La académica del Departamento de Nutrición y Salud Pública, Dra. Jacqueline Araneda Flores, fue invitada en calidad de expositora por el Centro de Ciencia, Tecnología e Innovación para Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional, INTERSSAN, de la Universidad Estadual Paulista, UNESP, de Brasil.
Promover el intercambio de experiencias entre miembros de la comunidad científica sudamericana y construir una agenda común de trabajo en las áreas temáticas de Educación y diversidad cultural, Desarrollo local y Agrobiodiversidad fue el principal objetivo del Encuentro de la Red Unasur SSAN de Brasil, actividad convocada por la coordinadora INTERSSAN de la Universidad Estadual Paulista, UNESP, Dra. Maria-Rita Marques de Oliveira y la coordinadora del SIG OBESIDAD de la misma casa de estudios superiores, Dra. Thabata Koester Weber.
El seminario contó con la participación de investigadores de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Uruguay.
La Dra. Jacqueline Araneda Flores aseveró que la instancia permitió promover una mayor interacción entre investigadores vinculados a la Red INTERSSAN. “Las discusiones giraron en torno al intercambio de conocimiento y experiencias implementadas en los diferentes países conducentes a garantizar la seguridad alimentaria y nutricional en todo el sistema alimentario. Fue así como hubo ponencias sobre agroecología y producción de alimentos sustentables, así como propuestas referidas a facilitar a través de circuitos comerciales cortos, el acceso y compra de alimentos saludables como frutas y verduras a la comunidad en general”, manifestó.
En dicho marco la Dra. Araneda Flores expuso sobre las acciones que Chile desarrolla en materia de seguridad alimentaria. Al respecto, la investigadora UBB explicó que en Chile la agroecología aún se encuentra en etapas incipientes. Esta disciplina propone la producción de alimentos considerando una mirada integral del ecosistema, incorporando el entorno social. Dicha producción no requeriría de insumos químicos y por lo mismo permitiría la obtención de alimentos más saludables que la agricultura convencional.
“Es necesario educar a la comunidad sobre el consumo de alimentos más saludables y priorizar aquellos que no han sido tratados. También se debe propiciar la generación de ambientes alimentarios saludables, un concepto con el cual estamos muy al debe, y que básicamente implica que las personas puedan acceder rápidamente a la compra y consumo de alimentos como frutas y verduras, antes que a otras opciones como la denominada “comida chatarra” que hoy vemos prácticamente en todos los espacios”, describió la académica.
La Dra. Jacqueline Araneda explicó que existen casos muy puntuales en que las propias ferias libres han ideado estrategias para acercarse a distintos barrios o lugares de trabajo con el propósito de acercar la oferta de alimentos a las comunidades.
“Usualmente, los lugares más convenientes para comprar frutas, verduras y otros alimentos saludables, son las ferias o mercados de cada ciudad. Las personas que trabajan sólo pueden concurrir a ellos el sábado o domingo, de manera que durante la semana se opta por comprar lo que se encuentra más a mano y que no necesariamente son las alternativas más saludables. Sería interesante, por ejemplo, que hubiera ferias que se acerquen a distintos puntos de una ciudad, o incluso en lugares definidos y adecuados cercanos a los barrios o espacios de trabajo”, aseveró.
En consonancia con lo anterior, la Dra. Araneda Flores explicó que muchas veces las personas cuentan con el dinero para comprar este tipo de alimentos pero no siempre está disponible la oferta de esos productos, y si bien los supermercados pueden ser una opción, tampoco resultan del todo convenientes para todas las personas. “Entonces, junto con la sensibilización y educación a la comunidad acerca de la necesidad de preferir alimentos saludables, también es necesario facilitar el acceso a estos alimentos y ese es un desafío que aún se debe abordar”, ilustró la investigadora UBB.
La Dra. Jacqueline Araneda Flores representó a la Universidad del Bío-Bío en el proceso de elaboración de la Política Nacional de Alimentación y Nutrición del Ministerio de Salud de Chile.
Dicha política, entre sus componentes, recoge la necesidad de generar estrategias mediante programas, proyectos e iniciativas públicas y privadas que permitan “humanizar la nutrición y promover el derecho a la alimentación adecuada; Fortalecer la seguridad alimentaria y nutricional: disponibilidad, acceso, utilización de los alimentos y estabilidad; Mejorar la configuración de los entornos y sistemas alimentarios; Promover la alimentación saludable; Fortalecer la atención nutricional en los diferentes niveles de atención de salud; Vigilar la alimentación y nutrición y evaluar las políticas públicas; Impulsar la participación ciudadana y el control social; y Profundizar la intersectorialidad y salud en todas las políticas”, según se describe en el documento oficial.