En el marco del centésimo vigésimo aniversario del Liceo Bicentenario Marta Brunet de Chillán, el académico del Departamento de Ciencias de la Educación, Hugo Lira Ramos, brindó la conferencia denominada “Comprender, educar y vivir las emociones”, orientada a la comunidad educativa del establecimiento, respondiendo a la invitación formulada por la profesora del Programa de Integración Escolar (PIE), Vanessa Pedreros, exalumna UBB.
La directora del Liceo Bicentenario Marta Brunet Cáraves, Ana María Benavente Lazcani, explicó que la conferencia se desarrolló en el marco del aniversario número 120 de la institución y obedece al constante afán por levantar estrategias de enriquecimiento y crecimiento profesional y personal, junto con alumnos y alumnas. “La comprensión de las emociones desde una perspectiva sistémica y neurocientífica es altamente valorada por nuestro cuerpo docente. A través de la conferencia el académico Hugo Lira nos entregó estrategias con sentido académico y valórico, para trabajarlas en el contexto educativo y en la vida de nuestros estudiantes. Agradecemos esta experiencia de aprendizaje, pues nos permitió un acercamiento a la comprensión del ser humano integral”, reflexionó.
En la oportunidad, la exalumna del Liceo Marta Brunet y actual estudiante de la carrera de Psicología UBB, Maite Gatica, valoró su experiencia en el Liceo, lo que le permitió proseguir sus estudios superiores en la carrera de Psicología de la Universidad del Bío-Bío. “Me siento muy grata por celebrar este aniversario número 120 junto a profesores/as y estudiantes. Es una forma de agradecer todo lo que el Liceo aportó en mi vida. Soy una persona con discapacidad visual, específicamente ceguera. Actualmente estoy en quinto año de la carrera, realizando mi práctica profesional. Todo esto no hubiera sido posible sin mi experiencia en el liceo, una etapa de muchos aprendizajes”, reflexionó.
El académico Hugo Lira precisó que la actividad se orientó a comprender las emociones en un contexto amplio tendiente a la formación integral de la persona. “Es necesario comprender las emociones desde una perspectiva sistémica y neurocientífica, precisamente, para descartar ‘neuromitos’ respecto de los procesos de aprendizaje. Las emociones surgen de los procesos cerebrales y son necesarias para la adaptación y regulación del comportamiento humano (…) El sistema límbico es conocido comúnmente como el centro de las emociones, en tanto que la corteza prefrontal desempeña un rol importante en la regulación de nuestras emociones”, ilustró.
El académico Lira Ramos destacó la necesidad de generar competencias emocionales, con especial énfasis en la competencia de autorregulación emocional, puesto que al ser expresiones inevitables de la vida y del aprendizaje, su manejo asoma como una destreza o habilidad esencial. “Debemos ser capaces de experimentar emociones de manera moderada, flexible, y también ser capaces de manejarlas, de modo que la persona sea consciente de sus propias emociones y las exprese adecuadamente”, reseñó.
Hugo Lira compartió algunas estrategias de utilidad para los/as profesores/as, pues explicó que “un profesor/a estresado comunica ese estrés a los estudiantes. Por lo tanto, la autorregulación tiene que ver con lo que sucede al profesor/a y al estudiante. La autorregulación permite enfrentar diversas situaciones, no sólo el miedo, sino también la ira; hay técnicas de respiración para ello que permiten enfrentar estas situaciones”, aseveró.
El académico UBB también vinculó esta aproximación con el modelo de Diseño Universal de Aprendizaje (DUA) y con el ámbito de la Orientación Educacional, toda vez que este año el Ministerio de Educación aportó nuevas ‘Orientaciones para promover el desarrollo de la orientación educacional en el sistema escolar’, derogando la circular N° 600 de 1991. “La orientación educacional, que es un área que estudio, también tiene que ver con las personas que presentan necesidades educativas especiales, y la pandemia ha evidenciado la necesidad de la orientación socioemocional, donde se asume al ser humano en su integralidad, reconociendo que las emociones desempeñan un rol fundamental”, ilustró.
