Cuarenta y dos egresados de la Escuela de Arquitectura recibieron su certificado de título en una emotiva ceremonia realizada el 27 de mayo, en el Aula Magna de la sede Concepción. La actividad se realizó en el marco de cuadragésimo séptimo aniversario de la Escuela.
La ceremonia contó con la presencia del rector Héctor Gaete, autoridades universitarias, académicos, funcionarios y familiares de los egresados.
La decana de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño, Cecilia Poblete, se dirigió a los egresados recordándoles que fueron partícipes de la acreditación que le otorgó la Agencia Acreditadora de Arquitectura, Arte y Diseño AADSA a la carrera por el periodo 2015-2021. Asimismo, los felicitó por este nuevo logro en sus vidas. Espero, dijo, que se lleven buenos recuerdos de su Escuela, de sus profesores, del personal administrativo y de todos aquellos que aportaron a su formación. “Este es el día que oficialmente los despedimos y les deseamos un gran éxito personal y laboral, pero también les hacemos una invitación a quedarse con nosotros, a seguir formándose, a formar parte de nuestro Centro de Exalumnos y a que nos acompañen a celebrar, en tres años más, nuestros 50 años. Las puertas están abiertas para que salgan al mundo, pero también para que vuelvan, los estaremos esperando”, concluyó. 
Igualmente, la directora de Escuela, Claudia King, indicó a los profesionales: “ustedes encarnaron lo que la Escuela quiso hacer en cada momento; con su presencia y experiencia construyeron lo constante dentro de lo efímero, dejando los fundamentos para nuevas escuelas, nuevas formas, siempre efímeras y permanentes para las próximas escuelas, que nacen con cada estudiante que ingresa a primer año”.
La presidenta del Colegio de Arquitectos de Concepción, Claudia Hempel, destacó el gran momento que vive la arquitectura nacional y la realidad compleja que se vive al tener una ciudadanía más empoderada y exigente. Luego de felicitar a los profesionales, los invitó a formar parte del cuerpo colegiado afirmando que “somos nosotros, los arquitectos, los que no solo estudiamos la belleza, la armonía, la calidad de vida del entorno que habitamos, sino también nos enseñaron a enfrentar los problemas dentro de un gran entorno y una proyección a largo plazo. Es aquí, frente a esta compleja realidad, donde la voz de los arquitectos debe hacerse sentir, experta, imparcial y con una mirada amplia y de futuro, esa es la voz del Colegio de Arquitectos”, enfatizó.
Luego de la entrega de certificados de título, la Escuela de Arquitectura entregó reconocimientos a los egresados que destacaron por sus méritos académicos y personales.
El premio Universidad del Bío-Bío fue entregado por el rector Héctor Gaete a Camilo Fuentealba. El premio Escuela de Arquitectura fue para Carolina Catrón. De igual modo se distinguió a los cinco mejores proyectos de título de la promoción realizados por María Constanza Salazar, Álvaro Bascuñán, Patricio Ortega, Alfonso Galán y Carolina Catrón.
Asimismo, el Premio Colegio de Arquitectos Augusto Iglesias recayó en Simón Guzmán; el reconocimiento de Desarrollo Estudiantil fue para Valentín Quiroz; el de Promoción de Carreras para Camilo Fuentealba y el de compromiso social del Servicio de Asistencia Técnica del cuerpo colegiado fue para Josefina Palacios.
En un emotivo discurso en representación de los titulados, la arquitecta María Paz Cid, expresó: “La universidad de la que hoy de manera simbólica nos despedimos en esta ceremonia de titulación fue el contexto que sustentó nuestra vivencia como estudiantes, al que sitúa nuestro aprendizaje en el mapa y que nos permitió sumar a nuestra identidad de origen la identidad de ser arquitectos de la Universidad del Bío-Bío”.
En la ocasión, agradeció la labor de los docentes y el apoyo incondicional de familiares y amigos, finalizando sus palabras con un mensaje a sus compañeros: “Agradezco a ustedes mis colegas de generación por las historias y vivencias de aprender en conjunto. Les deseo lo mejor por venir, confiando en que nunca dejaremos de lado el entrenamiento como observadores del entorno y las maneras de habitar. Cada uno será el mejor profesional que quiera ser, siempre trabajando con ética y responsabilidad, aportando al territorio que habitamos y construyendo constantemente la fortaleza del espíritu que nos permitirá sortear con éxito las pruebas. Espero que nunca pierdan la capacidad de asombro y la sed de aprender”, expresó.
