Motivar a las niñas y jóvenes de Ñuble para que conozcan la Informática, despejen mitos, aprehensiones y la incorporen como un área de posible desarrollo vocacional, es uno de los principales objetivos del proyecto de Extensión Relevante denominado “Acercando la Informática a niñas y jóvenes de la Región de Ñuble”. La iniciativa es dirigida por la académica del Departamento de Ciencias de la Computación y Tecnología de la Información, Dra. María Angélica Caro Gutiérrez, junto a la dirección alterna de la académica Marcela Pinto Fernández.
La Dra. María Angélica Caro explicó que durante los últimos 6 años, incluyendo este 2018, se han matriculado 58 mujeres en las carreras del área Informática de la Universidad del Bío-Bío, lo que equivale a un 11%. Es más, en el último proceso de selección ingresaron 5 mujeres, lo que corresponde al 8%. Esta realidad da cuenta de un fenómeno que se replica a nivel nacional e incluso mundial. Por razones de género, estereotipos y/o prejuicios, esta disciplina es asumida como propia de los hombres, tal como ocurre con otras carreras de las áreas de las ciencias y la matemática.
“Estas cifras son muy bajas y se vienen dando hace muchos años. Creemos que eso se debe revertir, porque el talento se reparte en forma homogénea y no hay áreas del conocimiento privativas de hombres o mujeres”, aseveró la académica UBB.
La Dra. Caro Gutiérrez comentó que esta inquietud se viene incubando desde hace un tiempo entre académicas del área. Fue así como el año 2017 dieron forma a la agrupación Mujeres en Informática de la UBB.
“De manera informal comenzamos a desarrollar talleres de programación empleando un lenguaje sencillo de trabajar, como es Scratch, que permite crear programas mediante el uso de bloques. Eso facilita bastante su comprensión y además hay bastante material que permite que las niñas aprendan a programar jugando o tengan nociones básicas de lo que significa la programación. Fue así como logramos realizar algunos talleres en el Colegio Concepción de San Carlos y en la Escuela Glorias Navales de Ninhue”, ilustró.
Esa fue una primera experiencia que este año se ha logrado replicar de manera más sistemática y con mayores recursos. “Nuestro objetivo es acercarnos a las niñas pequeñas porque hemos detectado que ellas son más receptivas a repensar el rol que actualmente pueden desempeñar. Usualmente se orientaba a las mujeres para que optaran por carreras de servicio, cuando en realidad pueden optar a la carrera que más les interese. Creemos que mostrarles esta área a las niñas y jóvenes también permite mostrar un abanico de posibilidades más amplio”, argumentó la Dra. Caro Gutiérrez.
La investigadora UBB también es consciente que existen algunos estereotipos y prejuicios respecto de quienes trabajan en carreras de Informática, y por ello la estrategia contempla que los talleres sean brindados por estudiantes mujeres de pre y postgrado, así como por mujeres profesionales que ya tienen experiencia en el campo laboral. La idea es que las niñas y jóvenes puedan verse reflejadas e interesadas en descubrir una disciplina que otorga amplias posibilidades de desarrollo profesional.
“Este año comenzamos con talleres durante el primer semestre. Retomamos nuestros contactos y volvimos a realizar talleres en la Escuela Glorias Navales de Ninhue y con el Colegio Concepción de San Carlos. Este segundo semestre tenemos talleres con el Colegio de la Purísima Concepción, Colegio San Vicente, Liceo Técnico Puente Ñuble, establecimientos de Coihueco, entre otros. Queremos que esto despierte la inquietud no sólo en las niñas sino también en los mismos colegios y escuelas para que ellos den continuidad a este trabajo”, manifestó la Dra. Caro.
Los talleres se realizan en los propios colegios o bien en los Laboratorios Centrales del Campus Fernando May, según lo estimen los establecimientos educacionales de acuerdo a sus capacidades físicas y tecnológicas.
Según explicó la Dra. María Angélica Caro, hacia el final del taller las niñas y jóvenes serán capaces de realizar un programa, desarrollar una aplicación, un juego o una animación, por mencionar ejemplos, de manera que vean el fruto de su trabajo.
“En principio las participantes se muestran algo tímidas, pero luego se dan cuenta que las tareas propuestas son abordables. Advertimos que se sienten a gusto haciendo estas actividades pero también detectamos ciertas inhibiciones cuando se trata de realizar este tipo de trabajo junto a los chicos. Nos llamó mucho la atención que un colegio en que desarrollamos un taller el año pasado implementó un programa abierto de programación pero no se inscribió ninguna niña. Somos conscientes que el cambio no se logra con una sola iniciativa sino que se debe seguir trabajando. Lo ideal sería que los propios colegios buscarán propiciar la equidad en cuanto al número de chicas y chicos por taller”, reflexionó la académica UBB.
La Dra. Caro Gutiérrez aseguró que mediante el proyecto de Extensión Relevante también se pretende que las mujeres se incorporen al uso de Tecnologías de Información y Comunicación (TICs), lo que les permitirá desenvolverse adecuadamente en la nueva sociedad digital. “Es un hecho que la familiarización con la tecnología y las ciencias de la computación aporta a reducir la desigualdad socio-económica pues las sociedades modernas privilegian el conocimiento por sobre el trabajo basado en la fuerza bruta”, describió la investigadora.
Y en concordancia con lo anterior, la Dra. María Angélica Caro recalcó que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) desde el año 2010 reconoce la necesidad de facilitar la incorporación de la mujer a las nuevas tecnologías puesto que las TICs son herramientas de desarrollo económico e inclusión social para las mujeres de la región.
“Chile, en su agenda digital, manifiesta que es fundamental la participación de hombres y mujeres en la nueva economía digital, por ello trabaja en el diseño de una política de igualdad de género en el ambiente digital, contempla mecanismos de promoción y medición de la participación en las dimensiones de acceso y uso de las TICs, capacitación, empoderamiento y educación en competencias digitales”, aseveró la Dra. Caro.
El proyecto de Extensión considera el levantamiento de información por medio de la aplicación de un instrumento a las niñas y jóvenes que accedan a los talleres. Se busca, de este modo, registrar las percepciones de las participantes en dos momentos clave: antes de participar en los cursos, y una vez que ya concluyeron la experiencia.
El equipo de trabajo, además de las académicas María Angélica Caro Gutiérrez y Marcela Pinto Fernández, también está conformado por Soledad Martínez Labrín del Departamento de Ciencias Sociales; María Antonieta Soto Chico y Marlene Muñoz Sepúlveda del Departamento de Ciencias de la Computación y Tecnología de la Información; Soledad Quezada Cáceres del Departamento de Arte y Tecnologías del Diseño; las profesionales Magdalena Díaz Riffo, Karina Leiva Parra, Margarita Quiroz Carreño, y estudiantes de pre y postgrado de la UBB.