El Dr. Julio Parra Flores del Departamento de Nutrición y Salud Pública realizó estadía de investigación postdoctoral en Pathogen Research Centre, School of Science and Technology de Nottingham Trent University, Inglaterra. Actividad fue financiada por el proyecto internacional Santander Research Mobility Grants.
Perfeccionar la técnica de identificación de la bacteria Cronobacter mediante Multilocus Sequence Typing (MLST), uso de bioinformática así como la re-evaluación de cepas de Cronobacter sakazakii aisladas en México y Chile mediante MLST, fueron las principales actividades de investigación desarrolladas por el Dr. Julio Parra Flores durante su reciente estadía postdoctoral en Reino Unido.
Según explicó el académico, la Universidad de Nottingham Trent University en Inglaterra es reconocida mundialmente por su experiencia en la identificación de bacterias patógenas y de una bacteria emergente como es el género Cronobacter y las10 especies que la componen. “Realicé mi estadía de investigación junto al Dr. Stephen Forsythe, un desatacado investigador inglés en el área de inocuidad de los alimentos, higiene y microbiología de alimentos. Él desarrolló en conjunto con su grupo de investigación la técnica de MLST para Cronobacter spp en conjunto con la Universidad de Oxford, pero además han desarrollado varios métodos de identificación tradicionales y moleculares. El Dr. Forsythe es reconocido mundialmente, consultor de la Organización Mundial de la Salud y miembro de varias sociedades científicas internacionales”, precisó.
El investigador del Departamento de Nutrición y Salud Pública, explicó que resulta primordial profundizar en la técnica Multilocus Sequence Typing (MLST) para detectar Cronobacter spp y la especie C. sakazakii, en atención a que esta bacteria ha sido asociada a severas enfermedades neonatales y en particular con meningitis y septicemia en lactantes. “La principal ruta de infección es la ingestión de fórmulas infantiles de leche en polvo contaminadas y otras como la trasferencia desde la madre o cuidador a través de contaminación cruzada”, aseveró.
El Dr. Parra destacó que hasta ahora, varios métodos tradicionales y moleculares de detección solo daban cuenta de la bacteria precursora (Enterobacter sakazakii), y no de Cronobacter sakazakii. “La técnica MLST es aún poco utilizada; el año pasado investigadores brasileños realizaron una estancia en Inglaterra para conocerla y fruto de ello realizaron una publicación científica. Durante mi estancia había investigadores de Estados Unidos, República Checa, Francia y países africanos, quienes estaban perfeccionando la técnica junto al Dr. Forsythe. Se trata de una técnica molecular específica y considerada la más precisa para identificar no solamente la bacteria, sino también ciertas secuencias genéticas como el complejo clonal ST4 (factor de virulencia), asociado a la presencia de meningitis neonatal, esto ya evidenciado por diversas publicaciones en año 2012-2013”, ilustró el investigador de la UBB.
El Dr. Parra Flores comentó que la Organización Mundial de la Salud (OMS), en conjunto con la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO), han hecho dos evaluaciones de riesgo, una de ellas con Salmonella y Cronobacter, y otra dedicada exclusivamente a Cronobacter, básicamente para entregar orientaciones a nivel mundial respecto a esta bacteria. En EE.UU., Europa y Argentina, existe tolerancia cero frente a esta bacteria, y sus centros de vigilancia y control se orientan a detectarla. En Chile no se considera aún dentro del Reglamento Sanitario de los Alimentos (RSA).
Además, la Comisión del Codex Alimentarius (OMS/FAO) (2008), dentro del código higiénico de prácticas para leches en polvo destinadas a lactantes, requiere la ausencia de Cronobacter en estos alimentos, por lo que se hace necesario un monitoreo permanente, pero normado. “Estas guías prácticas referidas a procedimientos de reconstitución o rehidratación de leche infantil, plantean que las leches deben ser reconstituidas con agua hervida caliente a temperatura mayor a 70°C para disminuir el riesgo ya sea por Salmonella o por Cronobacter. Además, en el caso de no ser consumida de inmediato, la leche debe ser refrigerada a una temperatura menor a los 4ºC”, ilustró el Dr. Parra.
El académico dijo que la recomendación formulada por la OMS prácticamente no se cumple y aseveró que la fórmula de cualquier leche en polvo que se comercializa en nuestro país, recomienda preparar la leche con agua hervida tibia. “El problema es que si la leche se reconstituye y existe la presencia de Cronobacter en ella, y desde el momento en que se rehidrata y pasa un tiempo mayor a 2 horas, existe riesgo (que puede ser cuantificado) para quien lo consume. Siendo este riesgo mayor en personas con su sistema inmune aún en desarrollo como son prematuros y niños pequeños”, reiteró el investigador.
El Dr. Julio Parra aseguró que sobre esta materia, en Chile sólo existe un estudio del año 2008 realizado con otro tipo de técnica, cuando recién se conocía la bacteria precursora de Cronobacter. “Cronobacter Sakazakii no es una bacteria que normalmente se esté evaluando en las leches en polvo comercializadas en Chile, porque no está normada en el reglamento sanitario de los alimentos; estimo que esto debe ser evaluado por las autoridades y sumarnos a la tolerancia cero para esta bacteria”, aseveró el Dr. Parra.
Análisis de cepas mexicanas y chilenas
Durante su estadía de investigación, el Dr. Julio Parra también analizó muestras de cepas mexicanas identificadas como Cronobacter Sakazakii mediante rpoB-PCR, técnica molecular altamente específica. “Sin embargo, encontramos que solo alrededor de un 10% de las cepas que habían sido identificadas como Cronobacter sakazakii, lo eran realmente. También llevé cepas aisladas de leches en polvo chilenas, y al evaluarlas identificamos Cronobacter sakazakii y Cronobacter helveticus, información ya entregada al Ministerio de Salud de Chile”, comentó.
Finalmente, el Dr. Parra explicó que a través de un proyecto de investigación interno aprobado por la Dirección de Investigación de la UBB, seguirá analizando muestras de fórmulas infantiles de leche en polvo para lograr una mayor representatividad de los productos que se expenden a la población y con continuo apoyo de centros de investigación nacionales e internacionales. “La idea es generar información para lograr mayor inocuidad orientada a prevenir daños en la población y contribuir a la Salud Pública de nuestro país. Nosotros podemos generar información científica válida para que las autoridades adopten las decisiones, y evitar así que nuestra población se exponga innecesariamente a un probable riesgo en su salud”, advirtió el Dr. Julio Parra Flores.