La iniciativa tuvo como propósito difundir el legado de la artista nacida en Chillán, así como posicionar al Museo emplazado en el Campus Fernando May, como una entidad activa en la escena cultural ñublensina.
Por Miguel Lagos V. y Cristian Villa R.
La Universidad del Bío-Bío celebró el natalicio 112 de Marta Colvin, la legendaria escultora que vivió parte de su vida en la casa donde actualmente se emplaza la Escuela de Diseño Gráfico y la Biblioteca de la carrera en el Campus Fernando May.
El rector Dr. Mauricio Cataldo Monsalves expresó que la Universidad es consciente del significado de Marta Colvin para el mundo de la escultura en Chile y el exterior, y por ello honra su memoria a través del Museo y diversas actividades conmemorativas. “La Universidad es preservadora de la cultura y por eso se compromete 100% con Marta Colvin. Sabemos que sus obras están repartidas a nivel mundial. Su legado es extenso y los 112 años de natalicio los estamos conmemorando institucionalmente”, aseveró.
El director de Extensión, Leonardo Seguel Briones, destacó el carácter pionero de Colvin al incorporar la abstracción, más allá de la bimensionalidad. “Eso sin duda requiere de gran talento y es también una osadía, es una impronta revolucionaria de Marta Colvin, como todos los artistas de nuestro país y sobre todo de Ñuble. Sin duda es parte de esa pléyade de grandes de la cultura, de la vida cotidiana, del amor, de la sensibilidad, de la emoción, que también es parte de la existencia, no sólo la razón. Marta Colvin pone esta obra para que sintamos más profundamente la existencia”, ilustró.
Johanna Martin Mardones, autora junto a Eduardo Meissner Grebe del libro “Semiótica en Marta Colvin. Posibles significados en su obra”, resaltó que la obra de la artista es valorada en Chile y en el exterior, dada su rica formación académica en Francia que la hacen transitar desde lo figurativo a lo abstracto. “Es una obra muy potente por los temas que le interesó trabajar como el americanismo, la época precolombina, el tema indigenista. Su obra se arma y se estructura a partir de conceptos que para ella son fundamentales, incorporado dos elementos valóricos que tienen que ver con el amor en todas sus dimensiones y también con la justicia (…) Ella logra armar una cosmovisión que trasciende su obra, la hace universal y la internacionaliza”, aseveró.
En la ocasión se reconoció a Fernando May Colvin, hijo de la escultora, con la entrega del libro “Semiótica en Marta Colvin. Posibles significados de su obra”, dado su valioso aporte a la Universidad. Igualmente, se distinguió al alcalde de Chillán, Sergio Zarzar Andonie, en su calidad de presidente de la Corporación Cultural Municipal de Chillán, entidad de la cual la UBB es socia fundadora.
La encargada del museo, diseñadora gráfica UBB Katherine Henríquez, explicó que la actividad también tuvo como propósito reflexionar sobre cómo la escultura ha estado presente en la humanidad desde la prehistoria, y evidenciar el vínculo de Marta Colvin con grandes cultores de esta tradición. “Es una invitación a dialogar porque el rol de Marta Colvin es importante y hay que traerlo a lo cotidiano. Nosotros estamos rodeados de todo su espíritu; tenemos su imaginario, su musa inspiradora que es la cordillera de los Andes, y ya es momento de hacer vibrar a las nuevas generaciones”, acotó.
En tanto, la encargada de la Unidad de Patrimonio de la Municipalidad de Chillán, Karin Cárdenas, destacó la labor del Museo que busca preservar y mostrar el legado de la artista a las nuevas generaciones. “Este espacio concentra patrimonio en sus obras y también en lo que fue la casa de Marta Colvin. Quizás en un futuro pudiese ser declarado inmueble de conservación (…) Una posible declaratoria contribuiría a poner más en valor este patrimonio para que sea transmitido como herencia cultural”, argumentó.
