En la Universidad del Bío-Bío se realizó la presentación en Concepción del libro Políticas de urbanismo y ciudad en Chile 1964-2014. Cincuenta años de destellos y esperas, del destacado sociólogo urbanista Waldo López, quien fuera invitado por el Centro de Estudios Urbano Regionales (Ceur) y el Laboratorio de Estudios Urbanos (LEU), el viernes 6 de noviembre.
Las principales contribuciones del libro fueron comentadas por el presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, Luis Bresciani; el arquitecto de SUR Corporación de estudios sociales y educación, Alfredo Rodríguez; el editor de la obra, Miguel Prieto; y los directores del Ceur y el LEU, Sergio Moffat y Aaron Napadensky, respectivamente.
Durante la presentación del libro Sergio Moffat destacó la creación del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en 1965, que dio inicio a una preocupación constante del país por la construcción de viviendas sociales, que se expresó en grandes números de unidades construidas, lo que ha permitido que en los últimos años el déficit en esta área no tenga el mismo carácter dramático que tenía en los años noventa. “Aspiramos a tener una sólida política urbana que contribuya a hacer nuestras ciudades más integradas, más vivibles para sus habitantes y desde ahí ser un aporte a una sociedad menos desigual”, expresó.
Para el presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, Luis Bresciani, el libro de Waldo López es el primero en Chile que relata cómo se ha hecho ciudad en las políticas públicas, desde la existencia misma del concepto. «Es absolutamente innovador y necesario para cultivar un debate común sobre la historia de los avances y las debilidades. Es un tremendo aporte a Chile y al debate de todos aquellos que estamos involucrados en materias de ciudad, porque permite comenzar a conversar sobre una base común, seria, profunda, concreta», enfatizó.
Además destacó que la publicación propone superar el sesgo sectorialista de la política urbana y que reconoce la virtud de la actual Política Nacional de Desarrollo Urbano, publicada el 2014. “El libro aparece en el momento justo donde debemos decidir cómo llevar eso a la práctica, cuál es el modelo de gobernanza, de planificación, de participación ciudadana y, el mayor desafío, cuál es la política de ordenamiento territorial que queremos”.
Por su parte, Alfredo Rodríguez, afirmó que Políticas de urbanismo y ciudad en Chile 1964-2014. Cincuenta años de destellos y esperas es un material fundamental para la formación de nuevos profesionales y de quienes ejercen o se están especializando. «Nos coloca en la perspectiva de seguir contribuyendo en la creación de ciudades más justas, equitativas y sostenibles que es la esperanza que nos mantiene».
Asimismo, aseveró que el derecho a la ciudad en América Latina se está construyendo en torno a tres ejes fundamentales: el pleno ejercicio de la ciudadanía, es decir, los derechos humanos que aseguren el bienestar colectivo de los habitantes en los territorio y la ciudad; la gestión democrática de la ciudad a través de la participación de la ciudadanía en forma directa; y la función social de la propiedad y la ciudad donde predomina el bien común sobre el derecho individual de propiedad. “Esto implica el uso socialmente justo y ambientalmente sustentable del espacio urbano. Hay que pensar la ciudad como una organización social, económica, política, en un espacio urbano, en un territorio determinado”, indicó.
Las apreciaciones fueron compartidas por el director del LEU, Aaron Napadensky, quien señaló que es notable el aporte del libro, pues su contenido permite conocer los distintos esfuerzos que se fueron dando en la política de vivienda y urbanismo y en la construcción de la ciudad por parte de ese Ministerio. “En cada política de estas cinco décadas se pueden ver intentos importantes de cómo abordar la producción de ciudad y el déficit en el área”, explicó.
Waldo López agradeció el análisis de los panelistas y afirmó que las ciudades están compuestas de personas que tienen opinión, impresiones, deberes y derechos, las que deben participar en la construcción de su ciudad, valorando su espacio, sus vecinos y las instituciones que tiene. “Hay pequeños actos que las personas podemos hacer y las políticas públicas tienen que ser capaces de recoger este sentir en la base de las personas. Por ejemplo, si cada barrio de Concepción pudiera tomar su identidad, hacerla explícita, compartirla con los vecinos y transformar esa idea de barrio en un proyecto, esta sería una mejor ciudad”, señaló.
Enfatizó que el gran tema pendiente en el país es el ordenamiento territorial que tiene como principios la habitabilidad, sustentabilidad, funcionalidad, crecimiento y flexibilidad de las normas. “Estamos muy lejos de esa realidad cultural. Todo lo que sabemos no sirve si no empezamos a pensar que cualquier hábitat es la parte más chica, de una muñeca rusa», concluyó.