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Publicado el 26 de septiembre del 2023

Revisión a la imagen diáfana, fenomenología de los medios visuales

Por Alejandro Arros Aravena
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Si bien, la disputa más famosa sobre el rol canónico de las imágenes se arrastra desde el “Concilio de Nicea II” en el año 787, el canon siempre ha estado en constante tensión respecto a lo que hoy denominamos “cancelación” o “cancelación de los íconos” nos encontramos con el más reconocido de los textos en esta materia, hago referencia a «Iconoclasia: Historia y Psicología de la Violencia Contra las Imágenes» del historiador del arte David Freedberg, este autor construye un análisis de las imágenes e íconos como objeto de odio en las personas. El marco teórico en esta materia es complementado con los textos de la filósofa Marie-Jose Mondzain titulado “¿Pueden matar las imágenes?, El Imperio de lo Visible y la Educación de la Mirada” y el clásico teórico del arte William John Thomas Mitchell y su obra “La Ciencia de la Imagen: Iconología, Cultura Visual y Estética de los Medios”, qué dicen las personas de las imágenes. Con este breve recorrido por autores que han sentido necesidad de conocer el qué de la imagen, es que creí necesario considerar una nueva lectura.

He tenido la fortuna de leer la obra “La imagen diáfana, fenomenología de los medios visuales” de Emmanuel Alloa, el autor, si bien, toma como referencia a la imagen y su relación con la humanidad, su tesis se sustenta en una red compleja e imbricada de términos más propios de la estética que de una relación meramente visual. Alloa alude que la imagen siempre careció de la escena intelectual, ya que nunca fue reconocida como fuente de conocimiento, más bien el rol de la imagen visual era ser reconocida como una fuente constante de emociones. Si bien, dentro del texto el autor recorre las relaciones del mundo occidental con la imagen visual, es en este siglo con el advenimiento de las pantallas de forma exacerbada y la hiperconectividad de los seres pensantes, que la imagen decanta finalmente, fundamentalmente a que la imagen y la visualidad está íntimamente ligada a la cuestión propia de las apariencias y con ello a la tributación hacia el sentido social. Así como el baile de máscaras, o el carnaval, en tiempos previos a la invención de la fotografía, carecía de sentido para ser representado a través de una manifestación de arte visual, por lo “poco decoroso de la escena”, hoy esto cambió diametralmente, basta con ver un sinnúmero de hashtag con imágenes que a priori parecen carecer de sentido estético, pero sí guardan un sentido ético (según lo propuesto por el filósofo alemán Immanuel Kant).

Es por ello, que el texto es una propuesta a reconstruir los procesos de comprensión del entorno, esta generación creció con imágenes visuales e imaginarios ya instalados en la sociedad, la pregunta es ¿somos nosotros, esta generación, los responsables de decidir qué es o no es relevante para la sociedad?, señalar que mayormente estas imágenes han estado presentes durante casi un siglo. Ejemplo de ello es la estatua al General Baquedano, ubicado en la plaza que lleva su nombre, en la comuna de Providencia, Santiago. Esta estatua, diseñada por el escultor ñublensino Virginio Arias, uno de los cuatro grandes maestros de la escultura chilena y que nació un 8 de diciembre de 1855 es la localidad de Ranquil. Esta escultura, que tributa al general y su rol durante la Guerra del Pacífico, constituyó el principal símbolo a destruir durante el denominado “estallido social” en aquel mes de octubre del año 2019. Como en todo acto social, hay diversos puntos de vista, existen quienes apoyan la remoción y el cambio de nombre a la plaza, otros en tanto piden la restitución de la estatua y el resguardo de la tradición nominal. Lo cierto es que este hecho, como diría el gran teórico y escritor italiano Umberto Eco, es un profundo acto semiológico, ya que acá se interpretan signos enriquecidos producto de otros signos. O, mejor dicho, encontramos significantes y significados.

Estos hechos nutren la agenda mediática, es sabido que la prensa, busca una imagen que llame la atención, genere interés, plasme el deseo y finalmente adquisición. Hago referencia a un modelo comunicacional denominado AIDA, modelo que tiene más de cincuenta años, pero que en esta explosión de la conectividad y la mediación a través de imágenes ha tenido su mayor apogeo. No sólo las noticias o el acontecer de relevancia pública se construyen desde esta noción.

Este libro, es sin duda un gran texto para conocer o aclarar términos propios de la fenomenología de los diversos medios que permiten conocer hoy el desarrollo y asentamiento casi definitivo de lo que entendemos por imagen o por cuestionarnos en qué escena estamos viviendo hoy, qué entendemos por belleza o por goce estético. Hay cierta coincidencia por los teóricos del arte, que estamos viviendo una época antagónica a la belleza clásica propia de la tradición romana o griega y que estuvo presente hasta la década de los cincuenta. El mismo Virginio Arias cultivaba esa tradición estética.

Hoy los cuestionamientos del arte van principalmente por la ética, por la resignificación de los roles y por el reconocimiento de las voces acalladas durante cientos de años. En tanto, la imagen pura, la imagen visual, prosigue estableciendo diversos relatos a veces tan potentes como las fotografías que nos muestran cientos de hechos políticos o noticiosos y a su vez, devela la banalidad simplista de imágenes sin sentido y de bailecitos pueriles que se atomizan en miles de cuentas de las diversas redes sociales.

Alejandro Arros Aravena

Alejandro Arros Aravena Director Depto. de Comunicación Visual UBB

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