La Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo ANID, seleccionó en primer lugar nacional del grupo de evaluación de Historia, área de Ciencia, el proyecto Fondecyt Regular (2021) N° 1210545 denominado “Anormalidad y medios impresos: Representaciones socioculturales respecto de sujetos y grupos anormales durante el Chile desarrollista (1927-1973)”, dirigido por el académico del Departamento de Ciencias Sociales, Dr. Marco León León.
El Dr. Marco León valoró la información confirmada por la subdirectora de Proyectos de Investigación de la ANID, Alejandra Vidales Carmona. “Tal distinción me llena de orgullo y permite consolidar una línea de trabajo que ahora se verá fortalecida por los vínculos que el proyecto permitirá establecer con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC). Ello también es una muestra de la calidad de los proyectos presentados y adjudicados por la Universidad del Bío-Bío”, señaló.
La investigación tiene como objetivo “indagar, desde una perspectiva sociocultural, las representaciones construidas respecto de una serie de personas cuyas conductas y acciones fueron englobadas bajo la denominación de anormales”, en el periodo transcurrido entre 1927 y 1973, en función de diversas publicaciones seleccionadas para abordar el tema de estudio.
El Dr. Marco León explicó que el marco temporal definido corresponde a las fechas de aparición y término de las diversas publicaciones seleccionadas, identificándose tres ejes de análisis. En primer término las Revistas académico-disciplinares entre las que se identifican la Revista de Psiquiatría y Disciplinas Conexas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile; Revista de Ciencias Penitenciarias y de Derecho Penal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile; revistas jurídicas como la Revista de Ciencias Penales del Instituto de Ciencias Penales, Cuadernos de la Realidad Médico Social y Revista de Neuropsiquiatría.
En segundo término se analizarán producciones impresas del campo de la acción policial considerándose la Revista de Carabineros de Chile surgida en 1927 y las revistas de la Policía de Investigaciones tales como Revista Detective, Revista Criminología y Policía Científica, y la Revista Criminología.
El tercer eje de análisis corresponde a la prensa surgida durante este período “que ha sido conceptualizada a partir de su llegada masiva a públicos lectores heterogéneos, pero de carácter urbano, escolarizados y con capacidad de consumo”. Para ello se analiza el Diario La Tercera y Diario Clarín que cierra en 1973.
“Me interesa estudiar cómo estos distintos medios impresos -que son heterogéneos en cuanto a su formato, el público al que apuntan, y en los contenidos implícitos y explícitos- van construyendo representaciones sobre la denominada anormalidad o sobre sujetos concretos denominados anormales”, explicó el Dr. León.
Entre la amplia variedad de “anormales” graficados en las publicaciones, el Dr. León centrará su análisis en alcohólicos, drogadictos, homosexuales y los criminales de carácter sexual, no sólo por haber encontrado sobre ellos numerosas referencias en investigaciones anteriores, sino además por estar mejor definidos, detallados y tipificados en los materiales impresos que se analizan.
El Dr. Marco León señaló que el concepto de “anormalidad” posee un componente biológico que corresponde a un legado de le época decimonónica, específicamente de la criminología de corte lombrosiano, que relaciona la moralidad del individuo con la apariencia, la carga genética o un atavismo de conducta, más que con aspectos ambientales.
“Nuestra hipótesis busca demostrar que la anormalidad, entendida como una construcción sociocultural, generaría matrices de interpretación y sentido, que encontrarían representaciones textuales y gráficas en los medios impresos antes mencionados. Cada uno de ellos, aunque con formatos, mensajes, intencionalidades y públicos diversos, a su manera, contribuiría al desarrollo, consolidación, transmisión y reproducción de reputaciones negativas e identidades violentas respecto de determinados individuos y grupos del cuerpo social: los así llamados anormales”, explicó el investigador.
El Dr. Marco León señaló que dichas representaciones “no sólo se apoyarían en diversas ideologías de la exclusión –que formarían parte de los procesos de criminalización de personas vigentes para entonces-, sino además en un modelo de sociedad hegemónico y binario (buenos-malos; normales-anormales) favorecido por el Estado, las autoridades (políticas y policiales), los juristas, científicos y los medios de comunicación, para organizar y ordenar la vida colectiva en aras de la normalidad y la productividad, como parte de un escenario moderno y desarrollado”, ilustró.
El investigador UBB comentó que bien podría argumentarse que las pretensiones de una revista académica son muy distintas a las de un diario o medio de comunicación de masas. Sin embargo, se busca evidenciar que estas representaciones tienen un sustrato común, independiente de la heterogeneidad de los medios impresos mencionados. “Ese sustrato común, apunta en el fondo a un imaginario social que se alimenta de representaciones sociales, y que está construido a partir de dualidades: bueno-malo, blanco-negro, por mencionar ejemplos”, indicó.
El Dr. León también busca replantear la perspectiva de investigación del periodo de mediados del siglo XX chileno, que por lo general se aborda desde un punto de vista político-económico, por sobre las dimensiones sociales y culturales. “Son décadas muy interesantes que muestran un mundo social complejo, diverso y rico. Mi interés es rescatar eso, cómo este periodo de la historia de Chile también tiene una riqueza y una complejidad que es necesario poner en evidencia”, manifestó.