Como una herramienta para desarrollar de mejor forma su trabajo, la Universidad del Bío-Bío implementó un taller teórico-práctico para mujeres trabajadoras
Con el fin de entregar conocimientos técnicos y prácticos sobre manipulación de alimentos a jefas de hogar de la ciudad, se desarrolló un taller de parte de académicos, profesionales y estudiantes de la carrera de Ingeniería en Alimentos, de la Facultad de Ciencias de la Salud y de los Alimentos de la Universidad del Bío-Bío.
Esta iniciativa fue impulsada por la mencionada carrera y por el Programa Aprendizaje y Servicio de la Facultad de Ciencias Empresariales de la UBB, en conjunto con el Programa Mujeres Trabajadora y Jefa de Hogar, del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género Chillán. El académico Mauricio Salazar, director del proyecto PM UBB 1402 Aprendizaje Servicio, relató que no fue fácil el desarrollo de estas tareas, debido a que requirió la coordinación de distintas unidades.
“Seleccionamos a un grupo de mujeres jefas de hogar y empezamos a generar lazos hasta que hoy día ellas van a recibir una capacitación en torno a cómo manipular ciertos alimentos, cómo hacer, conservas, cómo enlatarlos y una serie de cosas más técnicas. Pero básicamente nuestra labor ha sido más de nexo ante un requerimiento”, indicó.
En tanto, Fabiola Salgado, coordinadora del programa Jefas de Hogar en Chillán, compartió que desde hace años que trabajan de manera conjunta con la UBB en la capacitación de mujeres trabajadoras.
“Este año surgió esta inquietud desde las mismas usuarias, pero que el curso de manipulación de alimentos no fuera sólo teórico, sino también práctico. Este curso va a ser muy bueno para ellas y espero que lo puedan utilizar en sus emprendimientos”, señaló.
La académica Fabiola Cerda, directora de la Escuela de Ingeniería en Alimentos, se refirió al trabajo sistemático que desarrollaron los alumnos y que, más allá de excelentes resultados obtenidos, fortaleció el sentido de cohesión.
“Se coordinaron los horarios, también las personas que trabajan en la planta piloto, Forman parte de un equipo, que tiene una apreciación de servicio hacia la comunidad, muy alta. Ése es el sello que queremos poner en nuestros estudiantes, que ellos también sientan que pueden servir a la comunidad y que estos pequeños espacios les sirvan para saber que pueden comunicar lo aprendido”, indicó la docente.
Una de las beneficiadas con esta iniciativa fue Celia Rodríguez, quien agradeció esta capacitación. “Fue muy agradable conocer a compañeras nuevas y todas tenemos un pequeño emprendimiento. Aprendí mucho y me va a servir, porque compro en el campo quesillos y huevos para venderlos después. Lo mismo con muebles”, dijo.
