El grupo de estudiantes de Ingeniería en Recursos Naturales de la Universidad del Bío-Bío conformado por Karina Matamala, Bastián Díaz, Daniela Riveros y José Díaz, ganó el concurso “Hackatón por el cambio climático” presentando su proyecto denominado “El uso de inteligencia artificial para detectar especies invasoras”.
La iniciativa es organizada por el Consorcio Sur – Subantártico Ci2030 donde participa nuestra casa de estudios y las universidades de Talca, Católica de la Santísima Concepción, de La Frontera, Austral de Chile y de Magallanes, buscando inspirar a estudiantes de pre y postgrado de las facultades e institutos de Ciencias del Consorcio con el fin de presentar soluciones innovadoras, a través de herramientas y metodologías científicas, y así visibilizar y abordar desafíos relacionados al cambio climático que afectan a la región Antártica y Subantártica.
En la final, realizada en la Universidad de Magallanes, José Díaz fue el encargado de representar a sus compañeros/as y a nuestra casa de estudios, logrando exponer frente a un jurado que determinó reconocer dos proyectos como los ganadores, el de la UBB y de la UFRO. Además, el joven fue acompañado por el decano de la Facultad de Ciencias, Dr. Juan Carlos Marín Contreras.
El estudiante José Díaz explicó que el proyecto consiste en utilizar inteligencia artificial para automatizar la clasificación de especies invasoras y nativas. En particular, agregó, buscamos automatizar las clasificaciones de cámaras trampas de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), ya que “existen cientos de estas cámaras y cada una toma cientos de fotografías, las cuales deben ser clasificadas de forma manual por los profesionales de Conaf. Entonces, este proceso puede ser automatizado y en eso estamos trabajando nosotros. Nuestras proyecciones son terminar y liberar el código del proyecto”.
Fueron muchas horas de trabajo, donde para obtener los resultados que queríamos costó al menos diez veces más de lo que habíamos pensado al principio, no obstante, lo logramos y estamos muy contentos, enfatizó el estudiante, quién también comentó lo significativo que fue para él representar al equipo en la final, “fue una experiencia bastante nueva para mí, nunca antes había viajado en avión y lo más al sur que he ido es Valdivia, así que llegar a Punta Arenas fue toda una experiencia. Estaba muy nervioso, además, presenté lo mejor que pude y esperé ganar”.
En una etapa inicial se financió los proyectos seleccionados con un millón y medio de pesos, siendo el premio final un gran viaje a Puerto Williams con una visita por varios laboratorios de la Patagonia. El ganar, destacó José Díaz, es sentir también “una validación de que la idea que teníamos era buena, por lo tanto, vale la pena seguir trabajando en ella”.
La coordinadora interna del proyecto Ci2030 UBB, Noemí Bustos Rivera, felicitó el logro de los estudiantes, quienes fueron apoyados por el equipo del proyecto, de la Facultad de Ciencias, de la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales, y académicos/as UBB quienes fueron mentores/as para los equipos participantes.
Para el proyecto Ciencia para la innovación Ci2030, enfatizó Noemí Bustos, este triunfo significa que nuestros estudiantes, con orientación y acompañamiento, son capaces resolver problemáticas y crear soluciones innovadoras que impacten a la sociedad. “Ganar este concurso nos afirma que vamos por el buen camino y que cada vez nos acercamos al objetivo final de este proyecto Ci2030, de formar científicos/as de clase mundial”.
Este resultado representa un gran trabajo en equipo, agregó la Coordinadora Interna, el cual se desarrolló durante siete meses con un acompañamiento constante de parte de «nuestros académicos-mentores y la colaboración de profesionales de la Unidad de Emprendimiento y OTL, quienes estuvieron presentes en todo el proceso».
Para el académico del Departamento de Ciencias Básicas, Dr. Francisco Valenzuela Melgarejo, quien apoyó al equipo durante la etapa de construcción del proyecto, el reconocimiento representa el esfuerzo de «los alumnos y sus mentores para tratar de posicionar las capacidades de innovación dentro del proceso formativo inicial. Ello ha permitido competir en un entorno muy exigente, en donde se presentaron proyectos muy atractivos por parte de las otras universidades que forman parte del Consorcio”.
Las razones de esta victoria, reflexionó el docente y líder del Nodo de Formación e Internacionalización del Proyecto Ci2030, nacen en una primera instancia de la buena idea de «los estudiantes, la cual fue trabajada en forma sistemática por sus mentores. Este trabajo implicó varias horas de esfuerzo personal y colectivo, realizando la escritura y mejora del algoritmo. En este proceso de creación del producto, tanto los alumnos como los profesores trabajaron unidos por lograr un “producto de innovación” que fuera realmente interesante para la comunidad”. La gran diferencia de nuestra innovación respecto a los otros proyectos, aseguró, fue principalmente el grado de madurez de la iniciativa, dado que estamos ya discutiendo cómo proteger la propiedad intelectual del producto y evitar con ello el plagio o el usufructo indebido de esta innovación.
El Dr. Francisco Valenzuela explicó que es necesario destacar que la Conaf está muy interesada en el uso de esta tecnología, dado que representa un ahorro del 99% del tiempo que sus funcionarios destinan a revisar videos en un escritorio. Esto permitiría a los funcionarios liberar ese tiempo para ser destinado a velar por el parque.
Para ver la final, transmitida por Facebook live de Ciencia 2030, visitar el siguiente link.
