El director del Departamento de Ciencias de la Educación, Dr. Jaime Pacheco Carrillo, expuso los temas “Inclusión como desafío pedagógico” y “Síndrome de Down, características y abordaje pedagógico”, en el marco de la capacitación brindada a 90 profesionales entre educadores/as, psicólogos/as, psicopedagogos/as, fonoaudiólogos/as, terapeutas educacionales y asistentes de la educación del Liceo Nuestra Señora de la Merced de la ciudad de San Carlos.
El Dr. Jaime Pacheco precisó que la primera jornada se refirió al tema «Inclusión como desafío pedagógico», la que tuvo como objetivo sensibilizar y asumir la instalación de procesos inclusivos como un reto positivo para la comunidad educativa, destacando las ventajas de educar en la diversidad para la formación de personas integrales.
“Directivos del establecimiento se contactaron con la Universidad por recomendación de exalumnas de la carrera de Pedagogía en Educación General Básica UBB, actuales profesoras, quienes se desempeñan en dicha unidad y han realizado especializaciones en trastornos específicos del aprendizaje. El Proyecto de Integración Escolar (PIE) demanda a los/as profesionales contar con herramientas para orientar el trabajo pedagógico y en ese contexto se desarrollaron las jornadas de capacitación”, ilustró el académico UBB.
El Dr. Jaime Pacheco señaló que un segundo taller estuvo dirigido al equipo colaborativo del primer ciclo y a los profesionales del Proyecto de Integración Escolar (PIE). El tema expuesto fue “Síndrome de Down, características y abordaje pedagógico”, dado que existen estudiantes con esa condición en el primer ciclo de dicho establecimiento, y es por ello que se manifestó el interés de analizar las posibilidades de aprendizaje, mediante metodologías pertinentes, de acuerdo a su condición. El Dr. Jaime Pacheco, compartió sus conocimientos en su condición de experto en el área y como padre de un hijo con síndrome de Down.
“El primer propósito era sensibilizar, conectar al equipo de profesionales con la realidad de la inclusión escolar como fenómeno relativamente nuevo. Entonces, lo primero era educar y sensibilizar al respecto. Hacer ver la oportunidad de enriquecerse con esta experiencia, porque educar en la diversidad también es una oportunidad para las comunidades educativas, en términos de poner a prueba las capacidades, y permitir a los niños/as compartir en esa diversidad”, aseveró.
El Dr. Pacheco expresó que también se compartieron “aspectos de carácter técnico referidos a la convivencia diaria con niños/as con síndrome de Down, espectro autista o chicos/as en silla de ruedas u otra condición, recordando que hay necesidades educativas especiales permanentes y transitorias. Estas últimas pueden ser superadas con apoyo pedagógico, como es el caso del trastorno específico del lenguaje o del aprendizaje; hay condiciones que son permanentes y que no tendrán un mayor cambio, pero si la comunidad educativa adquiere una cultura inclusiva, esas barreras se verán reducidas”, manifestó.
El Dr. Pacheco Carrillo comentó que uno de los mayores desafíos al hablar de inclusión es la necesidad de generar un cambio cultural en las propias familias y en la sociedad en general.
“Las familias pasan por muchos procesos. Uno de ellos es el de negación y de no querer asumir o aceptar la realidad que les toca vivir con su hijo/a. A veces ocurre que tampoco asumen el ser copartícipes de la educación de los niños/as, y los llevan a la escuela pensando que ésta debe preocuparse de todo. O bien, también sucede que no asumen una actitud proactiva de acuerdo al diagnóstico de los niños/as y no buscan asesorías profesionales para colaborar con la terapia de los niños/as. Eso implica una gran carga a quienes integran el Proyecto de Inclusión Escolar (PIE)”, ilustró.
El académico UBB indicó que la falta de claridad y de conocimiento técnico sobre los diagnósticos también son un problema recurrente, un elemento fundamental, pues a partir del diagnóstico se puede proyectar el abordaje pedagógico. “Por ejemplo, en la medida en que se estudia y comprende el síndrome de Down, lo que implica desde un punto de vista anatómico o fisiológico, las dificultades visuales, auditivas o cognitivas, todos esos conocimientos se trasladan a los procesos de aprendizaje para evaluar cómo es posible abordarlo y cómo continuar con los procesos pedagógicos”, reseñó.
