Autoridades, académicos, funcionarios administrativos, estudiantes y exalumnos, relevaron las cualidades personales y profesionales del connotado académico del Departamento de Ciencias de la Educación, fallecido el viernes 7 de septiembre recién pasado. Tras ser velado en la parroquia Santo Domingo de Chillán, fue sepultado en el Parque Las Flores de esta ciudad.
Amplias muestras de pesar y de reconocimiento suscitó el deceso del Dr. Enrique Blanco Hadi, académico de la Facultad de Educación y Humanidades, quien además desempeñara el cargo de director del Departamento de Ciencias de la Educación durante 3 años.
Enrique Blanco era profesor de Estado en Filosofía por la Universidad de Concepción; Magíster en Educación por la Universidad de Chile y Doctor en Educación por la Universidad de Valladolid.
El rector de la Universidad del Bío-Bío, Dr. Mauricio Cataldo Monsalves, destacó las cualidades humanas del académico, así como el reconocimiento que profesan muchos de sus alumnos y exalumnos. “Enrique tenía el respeto de muchos de sus alumnos porque era una persona a la que le gustaba hacer docencia. Desde ese punto de vista, Enrique representa de la mejor manera a nuestros académicos y académicas que se entregan por entero a la tarea de darle al país los profesionales que necesita. Él además lo hacía con mucho afecto, amor y dedicación. Eso es destacable y es el perfil que debería tener todo académico en nuestra Universidad”, aseveró.
La Federación de Estudiantes de la Universidad del Bío-Bío de la sede Chillán, también se sumó a los reconocimientos. “Lamentamos la pérdida de un grande, un hombre sabio, sencillo y humilde. El profesor Enrique Blanco desarrolló labores en nuestra Universidad, siempre comprometido por entregar una educación de calidad y desarrollar nuestro rol crítico como futuros docentes. Un abrazo al cielo, profesor”.
La académica Dra. Fancy Castro Rubilar, cercana compañera de labores, manifestó que lo más destacado del profesor Enrique Blanco, dice relación con su forma de tratar a todas las personas. “Fue una persona muy respetuosa. Como director del Departamento de Ciencias de la Educación, siempre estuvo disponible para escuchar y atender los requerimientos en forma respetuosa. Más allá de las diferencias que pudiera tener con las personas, siempre prevaleció en su forma de actuar el respeto, la delicadeza para recibir y escuchar”, aseveró.
Igualmente, la Dra. Castro Rubilar destacó que quienes trabajaron con él, valoraron el respeto a la dignidad de las personas que el profesor Blanco profesaba.
“Desde la perspectiva de los estudiantes, es impresionante cómo marcó la existencia de muchas generaciones. A través de las redes sociales manifestaron la gran admiración que tenían por él, y algunos lo denominaban maestro porque Enrique, más allá de emplear tecnologías o recursos didácticos, hacía de su catedra un arte; el arte de entregar, compartir y hacer reflexionar y pensar. Para eso no se necesita tanta tecnología, sino convicción y saber comunicar. Creo que él fue un maestro comunicando desde la Filosofía”, precisó.
La académica Fancy Castro también relevó el apoyo irrestricto del Dr. Blanco a las movilizaciones estudiantiles por un educación más justa, gratuita y de calidad. “Creo que a Enrique lo asistían muchos principios, convicciones y valores que lo ayudaron a ser la persona tan querida que fue y a quien se le extrañará mucho, sobre todo por su paciencia y humildad”, manifestó.
El decano de la Facultad de Educación y Humanidades, Marco Aurelio Reyes Coca, reconoció que Enrique Blanco también fue muy valorado por la sociedad de Ñuble. “Tan infausto acontecimiento nos ha traspasado hasta lo más profundo de nuestro corazón y nos ha costado sobreponernos al impacto de una lamentable noticia. Enrique era un “Amigo de todas y todos”, inteligente, sociable, amistoso, amable, buen amigo y colega. Deja una estela indeleble en su paso por nuestra institución. Todas y todos estamos consternados, tanto como sus familiares. Se ha ido después de soportar una penosa enfermedad. Solo dios sabe a quiénes se lleva de este mundo terrenal y en él confiamos el destino de su alma”, expresó.
La académica Juana Castro Rubilar, también compartió sus reflexiones, asegurando que el profesor Blanco fue valorado por colegas, amigos y por sus alumnos. “Aquí quedamos con esta pena profunda, por esas clases que no se darán… Esas clases de maestro transformador, comprensivo y respetuoso de sus estudiantes. Cuánta entrega, cuánta paciencia para explicar una y otra vez la filosofía, su disciplina ¿Qué haremos ahora sus colegas? ¿Qué harán los estudiantes, aquellos que no pudieron terminar con él su seminario de título? Nos quedamos huérfanos de conversaciones de la vida, de los proyectos, de la democracia, del campo (…) Estoy segura nos miras sonriente y afectuoso como siempre, así te recordaremos querido formador generoso de tantos Profesores y Profesoras. Hasta siempre Enrique. Fue un orgullo ser tu colega en esta Facultad”, describió.
En tanto, la coordinadora de la Unidad de Género, Equidad e Inclusión, Soledad Martínez Labrín, coincidió en los términos expresados. “De Enrique destacamos su gentileza y don de gentes. Él era un caballero, muy cuidadoso con los demás y de muy buen trato. Era una persona muy reflexiva, además de ser crítico. Enrique escuchaba mucho y era muy cuidados y gentil con todas las personas, ese elemento se destacó mucho. Sus estudiantes lo querían mucho y así lo han manifestado en distintos espacios”, ilustró.
Al profesor Enrique Blanco Hadi le sobreviven su esposa Ivonne Barrenechea y sus tres hijos: Gabriela, Enrique y Rodrigo.
Este 11 de septiembre habría cumplido 64 años.
