La cuarta reunión de la mesa convocada por la UBB y Corfo aglutinó a productores agrícolas de distintos rubros y tamaños, provenientes de las provincias de Arauco, Biobío, Concepción y Ñuble. El escalamiento de productos, la necesidad de recursos humanos especializados, y la asesoría en materias de gestión, investigaciones de mercado y marketing, entre otros aspectos, asoman como las principales demandas de los representantes del sector privado.
Más de una treintena de productores del sector agrícola y alimentario de la región del Biobío se dieron cita en la cuarta reunión de la Mesa Agroalimentaria convocada por Corfo y la UBB a través de la Dirección General de Investigación, Innovación y Desarrollo. La actividad tuvo lugar en dependencias del Centro de Extensión de la sede Chillán y fue dirigida por el jefe del Departamento de Investigación, Dr. Rodrigo Romo Muñoz, y por el jefe del Departamento de Desarrollo y Transferencia Tecnológica, Domingo Sáez Beltrán.
El propósito de la jornada fue recabar información directa de los productores y empresarios agrícolas, de manera de identificar falencias que dificultan el desarrollo del sector como motor económico, y al mismo tiempo definir ejes estratégicos que permitan superar dichos inconvenientes.
El Dr. Rodrigo Romo precisó que entre los participantes se contó a más de 30 representantes de empresas y productores agrícolas de distintos rubros y tamaños, lo que refleja la realidad del tejido empresarial del sector agroalimentario, que es heterogéneo y muy fragmentado.
“La idea era que los propios productores y empresarios identificaran ejes estratégicos para potenciar y fortalecer al sector, de manera que logren dar un salto hacia la generación de productos con mayor valor agregado. Hay aspectos que son comunes tales como la necesidad de contar con recursos humanos más especializados pero a costos razonables, una mayor asesoría en temas de gestión, investigaciones de mercado y markenting, entre otros. Un aspecto central mencionado por los asistentes es el referido al escalamiento de productos. Los productores comentaron que muchas veces tenían ideas y desarrollaban productos a pequeña escala, pero llegado el momento de escalar a nivel industrial, no encuentran el financiamiento ni las líneas de apoyo. Escalar un producto a nivel industrial es realmente caro, por ejemplo, un proyecto pequeño puede requerir entre 300 a 400 millones de pesos fácilmente, pues escalar implica adquirir maquinaria para producir industrialmente. Hay una brecha que no está siendo superada y que se debe abordar”, ilustró el académico de la UBB.
En tanto, Domingo Sáez Beltrán destacó lo productiva de la cuarta reunión, oportunidad en que también expuso el académico del Departamento de Arte y Tecnologías del Diseño, Gabriel Cereceda, director del proyecto Observatorio para el desarrollo de productos sustentables en MyPEs y PyMEs del sector agroalimentario de la región del Biobío. Dicho proyecto se define como una herramienta de acceso liberado para MyPES y PyMEs de la región y tiene como finalidad investigar, definir y asesorar a empresas pertenecientes al sector de agroalimentos de la Región del Biobío, tanto en la definición de nichos de mercados como en la manera de comunicar los aspectos e indicadores ambientales, acorde a su categoría de producto y metodología de obtención.
“También hicimos ver a los productores y empresarios, que estamos trabajando en alianza estratégica con ProChile, situación que permitirá en el corto y mediano plazo, colaborar y apoyar a estas empresas, justamente para focalizar y mejorar la gestión en materia de exportaciones, tales como los rubros, mecanismos y medios, cerrando así el círculo de la cadena de valor que se pretende entregar”, explicó Domingo Sáez.
El jefe del Departamento de Desarrollo y Transferencia Tecnológica destacó que el vínculo generado en la Mesa Agroalimentaria entre el sector privado, las universidades, Corfo y otras instituciones públicas, es sumamente necesario de cara a abordar las falencias que impiden el despegue definitivo del sector agroalimentario. “Nosotros como universidad perfectamente podemos colaborar con aquellas dudas manifestadas por los productores en materias como planes de negocios, tarifas, markenting, exportaciones, entre otros temas. Es nuestro compromiso como universidad estatal y pública, pero esos requerimientos también nos sirven como insumos para nuestros investigadores quienes sabrán en qué materias es necesario investigar de manera de solucionar algunos de los problemas que los productores manifiestan, problemas que muchas veces no se conocen y por tanto no son investigados”, aseveró.
