Con clase magistral, socióloga española abordó el tema de la compatibilidad entre la vida familiar y el mundo laboral en el contexto de las actuales políticas sociales.
Muchas personas ven en su carrera un desafío vital para obtener reconocimientos. El trabajo se convierte en una prioridad que compite con la vida familiar. Aprender a equilibrar estos aspectos se ha vuelto todo un desafío en estos días. Es el tema que abordó la Dra. Ana María Rivas, socióloga de la universidad Complutense de Madrid, España, en la clase inaugural de la Escuela de Trabajo Social realizada en Concepción y Chillán.
Bajo el título “El impacto de los nuevos escenarios laborales en las actuales configuraciones familiares y su abordaje desde las políticas sociales”, la experta expuso la realidad a la que hoy se ven enfrentados, especialmente los jóvenes que quieren formar una familia y además trabajar fuera de casa.
“Las condiciones laborales de hoy apuntan a que las mujeres acceden al mercado laboral en iguales condiciones que los hombres. Un mercado que está pensado para hombres, con 8 horas diarias de trabajo, por ejemplo, por lo que se debe romper es ese tipo de organización del trabajo, hay que pensar otra forma de trabajar de manera remunerada, dar la posibilidad a las mujeres de acceder a un empleo fuera de casa, pero que también puedan llevar a cabo su proyecto de familia. Hay que cambiar la organización laboral, pensada para el varón” precisó la profesional.
La charla, a la que asistieron directivos, académicos y estudiantes de la Facultad de Educación y Humanidades, permitió a los jóvenes contextualizar el escenario en el que deberán desenvolverse como futuros profesionales.
Así lo explicó Marcela Concha, directora de la Escuela de Trabajo Social de la sede Chillán, quien enfatizó en que la exposición de la doctora viene a reforzar “una de las áreas de trabajo que tenemos que es la intervención familiar. En el centro de intervención social, una de las áreas de trabajo es la familia. Además, tenemos asignaturas que apuntan a desarrollar competencias en ese ámbito, por lo tanto es fundamental poder difundir entre los estudiantes las transformaciones sociales el trabajo sociodemográfico que han ido afectando a la familia y por ende a las nuevas formas de intervención y de trabajos con ellas”.
Entre las propuestas planteadas por la española y aludiendo a la realidad europea, precisó que “hay leyes de conciliación de la vida laboral y familiar enfocados en el permiso de maternidad a las mujeres, pero también con la paternidad de los hombres, para que se corresponsabilicen en la crianza de los hijos. Hay países del norte de Europa que cuentan con hasta dos años de autorización para cumplir con esta tarea, en España son quince días. Esos permisos son remunerados. Otra idea es acumular horas y ampliar los permisos de maternidad también a los varones”.