La versión 2020 permitió conocer el trabajo de académicas y académicos, evidenciado en 25 ponencias en los ámbitos de Innovación Metodológica, Docencia en Línea y Buenas Prácticas Pedagógicas. La conferencia inaugural fue brindada por la Dra. Beatriz Palacios Corral, directora de Innovación Educativa del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, México, quien se refirió a la “Transformación de la educación hacia experiencias digitales y a distancia”.
Generar un espacio de reflexión y socialización de las experiencias innovadoras en docencia y buenas prácticas de las académicas y académicos de la Universidad del Bío-Bío, relacionadas con estrategias activas se enseñanza y evaluación de aprendizajes con o sin Tecnologías de Información y Comunicación, fue el principal objetivo de la actividad organizada por la Vicerrectoría Académica, la Dirección de Docencia, junto con el apoyo de la Unidad de Gestión Curricular y Monitoreo, y el Área de Desarrollo Pedagógico y Tecnológico.
La directora de Docencia de la UBB, Dra. Susana González Valenzuela, precisó que el encuentro, donde la docencia a distancia es la protagonista, adquiere más importancia aún, sobre todo considerando que el año académico 2020 ha sido uno de los más complejos que las instituciones de educación superior han debido enfrentar debido a la pandemia.
En este sentido, la Dra. Valenzuela recordó que el año 2018, al inaugurar el 5to encuentro UBB expresó una reflexión que la actual pandemia ha venido a ratificar. “Pensando en el futuro, una de las características del siglo XXI es el increíble aumento del acceso a la información que permite la conexión a internet, el desarrollo de la digitalización, las nuevas formas de interactividad a través de las redes sociales, los nuevos usos de las computadoras y los celulares como recursos didácticos, sumados a los medios antes disponibles, éstos tienen el poder de revolucionar las metodologías de la educación con un énfasis cada vez mayor en el aprendizaje más que en la enseñanza”, evocó.
La Dra. Beatriz Palacios Corral, en su conferencia “Transformación de la educación hacia experiencias digitales y a distancia”, precisó que la sociedad global vive un punto de inflexión histórico, donde la educación se ve impactada por múltiples cambios en la ciencia, medicina, tecnología, entre otros. Esta situación lleva a la necesidad de innovar en los modelos educativos de las universidades, que siguen manteniendo estructuras y lógicas de siglos pasados, obviando que los estudiantes del siglo XXI poseen necesidades y condiciones muy diferentes.
“Las nuevas generaciones enfrentan un mundo en constante cambio, con distintos desafíos como la integración a un mundo globalizado, avances tecnológicos acelerados, la propia percepción de la sociedad respecto al valor de la educación superior, la demanda de nuevas competencias en el mercado laboral, nuevos perfiles generacionales inmersos en el mundo digital y la evolución de los sistemas educativos y creación de nuevas universidades orientadas a ámbitos específicos”, ilustró.
En ese contexto precisó que existen teorías de aprendizaje que atienden las necesidades del alumnado del siglo XXI tales como la educación basada en competencias, aprendizaje experiencial, constructivismo y aprendizaje significativo, cognición situada y aprendizaje auténtico.
Del mismo modo, la Dra. Palacios Corral identificó 6 habilidades básicas en las que se debe preparar a las personas: creatividad, colaboración, manejo de la tecnología, habilidad comunicacional, resolución de problemas y ciudadanía responsable para asumir los retos de la sociedad.
“Lo que hemos aprendido como universidad es que tenemos que transformarnos, cada quien desde nuestro ámbito tenemos que aportar en esa transformación, profesores/as, directivos/as, alumnos/as. Sólo la colaboración es la que nos permitirá como universidades prepararnos para seguir transformándonos en un mundo cambiante”, enfatizó.
En tanto, el Dr. Felipe Lecannelier Acevedo, quien trabaja en la línea investigativa del aprendizaje emocional desde el año 2004, expuso la conferencia denominada “El aprendizaje bajo el vínculo de apego y el cerebro social”.
El Dr. Lecannelier propone concebir la educación, el cuidado y la crianza de una manera diferente. Desde el enfoque del Aprendizaje Socioemocional y Apego, al cual adscribe, presenta una mirada crítica al actual modelo educativo chileno.
El Modelo de Educación Socioemocional y Apego considera algunos principios básicos que se estiman imprescindibles para lograr una educación real. “Nosotros nos centramos en la teoría del Cerebro Social y en la idea que más que desarrollar competencias específicas, proponemos que lo fundamental es la forma en cómo se relacionan los/as profesores/as con los niños y niñas, y esa forma requiere ser diferente y requiere una metodología. El modelo está basado en la complejidad psicobiológica de las emociones. Consideramos un modelo de desarrollo socioemocional desde el embarazo hasta la adolescencia, y abarca todo el ámbito donde hayan niños/as bajo la noción del Cerebro Social”, ilustró.
Desde esta vertiente, el Dr. Lecannelier comenta que independiente de lo que se haga, no es posible ningún tipo de aprendizaje sin interacción. El cerebro no entiende algo que no sea interaccional; es posible estudiar individualmente, pero el cerebro siempre buscará conectar todo aprendizaje hacia y por la actividad humana, por lo tanto, todo aprendizaje es colaborativo.
“Nos hacemos la pregunta de ¿Para qué es la educación? ¿Para qué se va al colegio y qué se tiene que aprender ahí? ¿Por qué se aprende determinadas materias y cuál es su conexión con lo que puede servirles después para la vida? (…) En la historia evolutiva del ser humano, no se aprende para la matemática o para estudiar ingeniería –no digo que no sea relevante- pero en general, nosotros como especie humana para lo que aprendemos, es para aprender a vivir en sociedad. No digo que no se debe enseñar matemática o biología, sino que lo que se ha demostrado es que la razón por la que somos una especie que tiene la crianza más larga de la Tierra, es porque el ser humano necesita 15 a 20 años para una sola cosa, aprender a convivir con otras personas”, reseñó.