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Publicado el 26 de mayo del 2017

Trawün convocado por Colectivo MOCEN UBB invitó a la reflexión sobre aspectos identitarios

Por Cristian Villa Rodríguez
Etiquetas: Educación, Humanidades
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La actividad tuvo como propósito generar un espacio de conversación, reflexión e intercambio de experiencias y saberes entre los participantes, según explicó el presidente de MOCEN, estudiante de Pedagogía en Historia y Geografía, Nicolás Garrido Astorga.

“Género, interculturalidad y resistencia Mapuche” fueron los ejes convocantes del Trawün organizado por el Colectivo de Estudiantes MOCEN de la Facultad de Educación y Humanidades.

La actividad, realizada en la Sala A-23 del Campus La Castilla, congregó a estudiantes de diversas carreras de la Universidad, integrantes de agrupaciones ciudadanas, así como a representantes de organizaciones Mapuche, y la académica del Departamento de Artes y Letras, Martiza Aburto Durán. Asimismo, en forma especial se recibió a estudiantes de establecimientos secundarios de Chillán.

“El Colectivo MOCEN aborda los temas de interculturalidad, reivindicación y revitalización de los pueblos originarios, tanto en Ñuble como a nivel nacional. El Trawün es un encuentro de personas, quienes a pesar de la diversidad que pueda existir, se respetan entre sí. Es una reunión que implica escucharnos y alcanzar también algunos consensos, tal como lo hacían nuestros antepasados y como lo hacen los mapuches hoy al interior de sus comunidades”, expresó el presidente de MOCEN, estudiante de Pedagogía en Historia y Geografía, Nicolás Garrido Astorga.

En la oportunidad, la académica del Departamento de Artes y Letras, Dra. Maritza Aburto Durán, valoró la serie de temas y cuestionamientos que los distintos concurrentes expresaron, y en forma especial se refirió al concepto del “mestizaje”, aspecto particularmente atingente toda vez que el pueblo chileno es mestizo, sin embargo, histórica y culturalmente ha asumido y relevado aquellos aspectos más propios de la cultura occidental y española, relegando o invisibilizando el aporte de los pueblos originarios.

“Uno puede advertir muchos cuestionamientos y críticas y eso es muy positivo porque quiere decir que la cultura está viva. Implica que quienes tienen esa cultura quieren revitalizarla y se niegan a perderla”, expresó la académica.

Es por ello que cobra pleno sentido la demanda de diversas agrupaciones mapuches y chilenas por redescubrir y aprender el Mapudungun, pues el idioma juega un rol central en los esfuerzos por comprender la cosmovisión indígena.

“La condición de mestizo es denostada, no sólo por el español que se ha vinculado con “estos salvajes”, y que ha dado origen a un ser ambiguo, sino también por los propios pueblos y el pueblo mapuche en particular. En el caso de los mestizos, que somos todos nosotros, se nos negó la mitad de nuestra identidad. Hemos vivido generación tras generación, con una mitad menos, con una parte menos, y esa parte menos es una carencia, un detrimento. Desde la escuela se nos enseñó a identificarnos con la vertiente española, y nos enseñaron que eso era lo válido y lo bueno. Nos enseñaron a negar esta otra parte que también es nuestra. Como mestiza apelo al derecho a exigir que me devuelvan la otra parte, porque yo estoy incompleta porque no sé de lo otro”, reflexionó la académica Aburto Durán.

El Trawün también consideró la participación del cantante mapuche Lautaro Llancaqueo, quien compartió algunos de sus temas. “Yo le canto a mi pueblo, a mi gente, a mis pares. Al final somos mestizos, entonces yo le canto al mapuche y al chileno, que no somos enemigos como se trata de mostrar. Mi canto va direccionado a ellos; quizás soy un periodista del pueblo, porque una de las formas más antiguas de narrar lo que está pasando es a través del canto. Mi canto es al amor, a la diversidad, los temas que se están hablando”, explicó el intérprete.

En tanto, el estudiante de Pedagogía en Historia y Geografía, Byron Huiza, rescató el valor del reconocerse como personas merecedoras de respeto, por esa sola condición, no importando el origen o la procedencia. Él mismo, reconoce, es originario de Santiago, pero actualmente reside en Tiuquilemu, junto a Buli Caserío, distante 10 minutos de San Carlos.

“He vivido en Osorno, Temuco, Concepción, y aunque ha sido de paso, siempre me siento en casa. Yo me siento un poblador del mundo. Uno puede ser de cualquier país o territorio, pero al final uno termina siendo una persona que habita el mundo. Nunca he pertenecido a un solo lugar; he estado en varios lugares, porque como dice mi madre, tenemos corazón gitano. A mí me encantan las otras culturas. Escucho mucho rap y habitualmente ese rap es español, latinoamericano, chileno e incluso ruso. A mí no me importa la zona geográfica en la que esté, lo importante son las personas con las que uno se relaciona, porque independiente de dónde estemos, somos personas, somos seres humanos. Tengo muchos amigos extranjeros y nunca he tenido problemas con ninguno de ellos, por el contrario”, aseveró.

Durante el Trawün también se compartió un audiovisual donde la estudiante UBB, integrante del Colectivo MOCEN, se refirió a “La experiencia de ser Mapuche”.

El encuentro finalizó con un trabajo grupal consistente en la realización de un acróstico, donde los concurrentes expresaron diversos conceptos que afloraron a la luz del diálogo y la reflexión de la jornada.

Cristian Villa Rodríguez

Cristian Villa Rodríguez, Periodista. cvilla@ubiobio.cl 042-2463015

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