El exalumno de Trabajo Social de la sede Chillán, Geraldo Bladimir Padilla Fuentes, investigador asociado del Centro de Investigación Educativa CIDCIE UBB, fue galardonado por la Universidad de Iowa, Estados Unidos, con los premios “Blommers-Hieronymus-Feldt” y “Downtown Banner Campaign”, distinciones que la prestigiosa universidad norteamericana otorga al estudiante de Doctorado que destaca por su rendimiento académico y productividad científica.
El trabajador social Geraldo Padilla es activo colaborador del CIDCIE, y se encuentra actualmente cursando el programa de doctorado “Educational Measurement and Statistics” en la Universidad de Iowa en calidad de becario del Programa Igualdad de Oportunidades de ANID-FULBRIGHT, programa de colaboración suscrito por la Agencia Nacional de Investigación de Chile con las más prestigiosas universidades norteamericanas.
“Ambas noticias fueron inesperadas. En la Universidad de Iowa existen reconocimientos e incentivos para los estudiantes en pregrado y posgrado, pero cuando mi profesora del doctorado me comentó que había sido escogido para el premio Blommers y más tarde para la campaña de investigadores destacados de la universidad, mi sorpresa fue mayúscula. No estoy acostumbrado a los reconocimientos. Para mí, el esfuerzo y la persistencia son imprescindibles, algo que aprendí en cuanto ingresé al CIDCIE y mantengo hasta hoy. Tal vez lo mejor de estos reconocimientos es que apoyan la idea de que cualquiera, con el esfuerzo necesario, puede lograr sus objetivos y ser reconocido o reconocida”, señaló Geraldo Padilla.
En tanto, el Dr. Carlos Rodríguez Garcés, director del CIDCIE, destacó los méritos del joven egresado UBB y la importancia que tienen los centros y grupos de investigación de la Universidad en el apoyo y desarrollo de las capacidades investigativas de los estudiantes.
“La verdad es que esto me alegra, pero no me sorprende. Quienes conocemos a Bladimir sabemos de su talento y dedicación. Pero poniendo las cosas en su justa perspectiva, nuestro estimado Bladimir constituye una rareza estadística, un dato anómalo. En efecto, no es común a la luz de la evidencia educativa, de los datos que tantas veces analizamos, que estudiantes de su perfil socioeconómico alcancen estos reconocimientos. Aquí, con el simple talento no basta, necesitan de mucha dedicación para sobreponerse a sus hándicaps de entrada, de mucho apoyo de sus padres, profesores y de las personas que le aprecian, de mucha valentía para enfrentar un mundo que les resulta ajeno, cuando no simplemente hostil. Bladimir, al igual que la gran mayoría de nuestros alumnos, es primera generación, su padre es obrero, su madre dueña de casa. Padres, que me imagino, cómo hincharán el pecho, rebosantes de orgullo, al saber que la foto de su hijo adornará pasillos de una universidad norteamericana por varios meses. Bien por ellos, bien por Bladimir”, reflexionó.
