Nuestra institución fue una de las primeras universidades en crear una Dirección General de Géneros y Equidad y ha sido también pionera en la generación de indicadores de género. La unidad abarca aspectos como la transversalización de la perspectiva de género, la formulación y gestión de políticas sobre el tema y la colaboración interdisciplinaria en casos de denuncias de acoso, discriminación y violencia por razones de sexo o género.
Sobre los avances en cada una de estas líneas de acción, así como de su aporte al cambio cultural a nivel institucional que suponen, conversamos con la directora general de la DIRGEGEN Dra. Alicia Hermosilla Ávila.
¿Cuáles han sido los principales avances en cada una de las áreas que abarca el quehacer de la Dirección General de Géneros y Equidad?
En los últimos años, hemos tenido grandes avances en la creación de instrumentos y la formalización de protocolos y procedimientos de trabajo en las distintas áreas o secciones de la DIRGEGEN. En cuanto a transversalización de la perspectiva de género, aumentaron las audiencias de actos conmemorativos y capacitaciones. Además, firmamos convenios con el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, el Servicio de Registro Civil y la Fundación Iguales, entre otros, lo que nos permite tener una oferta más diversa de cursos y talleres para los tres estamentos.
También en transversalización y en lo que se refiere a la academia, hemos creado un manual para la instalación de la perspectiva de género en los programas de las asignaturas, que ayudan a la docencia en el aula. Se generó igualmente un manual de pronombres, para un mejor manejo con estudiantes no binarios, y tenemos asimismo un manual de lenguaje no sexista, que es bastante requerido sobre todo para la elaboración de material de estudio y publicaciones. Todos los documentos están disponibles en la web de la DIRGEGEN y también contamos con ejemplares impresos.
¿Y en cuanto a gestión y políticas?
En este ámbito, trabajamos con la Dirección de Recursos Humanos, integrando el Comité de Buenas Prácticas Laborales con Equidad de Género. También formamos en el Comité de Inclusión y tenemos el Consejo Técnico Asesor de la DIRGEGEN, que tiene un rol operativo relevante y nos colabora en la formulación de las políticas y nuestros planes de acción. Dentro de nuestras capacidades, intentamos incorporar la perspectiva de género en todas las áreas de la institución como, por ejemplo, en las medidas de seguridad de nuestros Campus, en formalizar las vinculaciones con el medio y en la docencia, con un instructivo para la jerarquización y la evaluación académica con perspectiva de género.
Además, diseñamos la Política de Igualdad de Género, triestamental, que funda las bases de transformación en todas las áreas de competencia institucional, y actualizamos la Política de Inclusión y Equidad, que abarca género, discapacidad e interculturalidad.
¿Y en relación a la atención de denuncias?
Hemos avanzado en regular más los procesos. Tenemos una norma técnica que hace que nuestros procesos -que no son estándar- tengan un mismo tipo de acompañamiento. En menos de 48 horas generamos un informe psicosociojurídico que se presenta junto con el acta con el testimonio de la víctima y que fundamenta su afectación emocional, carencia de redes de apoyo y si la situación denunciada constituye una falta al reglamento de convivencia, de higiene y seguridad o a cualquier otra normativa institucional. Así se envía una denuncia más robusta y con mayor cantidad de antecedentes a las fiscales de género de la Contraloría Universitaria y la Dirección General Jurídica. Ellas constituyen el ente investigador y están permanentemente capacitándose y actualizándose en perspectiva de género.
Cuando hemos tenido denuncias de hechos graves o que revisten carácter de delito, hemos actuado también rápidamente y se han impuesto medidas de alejamiento, además de la notificación inmediata al Ministerio Público.
¿Cómo se ha fortalecido la DIRGEGEN?
Tenemos cobertura en los tres campus, aunque en La Castilla no todos los días. Hemos avanzado muchísimo y así se ve en el informe de autoevaluación para la acreditación institucional. La comunidad universitaria tiene sobre nosotros una buena mirada. Yo creo que nos hemos validado de dos formas: Como una dirección que instruye cómo debe transversalizarse la perspectiva de género en toda la Universidad, es decir, nos hemos fortalecido como Dirección General, y también se nos percibe, sobre todo por parte del estudiantado, como un espacio de confianza y que resguarda la confidencialidad. A veces nos llegan denuncias de otras áreas, que derivamos a las instancias correspondientes, porque la DIRGEGEN es vista como el espacio en que pueden manifestarse.
¿Cómo está la UBB en relación a otras universidades?
Hay una Comisión de Igualdad en la que están todas las universidades del CRUCH y la verdad es que nosotros hemos avanzado bastante. Fuimos una de las primeras universidades en crear una Dirección General de Géneros y Equidad y presentamos uno de los equipos más formados y especializados en el área. Fuimos también pioneras en la generación de indicadores de género, instalación de la corresponsabilidad y la medición del uso del tiempo a nivel triestamental, instrumentos que se hacen en forma participativa.
Si pensamos en la Universidad que teníamos hace seis años atrás, ¿qué tanto ha servido esta institucionalidad?
Totalmente. A través de las consultas, de las denuncias, vemos cómo las personas ya entienden lo que significa acoso sexual, discriminación, violencia, y nos ven como la dirección que se encarga de estas materias y nos piden asesoramiento, con la confianza de obtener una respuesta sincera y oportuna.
Con respecto a las brechas o los techos de cristal, ¿cuánto hemos avanzado?
Sobre las brechas más duras, como la salarial, hicimos un estudio más profundo y nos dimos cuenta que las diferencias tienen que ver con la jerarquización. En esa línea, generamos un instructivo para apoyar a las mujeres que son madres, cuidadoras o jefas de hogar, entre otras situaciones, de manera que haya una evaluación con perspectiva de género y aumente el periodo de admisibilidad de esos antecedentes.
A su juicio, ¿se ha producido un cambio cultural a nivel institucional en cuanto a la equidad de géneros?
Creo que vamos recién en la concientización. El cambio cultural a nivel institucional requiere de un cambio social en su conjunto. Si no tenemos cambios en las familias, en nuestro entorno, en la sociedad, es más difícil que se produzcan a nivel institucional con la rapidez que desearíamos. De todos modos, sentimos satisfacción y orgullo de que el tema está bien posicionado en la Universidad. Se sabe cuales son las necesidades para ir trabajando y, en ese sentido, hemos avanzado. La mayor parte de nuestra comunidad universitaria entiende y creo que se ha logrado una real conciencia, sobre todo en el estudiantado. Ahí encontramos nuestro foco más fuerte de apoyo.