Profesoras y profesores de escuelas rurales de las comunas de Galvarino de la Región de la Araucanía; Chillán, Bulnes, El Carmen, Coihueco, Ránquil y San Ignacio de la Región de Ñuble, compartieron sus experiencias docentes con estudiantes de Pedagogía en Educación General Básica que cursan el Taller de Práctica Rural.
El director de la Escuela de Pedagogía en Educación General Básica, Dr. Héctor Torres Cuevas, explicó que a raíz del contexto sanitario, el tradicional Taller de Práctica Rural, que permitía a los/as estudiantes UBB sumergirse en la realidad de las escuelas rurales en forma vivencial, debió modificarse, resguardando en todo momento cumplir con los objetivos que dicho taller de práctica se propone.
“La propuesta de trabajo para la asignatura Taller de Práctica Rural buscó cumplir con lo establecido en el programa, en lo referido a afianzar en los/as estudiantes de Pedagogía en Educación General Básica aquellas competencias profesionales y personales para conducir el proceso de enseñanza aprendizaje con criterios de calidad, equidad y principios de diversidad e identidad cultural”, expresó.
El Dr. Torres comentó que se debió asumir el contexto de pandemia por Covid 19 y la dinámica de las restricciones sanitarias implementadas por el Ministerio de Salud con el Plan Paso a Paso. “Se tomó la decisión de realizar una contextualización al programa de la asignatura. Esto se desarrolla en el marco de un trabajo de carácter triestamental que buscó representar de la mejor forma posible las necesidades e intereses del conjunto de las/os estudiantes de cuarto año de la Carrera de Pedagogía en Educación General Básica”, ilustró.
En ese marco se estructuró el ciclo de conversatorios procurando resguardar el sentido de la Educación Rural. Cada encuentro se estructuró a partir de una ponencia presentada por los/as profesores/as invitados, para luego dar paso a las consultas y reflexiones de los/as estudiantes de la asignatura.
El primer conversatorio se denominó “Historia de la educación rural” y tuvo como expositor al profesor Miguel Alarcón, invitado de la Escuela El Capricho de la comuna de Galvarino, región de La Araucanía, próximo a cumplir 40 años de ejercicio profesional. “En la época de Universidad, un profesor me hizo ver que la pedagogía no tiene por qué ser engorrosa o conflictiva. Uno debe utilizar las cosas simples que están a la mano, el material concreto. Cuando enseñaba a leer juntaba cajones con materiales de todo tipo para hacer el apresto y hacer un proceso de desarrollo de habilidades de los niños/as”, recordó.
El segundo encuentro tuvo como tema convocante la “Gestión curricular en la escuela rural: recursos, metodologías de trabajo, organización del equipo docente”. En la ocasión, la profesora Iris Alarcón de la Escuela Paul Harris de Chillán, valoró la posibilidad de compartir su experiencia. “Creo que es importante, dentro de todo lo que hacemos, contribuir a generar habilidades para vivir, para ser creativos/as , buscar soluciones, reflexionar, para investigar, observar, escuchar; habilidades básicas que a veces olvidamos pero que son fundamentales. Nosotros tratamos de mantenerlas porque son esenciales para todo lo demás”, reflexionó.
A su vez, el profesor Juan Pablo Fernández de la Escuela Coltón Quillay de Bulnes, precisó que pese a todos los inconvenientes, la pandemia también implicó una oportunidad para innovar.
“A partir del estrés generado en los niños/as y las familias, comenzamos a trabajar en Aprendizaje Basado en Problemas (ABP), con el propósito de desarrollar un mejor estado socioemocional de los/as estudiantes y las familias, y proponer algo distinto de las guías de trabajo. Todo esto surge a partir de las comunidades de aprendizaje profesional. Esta experiencia permitió disminuir el estrés de niños/as y sus familias, generando incluso un mayor apego a la escuela. Y si bien fue demandante para los/as profesores/as, también generó mucha motivación”, aseveró.
El tercer conversatorio abordó el tema “Relación escuela-familia-comunidad en el medio educativo rural”. La docente Cecilia Rojas de la Escuela Colliguay de Chillán, relevó que en el caso de dicho establecimiento prima un ambiente de respeto y reconocimiento entre estudiantes, sus familias y la propia escuela. “Trabajamos mancomunadamente con los apoderados/as y ellos expresan su agrado con lo que se hace en la escuela. A través de encuestas se busca integrar el parecer de las familias, lo que esperarían de la escuela o lo que deberíamos cambiar, y también vamos dando soluciones a lo que se nos plantea”, manifestó.
En tanto, la profesora Nicole González de la Escuela Tanilvoro de Coihueco, señaló que el trato que se vivencia en dicha comunidad es cercano y familiar. La pandemia ha implicado complejidades y desafíos. “Hay alumnos que no pueden conectarse todos los días a clases porque se les acaba internet. A través de un furgón enviamos materiales de acuerdo a la asignatura, y el apoderado devuelve otro bolso con las actividades que los estudiantes han realizado. Las reuniones con los apoderados también se han dado a través de whatsapp. Hemos generado un Facebook para sumar a los apoderados y estudiantes. Trabajar en una escuela rural implica hacer de todo; un profesor rural debe ser multifuncional, desde hacer clases a dejar el piso brillante para el día siguiente”, ilustró.
El cuarto encuentro tuvo como eje convocante el tema “Procesos de aprendizaje en el medio educativo rural: fortalezas, debilidades y desafíos pedagógicos”. La profesora Daniela Saavedra de la Escuela Básica Vegas de Concha de Ránquil, señaló que la metodología sufrió importantes cambios en el contexto de pandemia. “Salimos adelante realizando llamadas telefónicas diarias a todos los alumnos. Tuvimos que ampliar nuestros planes de llamada, acceder a más gigas de internet. Hacíamos reuniones semanales con los colegas para ver qué estrategias eran más efectivas. Con la priorización curricular logramos centrarnos en algunos objetivos más esenciales. En lo personal fue fundamental acceder a capacitaciones del Mineduc a través de la plataforma Aprendo en Línea”, mencionó.
En la misma sesión, el profesor Víctor Vilches de la Escuela Las Hormigas de El Carmen, se refirió a la realidad de dicha unidad emplazada en la precordillera de la provincia de Diguillín. “Nuestro sello de escuela es la formación valórica, participativa, familiar y compromiso permanente con los aprendizajes de todos los estudiantes. La escuela es parte de la identidad del sector y por eso trabajamos muy de cerca con la posta y la junta de vecinos (…) Actualmente la escuela es unidocente y soy profesor encargado; hay 9 niños/as en todos los niveles. Desempeño una dualidad de funciones porque soy profesor, y también debo llevar la parte administrativa, lo que hace compleja la labor. El Departamento de Educación Municipal cuenta con una Unidad Técnico Pedagógica (UTP) que apoya mucho a las escuelas”, ilustró.
El quinto conversatorio, bajo el título convocante “Efectos de la pandemia en los procesos educativos en medio rural”, permitió conocer las experiencias de profesoras y profesores que se desempeñan en las escuelas Calle Alegre, Las Quilas, Lourdes, Santa Juana, Selva Negra y Santa María de la comuna de San Ignacio. La profesora Susana Martínez, coordinadora del microcentro rural, dio cuenta de la estructura y características principales de dichos establecimientos. Asimismo, también aportaron sus visiones la profesora Karen Cerda, el profesor Fabián Colilef y la psicóloga Carol Lara.