Las académicas del Departamento de Nutrición y Salud Pública, María Angélica González Stäger, Marcela Ruiz de la Fuente y Pamela Chavarría Sepúlveda, presentaron diversas investigaciones donde reflejan el quehacer investigativo de dicho departamento.
La académica del Departamento de Nutrición y Salud Pública, María Angélica González Stäger, fue invitada por la comisión organizadora para exponer en la mesa coordinada por la Asociación Iberoamericana de Facultades y Escuelas de Nutrición (AIFENutrición), denominada “Situación y perspectiva en la formación del recurso humano en Nutrición, en la región de Iberoamérica”.
La académica González Stäger es parte del directorio de AIFENutrición, donde representa a Chile, y fue así como presentó la ponencia sobre “Innovación curricular de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Bío-Bío”.
A través de dicha conferencia dio cuenta del contexto en que surgió la carrera de Nutrición en Chile, y posteriormente se refirió al desarrollo del proceso de innovación curricular de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Bío-Bío, enfatizando los distintos apoyos brindados por la Universidad para plasmar con éxito dicho proceso.
“Expliqué sobre el sistema de acreditación de carreras en Chile, y que en nuestro caso logramos una acreditación de 7 años, el máximo posible. Ilustré sobre la existencia de 17 carreras de nutrición acreditadas, de 35 que ofrecen la carrera en el país, la evolución de la matrícula, los pilares de la formación de nutricionistas en Chile, los ingresos estimados, entre otros aspectos. Luego me referí en detalle al proceso de innovación curricular; su inserción en el marco del Modelo Educativo UBB, y los diversos apoyos institucionales que la Universidad dispuso para su implementación y seguimiento”, expresó.
La académica UBB profundizó en algunos temas identificando los desafíos que se presentan, así como las vivencias relevantes y el modo en que se ha hecho el seguimiento a la innovación curricular.
Al respecto, la académica María Angélica González describió que el nuevo plan de estudios considera talleres integradores; tres alternativas de especialización por vía de certificación; y marcadas características innovadoras en la formación pedagógica. También dio cuenta de la existencia del Comité Asesor de Currículum al interior de la Escuela de Nutrición y Dietética, que vela por la coherencia entre los programas de asignatura y el perfil de egreso de los estudiantes. Asimismo, comentó la necesidad de realizar ajustes eventuales a la malla curricular, pues según avanzan las evaluaciones y el seguimiento de la innovación curricular, se van advirtiendo dificultades que se deben subsanar.
“La conferencia llamó la atención y fue así como académicos de otras universidades latinoamericanas que se encuentran realizando la innovación curricular en etapas más insipientes, solicitaron la posibilidad de visitar la Universidad del Bío-Bío para conocer directamente cómo hemos realizado este trabajo. Tal es el caso de académicas de la Universidad Peruana Unión, y de otras instituciones de Uruguay y Argentina”, precisó.
Junto a la académica María Angélica González, también expusieron docentes de la Universidad San Marcos de Lima y de la Universidad de Antioquia de Colombia, quienes presentaron sus experiencias en materia de innovación curricular.
“El congreso me permitió además abrir varias puertas para eventuales colaboraciones con académicos de otras universidades latinoamericanas. Asimismo, se logró proyectar futuros encuentros y es así como el próximo año se realizará el Congreso de la Confederación de Nutricionistas de Latinoamérica en Ica, Perú. AIFEN también organizará una mesa en el Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición en México, donde seguiremos aportando en el área de la innovación curricular puesto que la idea es que las universidades más avanzadas en este tema puedan nutrir a otras con menor experiencia, con el propósito de fortalecer la formación que se brinda en las escuelas de Nutrición”, reflexionó la académica del Departamento de Nutrición y Dietética UBB.
En tanto, la académica Marcela Ruiz de la Fuente expuso en modalidad póster las investigaciones: “Relación entre distribución de grasa abdominal y tasa metabólica en reposo en adultas mayores chilenas”, y “Efecto de ingesta de calcio del desayuno en la termogénesis alimentaria y oxidación de grasas postprandial, en mujeres con sobrepeso”.
