“Simulación Clínica como metodología de enseñanza y aprendizaje” se denominó la capacitación brindada por la Escuela de Enfermería de la UBB a través del Centro de Simulación Clínica de la carrera, orientada a académicos de la escuela y a profesionales del Hospital Clínico Herminda Martín de Chillán, quienes se desempeñan como docentes clínicos, y guían en sus prácticas a los estudiantes de la UBB.
La simulación clínica, según explicó la académica coordinadora del Centro de Simulación Clínica de la UBB, Ángela Astudillo Araya, es una metodología de enseñanza y aprendizaje que ofrece la posibilidad de realizar de manera segura, eficaz y controlada, una práctica profesional. De este modo, el estudiante o el profesional de la salud recrea una situación que podría enfrentar durante la práctica clínica, en un entorno que simula la realidad, permitiéndole vivenciar el proceso como si fuese un evento real, con el propósito de practicar, aprender y evaluar, para posteriormente abordar de mejor forma y con mayor seguridad la situación en la realidad.
“Esta metodología presenta múltiples ventajas puesto que permite responder a las demandas de calidad y seguridad para reducir al mínimo el riesgo de los pacientes. Constituye una herramienta fundamental para preparar y habilitar a los estudiantes en la disminución de los eventos adversos; y ayuda al estudiante a desarrollar habilidades sociales necesarias, para enfrentar con mayor seguridad una situación real en el contexto de sus prácticas profesionales”, aseveró la académica Astudillo Araya.
La simulación clínica permite el logro de algunos objetivos como la formación profesional, la evaluación, y la mejoría de la comunicación y del trabajo en equipos de salud. Para ello pueden emplearse actores o pacientes simulados y herramientas tecnológicas, como es el caso del Centro de Simulación Clínica de la UBB, donde se recrea un espacio clínico hospitalario con camas, camillas, cunas de procedimientos, salidas de oxígeno, aire y aspiración entre otros detalles. En dicho escenario se emplazan recursos tecnológicos y fantomas (maniquíes) capaces de reproducir sonidos propios de distintas patologías que contribuyen a desarrollar habilidades y competencias entre los estudiantes.
“Estimamos que las ventajas de esta metodología de enseñanza y aprendizaje son múltiples pues permite acelerar el proceso de aprendizaje, facilita el entrenamiento en habilidades no técnicas, brinda la oportunidad a los estudiantes de enfrentarse a situaciones clínicas poco habituales, que sólo visualizarán cuando sean profesionales. Asimismo, posibilita la corrección de errores y aprendizaje desde la propia experiencia; facilita la priorización de tareas y la integración de conocimientos; y permite alcanzar competencias en procedimientos invasivos sin riesgo para el paciente, entre otros aspectos”, valoró la docente Ángela Astudillo.
La simulación clínica como práctica docente
La académica Ángela Astudillo, explicó que la simulación clínica como metodología considera una serie de elementos técnicos y fases. Por una parte se debe contar con un centro de simulación implementado en forma adecuada, y además, el personal docente que desarrolla la metodología debe contar con la capacitación idónea que le permita diseñar escenarios y manejar la tecnología propia de esta área.
“El docente desempeña un rol fundamental. Debe centrarse en fijar objetivos y resultados, propiciar la reflexión de los estudiantes y dejar que éstos se expresen para no cohibir su iniciativa. Por ello, debe orientar la discusión de manera positiva para que el propio alumno comprenda los errores y aprenda de ellos en la etapa del Debriefing o de análisis reflexivo”, manifestó la académica.
Investigaciones avalan metodología
La carrera de Enfermería considera el ámbito educativo entre sus líneas investigativas, y en ese contexto se validó una encuesta de satisfacción respecto de la metodología de simulación clínica y se aplicó a estudiantes con el propósito de conocer su valoración sobre esta práctica.
“La encuesta contempla una serie de criterios, y prácticamente todos los estudiantes a quienes se aplicó el instrumento coinciden en que están muy de acuerdo en que dicha práctica aumenta la seguridad, la confianza, mejora sus habilidades, es un método útil de aprendizaje, y les ayuda a integrar la teoría y la práctica, entre otras cosas. Muchos de nuestros estudiantes solicitan que se realice más simulación clínica porque les ayuda a tener un acercamiento más real, antes de concurrir a una práctica clínica”, aseveró la enfermera Ángela Astudillo.
El curso de capacitación fue convocado por la Dirección de la Escuela de Enfermería a través del Centro de Simulación Clínica de la carrera, en tanto que las clases fueron impartidas por las enfermeras Mg. Ángela Astudillo Araya y Mg. Corinne Mangeon, junto al académico Dr. José Leiva Caro, y consideró situaciones hipotéticas propias de las áreas intra y extrahospitalaria, coordinadas por las académicas Marcela Espinoza Espinoza y Aurora Henríquez Melgarejo, respectivamente.
Para efectos de certificación, el curso fue reconocido como parte del Programa Permanente de Pedagogía Universitaria (PPPU), del Área de Desarrollo Pedagógico y Tecnológico (ADPT).
