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Publicado el 24 de julio del 2023

Académica UBB destaca rol de la salud en la construcción de un Chile menos centralizado y segregado

Por Cristian Villa Rodríguez
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La Dra. Jacqueline Araneda Flores, académica del Departamento de Nutrición y Salud Pública de FACSA, destaca en la Revista Médica de Chile el papel de los determinantes sociales de la salud (DSS) y su vinculación con el desarrollo de enfermedades prevalentes en nuestro país.

“En búsqueda de un Chile menos centralizado y segregado: el rol sobre la salud” se denomina el artículo cuya autoría corresponde a la académica Dra. Jacqueline Araneda y a la académica Fanny Petermann-Rocha de la Universidad Diego Portales.

“Los determinantes sociales de la salud (DSS) son reconocidos como aquellas condiciones en las cuales las personas nacen, crecen, viven, trabajan, se desarrollan y envejecen. Reconocer su importancia permite comprender los orígenes y diferencias en salud, más allá de la biología y carga genética individual, ya que poseen un rol esencial en las inequidades entre los distintos grupos poblacionales. Lamentablemente, su rol no solo hace alusión a cómo las personas viven su salud dentro de las distintas etapas de la vida. De hecho, estudios internacionales han evidenciado que DSS como pobreza, falta de educación, posición socioeconómica, falta de apoyo social, discriminación racial, entre otros, desempeñan un papel clave en el desarrollo de enfermedades prevalentes como obesidad, diabetes mellitus tipo 2, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer”, advierte.

La académica UBB reconoce que Chile ha avanzado en el diseño de políticas públicas sociales y económicas que han buscado reducir las inequidades en la población, incorporando programas sociales que abarcan a todos los grupos etarios, haciendo énfasis en personas con discapacidad, situación de calle y pueblos originarios, pero no ha sido suficiente. “La Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN 2020) –que tiene entre sus objetivos evaluar las brechas de pobreza por ingresos y carencias en los distintos grupos de la población y regiones del país– mostró un aumento de la pobreza por ingresos, alcanzando los dos dígitos (10,8%) con mayores incidencias de pobreza en las regiones de Tarapacá, La Araucanía y Ñuble, con porcentajes que superan el 14%4”, ilustró.

Asimismo, la Dra. Jacqueline Araneda precisó que indicadores de escolaridad, como la incidencia de la carencia de escolaridad en el hogar, también evidencian diferencias regionales.

“Por ejemplo, una mayor proporción se observa en las regiones del Maule, Ñuble y La Araucanía (36% de los hogares) en comparación con las regiones de Antofagasta y Metropolitana que alcanzan proporciones significativamente menores (20%). Sumado a lo anterior, el IDC (Índice de Desarrollo Comunal) –que incluye las dimensiones: i) salud y bienestar social, ii) educación y iii) economía y recursos– destaca que las regiones con mayor desarrollo son la Metropolitana de Santiago y la de Valparaíso, con promedios cercanos a 0,5. Sin embargo, las regiones de Ñuble y La Araucanía no alcanzan en promedio un 0,3. Lo anterior vuelve a destacar que, a pesar de las políticas de distribución de recursos, aún existe un alto nivel de centralismo y concentración de recursos en el conurbano de Santiago, que concentra el 75% de las comunas con nivel de desarrollo alto, evidenciando una marcada desigualdad y brecha territorial”.

A lo anterior, la Dra. Araneda Flores agrega otros antecedentes en que se constatan diferencias entre la región de Ñuble y Chile por sexo, sobre la base de información de la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017. “Se aprecia que, a nivel nacional, 18,8% de las mujeres reportaron poseer menos de 8 años de estudio, mientras que, en la región de Ñuble, esta cifra se dobla (36,1%). Por otro lado, las mujeres que tenían más de 12 años de educación a nivel nacional alcanzaban un aproximado de 25%, mientras que en Ñuble esta cifra solo llegaba a 13,4%. Datos muy similares son observados en hombres. Sin embargo, se alcanzan mayores proporciones en los 9-12 años, con 9 puntos porcentuales superior a los datos nacionales (64,4% v/s 55,4%)”, ilustró.

En cuanto al ingreso, “alrededor del 50% de las mujeres y 34,9% de los hombres de Ñuble reportó bajos ingresos, en comparación con el 32,4% nacional en mujeres y 20,1% de hombres. Por el contrario, los altos ingresos se presentan en mayor proporción en hombres y mujeres a nivel nacional (48% y 34,1% respectivamente), comparado con 16,7% en mujeres y 27,2% en hombres”, refrendó.

A modo de corolario la Dra. Jacqueline Araneda valora el que Chile ha logrado avanzar sustantivamente en distintos marcadores, como en el aumento de la esperanza de vida. “No obstante, mientras las brechas de inequidades se mantengan tan marcadas entre regiones, será muy difícil disminuir las altas prevalencias de patologías crónicas no transmisibles que afectan a un gran porcentaje de la población y que, lamentablemente, presentan un claro componente social en su etiología”, reflexionó.

Cristian Villa Rodríguez

Cristian Villa Rodríguez, Periodista. cvilla@ubiobio.cl 042-2463015

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