La UBB fue una de las siete universidades del Consejo de Rectores (CRUCH) que registró un alza en el número de matriculados en el último proceso de admisión. En un escenario marcado por una baja promedio de 7% en el número de personas inscritas para la Prueba de Transición y de quienes rindieron los test, nuestra casa de estudios aumentó su matrícula en 154 estudiantes, sólo por debajo de las universidades Católica de Temuco (504), de Playa Ancha (325) y Católica de Santiago (160).
Así se desprende del informe elaborado por el CRUCH, a partir de los datos aportados por las instituciones integrantes del organismo. De acuerdo con el documento, también lograron cifras positivas las universidades de Atacama (79), de Magallanes (40) y de Aysén (9), mientras que los otros 23 planteles adscritos al Consejo mostraron una merma en su matrícula.
A estos resultados, el director general de Análisis Institucional Manuel Pereira Barahona suma que, para la admisión 2021, 1.345 de los/as matriculados/as postularon a carreras de la UBB como primera preferencia. Además, el puntaje promedio correspondiente al ranking de notas de los y las estudiantes que este año se incorporaron a nuestra institución, tuvo un incremento en relación al proceso anterior, pasando de 638.6 a 657.1 puntos, lo mismo que el promedio del puntaje por las notas de enseñanza media (NEM), que se elevó de 616.5 a 633.7 puntos. Los promedios de los puntajes ponderados de ingreso, en tanto, fueron similares: 605,4 en 2020 y 602,4 en 2021, aunque estos guarismos no son estrictamente comparables debido al cambio de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) a la Prueba de Transición (PDT).
Según el director general de la DGAI, los resultados alcanzados por la UBB obedecen a dos componentes. Por un lado -puntualiza-, hay un reconocimiento de los y las postulantes a las carreras, cuerpo académico y a la institución en general, así como a su posicionamiento en rankings de calidad de la docencia de pregrado. Por otra parte, el proceso de difusión que se llevó adelante tanto desde la Dirección General de Comunicación Estratégica, DGCE, como de las escuelas y facultades, fue un acierto comunicacional, agrega Pereira.
Por su parte, el director general de la DGCE César Sagredo Aravena señala que la dirección a su cargo actuó como un puente entre nuestra institución y los y las estudiantes. Los/as jóvenes confían en la formación que entrega la UBB, lo que es fruto del esfuerzo de la comunidad universitaria en su conjunto, manifiesta el académico. A través de la campaña de promoción -añade- sólo se puso en valor ese trabajo y se logró transmitir el mensaje.
En relación a la reducción en las cifras de inscritos/as para las pruebas de admisión y de quienes finalmente las rinden, Manuel Pereira sostiene que aún es prematuro hablar de una tendencia. Se ha dado en los procesos de admisión 2020 y 2021, impactados por el estallido social de octubre de 2019 y la pandemia, respectivamente. Para la admisión 2020 se produjo un quiebre a la baja, que se mantuvo al año siguiente, pero que podría variar dependiendo de factores como la vacunación, explica.
Con todo, a su juicio, en cuanto a las matrículas de pregrado, la UBB ha podido sortear las dificultades sin sufrir caídas abruptas como las de otras instituciones. Un logro que atribuye, principalmente, al trabajo conjunto y colaborativo entre distintas unidades académicas y administrativas. Hemos estado a la altura de la situación, con una estrategia diferente, en un esfuerzo que ha tenido su recompensa, pero que también es un llamado de atención, porque si bien esta estrategia ha sido productiva, seguramente será replicada por otras instituciones, lo que nos obliga a seguir innovando, advierte el director general de la DGAI.
Asimismo -reflexiona-, la idea de estudiar nuestra oferta académica ya no sólo debe ser una declaración de buenas intenciones, sino que corresponde a una necesidad. El desafío es transitar hacia una oferta que sea cada vez más pertinente con los territorios y coherente con sus objetivos, concluye.
