Coordinadora del Área de Formación Continua del CPEIP, Rosa Gaete Moscoso
La Universidad del Bío-Bío, a través de la Facultad de Educación y Humanidades, está realizando talleres de formación a centenares de docentes de las regiones de Ñuble y del Biobío, los cuales están enfocados en la salud mental y la convivencia escolar dado el complejo retorno a las clases presenciales. La iniciativa está enmarcada en la Política de Reactivación Educativa Integral “Seamos Comunidad” del Área de Formación Continua del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP), del Ministerio de Educación.
La decana de la Facultad de Educación y Humanidades, Dra. Fancy Castro, manifestó que para la Universidad del Bío-Bío, y particularmente para la Facultad, ser parte de este programa es una oportunidad muy importante de colaborar con el sistema escolar en temas tan complejos como ha sido enfrentar el retorno a clases presenciales luego de la pandemia. Asimismo, la autoridad universitaria relevó el rol que tiene la Dirección de Formación Continua UBB en este proyecto, equipo que ha tenido una importante participación en la organización y logística de los talleres socioemocionales.
Es importante destacar que esta política de reactivación se está llevando a cabo desde las regiones de Arica y Parinacota a Magallanes y la Antártica Chilena, siendo la UBB la única con una presencia birregional, realizando los talleres desde agosto hasta octubre en diferentes comunas de Ñuble y Biobío.
En ese contexto la coordinadora nacional del Área de Formación Continua del CPEIP, Rosa Gaete Moscoso, visitó los talleres que se están realizando en Chillán, específicamente en el campus La Castilla de nuestra Universidad, instancia en la que destacó la planificación y el profesionalismo del equipo a cargo.
Los talleres, explicó Rosa Gaete, han tenido una buena llegada desde los y las participantes, ya que, al ser talleres regionales, cada institución de educación superior va poniendo el foco en lo que cree es necesario, lo cual se trabaja con los agentes territoriales. “Justamente los profesores han reconocido esto, han comentado que qué bueno que nos han tomado en consideración, qué bueno que tenemos un pequeño cuidado y cariño, y todo eso ha sido lo que ha estado permanentemente apareciendo en las recogidas que hemos estado haciendo”.
Talleres y experiencia
La coordinadora académica de la Región de Ñuble en el proyecto “Seamos comunidad” del CPEIP y la UBB, Consuelo Pavez Navarrete, destacó que la invitación a participar no fue solamente a docentes en los establecimientos, sino que fue ampliada a distintos equipos de profesionales de la comunidad escolar.
“Sabemos que a nivel país estamos con un problema en que los estudiantes están con mucha ansiedad, mucha violencia, teniendo muchos temas psicológicos que tratar, ante lo cual el CPEIP nos solicitó hacer capacitaciones, primero de educación socioemocional”. La formación, explicó la profesional, también considera autocuidado y prevención del suicidio, una realidad compleja y que no sólo afecta al estudiantado, por lo que se optó por el término de autocuidado.
Las actividades, lideradas por académicos/as y psicólogos/as, duran toda una jornada y considera el acompañamiento y la alimentación, donde “les entregamos herramientas para que puedan después aplicarlas en sus establecimientos, y que así no se sientan solos en esto, que no sientan que estamos viviendo una crisis, que no tienen las herramientas y que nadie se está preocupando de aquello”, agregó Consuelo Pavez.
Para la psicóloga del Liceo Industrial de Chillán, Camila Ortega Hormazábal, quien participó por segunda vez en los talleres, enfatizó que la realidad que se encontraron al retomar la presencialidad fue bastante dura, ya que hay un aumento significativo de la violencia entre los estudiantes, una desregularización emocional importante, lo cual no habíamos visto en etapas anteriores.
Debido a lo anterior, la psicóloga agradeció las actividades realizadas por la UBB, donde “la experiencia ha sido bien gratificante porque nos ha permitido adquirir herramientas para nuestro quehacer profesional, motivando también a los profesores del área de convivencia escolar para empaparnos del bienestar emocional”.