Durante la reunión se eligió a representantes por rubro, quienes participarán en la próxima reunión de la Mesa Agroalimentaria prevista el día miércoles 13 de mayo. La nómina de representantes está compuesta por Susan Olate, Richard Salgado, Eduardo Jeria, Gastón Muñoz, Juan Eser, Jorge Valdés, Rodrigo Aparicio, Cristian Torres y Daniel Escalona.
Entre los participantes se contó a productores de berries, vinos, miel, productos secos y condimentos, cereales, pequeños productores de la asociación de agricultores de Ñuble, representantes del Consejo Agroalimentario de Arauco, y representantes de las provincias de Biobío y Concepción.
Regina Serrano, representante de South Organic Fruits, packing y exportadora de frutas orgánicas, principalmente arándanos, manzanas y peras, valoró el espacio y la oportunidad que supone para los privados. “La convocatoria es interesante tal como el objetivo, cual es lograr visualizar en conjunto las oportunidades y los inconvenientes que se van presentando. Lo ideal es que esto continúe avanzando y llegue a buen término. Quedamos bastante conformes y esperanzados en poder lograr el objetivo propuesto. Hay puntos que tenemos en común, independiente del área a la que nos abocamos. Hay temas específicos en función a mano de obra, capacitación, productividad, y apoyo que podemos lograr de los diferentes organismos estatales”, aseveró.
Similar opinión manifestó Enzo Pandolfi, representante del emprendimiento vitivinícola familiar Pandolfi Price. “Creo que estas instancias son muy buenas. Nos damos cuenta que, en general y a grandes rasgos, a los productores nos aquejan problemas comunes, pero cuando entramos en detalles específicos se advierten más diferencias. Ojalá que logremos posicionar el rubro entre los pilares de la región, pues mucha mano de obra, así como micro y pequeños empresarios dependemos de esto. Entre los puntos sensibles para nosotros está el tema de la logística, pues no podemos sacar nuestros vinos por los puertos aledaños a Concepción. Eso es complejo dado que nosotros movemos pequeñas cantidades, y los fletes terminan dañando demasiado los precios de nuestro producto. También cuesta bastante traer personal capacitado a la zona y quizás en conjunto es más fácil. Nosotros como empresa somos parte de un GTT (Grupo de Transferencia Tecnológica) y gracias a eso trajimos a una especialista estadounidense hace unos días; esa es una de las virtudes que tiene la asociatividad así es que esperamos que esto dé buenos resultados», argumentó.
El ejecutivo de Desarrollo Empresarial de Corfo Biobío, Miguel Rubilar Rubilar, comentó a los concurrentes que la Región del Biobío ya definió cuatro sectores estratégicos donde focalizar recursos, dos de carácter mesoregional, donde se encuentran Plataforma Logística e Industria de la Madera, y dos exclusivamente regionales expresados como Turismo Patrimonial y Étnico en la provincia de Arauco, e Industria Creativa focalizado en la provincia de Concepción.
“La Mesa Agroalimentaria constituiría el quinto sector estratégico de la región, y el trabajo que estamos realizando consiste en identificar las brechas o falencias que tienen las industrias, y que pueden ser susceptibles de mejorar a través de algunas políticas públicas, inyección de recursos, focalizando y priorizando. Luego diseñaremos una hoja de ruta que nos permita llevar adelante este levantamiento de brechas y que se plasmarán en una orgánica que permitirá trabajar conjuntamente al sector privado, la academia, la comunidad y el sector público. Se busca que las dificultades que expresan los productores puedan verse reflejadas en la toma de algunas medidas. La idea es presentar solicitudes para generar instrumentos nuevos ad hoc a las necesidades que se detecten en esta primera etapa”, aseguró.