Proyecto de Extensión de la académica Yuri Vega Rodríguez, permitió entregar atención especializada a diversas agrupaciones de comunas ñublensinas.
Brindar a la comunidad de la provincia de Ñuble y en especial a las poblaciones vulnerables, un servicio fonoaudiológico de calidad que propenda al mejoramiento de la calidad de vida lingüística y comunicativa de todos los grupos etarios, como bases fundamentales de los aprendizajes escolares, de la inclusión con el entorno, y de las actividades de la vida diaria, fue uno de los principales propósitos del proyecto de Extensión denominado “Mejorando la calidad de vida comunicativa de nuestra provincia”, desarrollado por la académica del Departamento de Ciencias de la Rehabilitación en Salud, Yuri Vega Rodríguez, durante este 2013.
Entre las actividades desarrolladas se contempló evaluaciones diagnósticas a población infantil de hasta 4 años en el jardín infantil del Hogar de Cristo en Chillán. También se visitó la Escuela El Tejar donde se realizaron evaluaciones a alrededor de 70 niños y jóvenes de entre 6 y 15 años. El Centro Comunitario del Hogar de Cristo de la comuna de Quirihue también supo de las intervenciones de los estudiantes de Fonoaudiología de la UBB, donde se evaluó a niños y jóvenes de entre 6 y 14 años. En forma posterior, también se trabajó con población adulto mayor. Además, la agrupación de adultos mayores “Volver a nacer” de la parroquia de Chillán Viejo, pudo acceder a evaluaciones neuropsicológicas y a talleres de evaluación cognitiva. Estas tareas fueron desarrolladas por académicos y estudiantes de entre tercero y quinto año de la Escuela de Fonoaudiología.
De este modo, según describió la académica Yuri Vega, “también se busca lograr en nuestros estudiantes el alcance de competencias procedimentales en cuanto a la evaluación, identificación e intervención de trastornos del lenguaje, voz y de la motricidad oral en población de distintos rangos etarios”, aseveró.
Siempre en el marco del proyecto, se organizó en forma conjunta el seminario “Inclusión, una mirada desde la intervención multidisciplinaria” con la agrupación Mi Luna Azul, que reúne a padres, familiares y amigos de niños y niñas del Espectro autista.
La académica Yuri Vega destacó además el impacto que supone en las comunidades el acceder a este tipo de atención especializada. “El acceso a atención fonoaudiológica es complicado porque es costoso, y porque no hay fonoaudiólogo en todos los centros de salud familiar de la provincia o en los hospitales, y por tanto, se ven afectados tanto la población infantil como adulta. La población infantil, por normativa, tiene atención del diagnóstico de Trastorno Específico del Lenguaje, TEL, que se entrega por medio de las escuelas de lenguaje y proyectos de integración. Pero aquellos niños que no presentan este diagnóstico, pero sí tienen dificultades del lenguaje, no acceden a atención fonoaudiológica y esas dificultades pueden repercutir en dificultades de aprendizaje y de inclusión social”, comentó.
Finalmente, la académica precisó que se espera proseguir con proyectos similares que permitan profundizar el trabajo realizado hasta ahora. “De este modo damos cuenta de la preocupación permanente de la Universidad en problemas, realidades y necesidades concretas de los distintos sectores que conforman la comunidad provincial, asociando el saber con el compromiso y responsabilidad social como metas cardinales”, explicó.