El Dr. Carlos Escudero Orozco, quien lidera el Laboratorio de Fisiología Vascular e integra el Grupo de Investigación en Angiogénesis Tumoral (LFV-GIANT), destacó que el equipamiento permitirá analizar el comportamiento del flujo sanguíneo a nivel de la microcirculación en modelos animales in vivo.
El láser Doppler fue adquirido mediante el Fondo de Equipamiento Científico y Tecnológico (Fondequip), que entrega financiamiento a través de un sistema de concursos para la adquisición, actualización y/o acceso a equipamiento científico y tecnológico mediano y mayor para actividades de investigación; además de permitir el acceso a equipamiento internacional, según explicó el Dr. Escudero Orozco.
“En términos muy simples el equipo adquirido, emite un láser capaz de atravesar algunas estructuras, en este caso específico la piel, rebota y regresa a la cámara aportando información. Básicamente, se selecciona el láser para que sea capaz de golpear en estructuras que se encuentran al interior de los vasos sanguíneos. Ello nos permite ver cómo se comporta el flujo sanguíneo a nivel de los capilares. El cómo fluye la sangre en estos vasos diminutos, al nivel de la investigación que realizamos, es bastante difícil de recoger, porque no hay una metodología 100% exacta que permita identificar esa circulación”, explicó el investigador.
El Dr. Escudero lidera el Laboratorio de Fisiología Vascular e integra el Grupo de Investigación en Angiogénesis Tumoral (LFV-GIANT), que se orienta a entender los procesos que llevan a la formación de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis) en enfermedades tales como pre-eclampsia (hipertensión del embarazo) a través del proyecto Fondecyt 1140586; o el crecimiento tumoral (cáncer) a través del proyecto GI153109/EF. Para ello utiliza modelos animales, cultivos primarios de células endoteliales humanas y animales, técnicas de biología celular y molecular, incluyendo el silenciamiento y sobreexpresión de genes. Parte de esta información, además es utilizada para generar modelos matemáticos en colaboración con colegas del área de Fisiología como el Dr. Andrés Rodríguez, y del área de Matemáticas como los Doctores Patricio Cumsille y Aníbal Coronel.
“A nosotros nos interesa ver, por ejemplo, cómo impactan las patologías presentadas en el embarazo en la capacidad de formación de vasos sanguíneos en los neonatos humanos. Para ello, se utilizan modelos, en este caso ratones, con los cuales podríamos formular algunas extrapolaciones. Podríamos inferir, por ejemplo, que una alteración que sucedió durante la gestación, manifiesta en la cría al momento del parto, podría proyectarse hacia la vida adulta, en este caso del ratón; lo cual sugeriría que podría estar presente también en el humano. Por otro lado, en el campo del cáncer, se puede indagar la velocidad de crecimiento del tumor, y como el desarrollo de los vasos sanguíneos contribuye a este proceso, generando finalmente modelos in vivo que pueden complementarse con modelos matemáticos. Pese a la importancia en la investigación, hay que reconocer que son modelos y que el fin último es tratar de entender cómo ocurriría estos fenómenos en el humano”, describió el Dr. Escudero Orozco.
El investigador de la UBB, comentó que el equipamiento es único en Chile y a nivel latinoamericano sólo existe otro similar en Brasil. Ello implica ventajas y fortalezas frente a otros grupos de investigación que trabajan en esta línea.
Entre las posibles líneas de investigación que se abren a partir de este instrumental se visualiza el estudio del crecimiento tumoral, procesos de cicatrización de heridas, entre otras.
“Una aplicación que pretendemos abordar en futuras investigaciones se refiere a ver cómo sucede la circulación a nivel cerebral. El cerebro es un tejido noble cuyo desarrollo requiere de moléculas similares a las que se necesita para los procesos de formación de vasos sanguíneos. Una pregunta que hoy nos hacemos es cómo sucede ese proceso, y este equipo puede ayudar a dar nociones sobre ello. Por eso estimo que en próximos proyectos apuntaremos hacia esa línea que, hasta donde conocemos, no se está desarrollando en Chile”, explicó el Dr. Escudero Orozco.
“Creo además que la Universidad, a través del desarrollo de la línea de investigación en Fisiología Vascular, tiene mucho que aportar a nivel local y nacional. La llegada de este equipamiento nos permitirá seguir contribuyendo con modestos pero firmes pasas para este fin. El camino es largo, siempre los fondos son insuficientes y muy competitivos, pero debemos ser tenaces para poder ir avanzando”, reflexiona el investigador.
Del mismo modo, el académico realizó una amplia invitación a otros investigadores locales y nacionales, así como a sus estudiantes de pre y postgrado, para que se acerquen al Laboratorio de Fisiología Vascular, ubicado en el segundo nivel del edificio Fernando May, en el campus homónimo, con el propósito de conocer el equipo y discutir sobre eventuales investigaciones futuras e idealmente concretar vínculos de cooperación.