El primer estudio, según explicó la académica Marcela Ruiz, lo desarrolló con el apoyo de estudiantes tesistas de Nutrición y Dietética. “En este estudio se pretendió dilucidar la relación entre la circunferencia de cintura y el valor predictivo de algunas ecuaciones con el propósito de determinar de manera más precisa el gasto energético. El estudio, de corte analítico transversal, consideró a 44 mujeres adultas de entre 60 y 85 años de diversos Centros de Salud Familias de Chillán, quienes fueron evaluadas en la Unidad de Metabolismo Energético, donde se midió la tasa metabólica en reposo, además de mediciones antropométricas”, describió la académica.
La investigadora Marcela Ruiz de la Fuente comentó que los resultados permitieron evidenciar que la distribución de grasa abdominal en las mujeres adultas mayores se correlacionó con la tasa metabólica en reposo. “Esto implica que: la circunferencia de cintura se correlaciona positivamente con la tasa metabólica en reposo; esta medición antropométrica mejora de manera sustancial la determinación de energía a través de ecuaciones predictivas. Esto permite determinar de manera más precisa los requerimientos energéticos en este grupo etario, pues las ecuaciones que usualmente se emplean para determinar los requerimientos energéticos, tienden a sobreestimar las necesidades energéticas lo que no facilita un mejor tratamiento. Si a esas ecuaciones agregamos la medición de la circunferencia de cintura, mejoramos el valor predictivo de la misma”, reseñó la especialista.
El segundo poster corresponde a un estudio de un proyecto de investigación regular donde la académica Ruiz de la Fuente también contó con la colaboración de estudiantes de Nutrición y Dietética. El objetivo fue relacionar el nivel de ingesta de calcio del desayuno con la termogénsis alimentaria y oxidación de grasas postprandial en mujeres con sobrepeso.
“Aquí pretendimos analizar el efecto de la ingesta de alimentos ricos en calcio, en aumentar el gasto energético. Eso tiene un valor positivo porque al aumentar el gasto energético, menos energía se destina a depósito. Sería una buena alternativa considerar el consumo de alimentos ricos en calcio para el tratamiento de malnutrición por exceso”, reseñó.
En este caso, el estudio experimental consideró una muestra aleatoria conformada por 16 mujeres estudiantes universitarias (8 del grupo experimental y 8 del grupo control) de entre 20 y 25 años que presentaban problemas de malnutrición por exceso.
Finalmente, la académica Pamela Chavarría Sepúlveda presentó el poster “Estado nutricional de adultos mayores activos y su relación con algunos factores sociodemográficos”.
Según expresó la investigadora, dicho estudio realizado en 118 adultos mayores, pretendió determinar el estado nutricional (EN) y su relación con características sociodemográficas de adultos mayores activos de la ciudad de Chillán.
“Los resultados arrojaron que el estado nutricional normal fue predominante en más del 50% de los adultos mayores y se relacionó con ser profesional, tener estudios superiores y pertenecer al quintil V. La obesidad se vinculó con ser hombre, tener pareja y hacer actividad física vigorosa. En tanto, las mujeres no tuvieron asociación con ninguna categoría de estado nutricional, pero sí con los niveles de actividad física ligera y sedentaria, además de pertenecer al quintil IV y no tener pareja. Por otra parte, el sobrepeso se relacionó con el nivel de escolaridad media y el quintil III, y las personas de nivel básico con el quintil II y con no ser profesional”, describió la docente Pamela Chavarría.
“Finalmente, en atención a los resultados se estima que la alta calidad de vida, dada por el alto nivel de escolaridad y la capacidad económica, permite tener mayor conocimiento para seleccionar y adquirir alimentos saludables, lo que se refleja en el estado nutricional normal predominante en el grupo estudiado”, concluyó la académica Pamela Chavarría.