familiar, para centrarse principalmente en el desarrollo de habilidades, la creación y validación de instrumentos y, en definitiva, en estrategias destinadas a la rehabilitación y progreso de niñas y niños.
“El lenguaje, por supuesto, se modifica, pero esa mirada más técnica busca principalmente facilitar la inserción de estos niños y niñas tanto en la población escolar como en la sociedad. Sin embargo, desde mi perspectiva, esta aproximación tiende a reducir la amplitud y la riqueza de enfoques posibles para abordar la temática. Este constituye, en definitiva, uno de los antecedentes históricos y contextuales más directos de lo que hoy entendemos como Educación Especial. En líneas generales, ese es el núcleo de lo que aborda este libro”, ilustró.
El Dr. Marco León señaló que el libro puede resultar de interés no solo para historiadores, sociólogos, antropólogos, pedagogos y pedagogas, sino también para quienes están iniciando su formación docente o desean adentrarse en el mundo pedagógico en general. “Si bien se centra particularmente en la educación especial, permite observar cómo tanto la práctica como la institucionalidad pedagógica, junto con las ideas acerca de la enseñanza de una población considerada diferente del resto, constituyen procesos fundamentales de las Ciencias de la Educación. Al mismo tiempo, muestra cómo la educación puede entenderse también como un oficio que se construye y sostiene sobre la base de experiencias, las cuales, a su vez, alimentan conocimientos e ideas más formalizadas que terminan configurando la ciencia”, reflexionó.
