“Relación de los hábitos alimentarios, el estado nutricional y las condiciones sociodemográficas con el envejecimiento exitoso de adultos mayores de ambos géneros, pertenecientes a agrupaciones organizadas de la ciudad de Chillán” se denomina la investigación liderada por la académica del Departamento de Nutrición y Salud Pública Verónica Barrón Pavón junto a la docente Pamela Chavarría Sepúlveda.
Determinar la influencia de los hábitos alimentarios y el estado nutricional en el envejecimiento exitoso de adultos mayores de ambos géneros, pertenecientes a agrupaciones organizadas de la ciudad de Chillán, es el principal objetivo de la investigación que desarrollan por estos días las académicas del Departamento de Nutrición y Salud Pública Verónica Barrón y Pamela Chavarría.
Las investigadoras, según explicaron, parten de la hipótesis de que existe una directa relación entre los hábitos alimentarios saludables y el estado nutricional normal de los adultos mayores que son objeto del estudio. Ello daría cuenta de un desarrollo del envejecimiento en forma exitosa, al no evidenciar problemas de salud que condicionen su calidad de vida o que impidan su autovalencia. “Según diversas investigaciones, se ha comprobado que los hábitos alimentarios, al igual que el estado nutricional, son componentes fundamentales para la conservación de la autonomía funcional de los adultos mayores en el desarrollo de un envejecimiento exitoso”, aseveraron.
Las nutricionistas Verónica Barrón y Pamela Chavarría explicaron que el estudio que desarrollan es de tipo correlacional, de corte transversal y prospectivo. “Se evaluará el estado nutricional mediante antropometría; los hábitos alimentarios con la Encuesta de consumo semi cuantificada sobre la base de las recomendaciones de las nuevas Guías Alimentarias Basadas en los Alimentos (GABA) MINSAL, 2013”, describieron.
Entre los objetivos específicos de la investigación, según detallan las investigadoras, también se podrá obtener la caracterización de la muestra en términos de su nivel de género, estado civil, escolaridad, actividad física y procedencia, así como la identificación de los hábitos alimentarios de los adultos mayores de agrupaciones organizadas de la ciudad de Chillán. Del mismo modo se evaluará el estado nutricional del adulto mayor mediante la medición del Índice de Masa corporal (IMC) y circunferencia de cintura, según género. “Además se podrá relacionar los hábitos alimentarios de los adultos mayores con la caracterización del grupo en estudio; también relacionaremos el estado nutricional de hombres y mujeres según caracterización de los adultos mayores, y relacionaremos el estado nutricional con los hábitos alimentarios de los adultos mayores del estudio”, explicaron las docentes.
Según comentaron las investigadoras, el tema de investigación es de suma contingencia toda vez que en Chile el 15% de la población corresponde a mayores de 60 años, y se espera que el 2025 llegue a ser cerca del 20,1%.
Asimismo, destacaron que de acuerdo a recientes investigaciones, la longevidad y el envejecimiento exitoso, dependen en un 65% de factores ambientales como estilo de vida, hábitos saludables, adecuado manejo del estrés entre otros, y solo el 35% de la variabilidad en la longevidad depende de factores genéticos. “Esto genera importantes desafíos para la sociedad y para las organizaciones internacionales de salud pública, orientadas a promover políticas públicas para un envejecimiento saludable”, advirtieron las docentes Verónica Barrón y Pamela Chavarría.
Talleres a adultos mayores del Centro de Actividades Prácticas de Fonoaudiología
En el contexto del proyecto de investigación, las académicas organizaron una serie de sesiones educativas destinadas a adultos mayores que participan en los talleres que desarrolla el Centro de Actividades Prácticas de la Escuela de Fonoaudiología, cuyo eje central son los estilos de vida saludable, la alimentación sana y la actividad física como garantes de un adecuado envejecimiento.
Las sesiones educativas contaron con la valiosa colaboración de las estudiantes de la Escuela de Nutrición y Dietética, Paloma Guzmán y Pamela Concha.
Según indicaron las académicas, de este modo pretenden reconocer la voluntad y disposición demostrada por estos grupos de adultos mayores que participan en la investigación. Asimismo, buscan graficar el sentido de compromiso social y de vinculación con el medio que propicia la UBB.
“Se trata de un grupo muy especial, pues sus integrantes participan activamente en esta instancia. Gracias a eso hemos podido realizar las mediciones antropométricas, evaluar el estado nutricional y también aplicar un cuestionario de hábitos alimentarios, y otro sobre estilo de vida. Eso lo pretendemos realizar con otros grupos organizados de la comunidad de Chillán, y por eso estamos buscando distintos tipos de agrupaciones de adultos mayores. Estimamos que la muestra quedará conformada por unos 250 adultos mayores activos de diferentes agrupaciones de la ciudad. La segunda parte de la investigación contempla la realización de una encuesta recordatoria de 24 horas, para conocer la ingesta calórica que tienen estos adultos mayores”, ilustraron.
Por su parte, la fonoaudióloga del Centro de Actividades Prácticas de Fonoaudiología UBB, Valentina Bachmann, valoró la charla brindada a los adultos mayores. Al respecto, explicó que el centro contempla siete grupos de 10 personas cada uno, cuyas edades oscilan entre los 60 y 80 años. Se trata de mujeres jubiladas, dueñas de casa, y también profesionales.
Valentina Bachmann destacó el rol social que cumple dicho Centro en Chillán, a través de la realización de talleres de Estimulación Cognitiva desarrollados por internos de la carrera de Fonoaudiología UBB, supervisados por ella y por la fonoaudióloga Salomé Pulgar.
“Los talleres de Estimulación Cognitiva para adultos mayores tienen como propósito estimular las funciones ejecutivas como memoria, atención, organización lógica, lenguaje y cálculo, que durante el ciclo vital pudieran verse disminuidas. Al estimular estas funciones se potencian las habilidades que tienen las personas y se evita el progreso o la aparición de dificultades. En cada etapa se trabaja con un sentido diferente. En el caso de las personas de alrededor de 60 años se busca prevenir o retrasar la aparición de dificultades, mientras que en el caso de quienes ya bordean los 80 años, pretendemos mantener las habilidades cognitivas que tienen”, precisó Valentina Bachmann.
La profesional, destacó el compromiso de los adultos mayores, quienes asisten regularmente durante todo el año, y demuestran mediante una actitud proactiva su preocupación por mantenerse activos y en óptimo estado de salud.