El hijo de la escultora fue el invitado de honor en la ceremonia que congregó a distinguidas personalidades del arte y la cultura en el Campus Fernando May.
Ante una selecta lista de invitados, la Dirección de Extensión de la Universidad del Bío-Bío inauguró una nueva sala en el Museo Marta Colvin, que se ubica en el Campus Fernando May, sede Chillán. Es la Sala 1 y en ella se exhiben cinco nuevas esculturas, que se suman a la valiosa y variada Colección de Arte UBB. La familia de la prestigiosa escultora chillaneja decidió entregar esta nueva donación.
El nuevo espacio en el Museo Marta Colvin se caracteriza por relevar obras de la artista en su etapa figurativa, lo que incrementa el valor artístico de este lugar, que es visitado frecuentemente por autoridades ilustres que recorren la universidad, así como también por mediaciones con establecimientos educacionales, turistas y público general.
La Prorrectora Julia Fawaz Yissi compartió su satisfacción por este nuevo logro en este lugar privilegiado de la Universidad del Bío-Bío, que además forma parte de la Red de Museos de Ñuble.
“Creemos que el museo cumple con el propósito de perpetuar la memoria de Marta Colvin, a la vez que permite custodiar, preservar y restaurar sus obras, así como difundir su valioso legado en las actuales y futuras generaciones . Somos testigos de las permanentes visitas que realizan jóvenes de liceos y colegios de la región, y también sabemos de otras estrategias que permiten acercar la escultura y el arte en general a niños y niñas, con una perspectiva lúdica”, señala.
En efecto, Katerin Henríquez Millar es la encargada del Museo Marta Colvin y permanentemente encabeza nuevas tareas que visibilicen este espacio, habilitado en 2011 como una alianza entre la UBB y la familia de la artista. A través de este importante logro, quien es diseñadora gráfica de profesión, compartió su orgullo, pues además corona el trabajo de mucho tiempo.
“Nos encontramos con piezas únicas, que son del primer período de la artista. Pocos lugares de nuestro país y fuera de él, cuentan con esculturas del período figurativo de Colvin, es decir, su paso antes de llegar al lenguaje de la abstracción, que la hizo mundialmente conocida. Tenemos el privilegio de conocer su genialidad acá en nuestro museo”, sostiene.
El encuentro también incluyó en su programa al taller de Danza Contemporánea UBB, que ofreció el estreno oficial de su montaje «Materia Prima», creado y dirigido por la Licenciada en Arte Solange Marchant, coreógrafa y monitora de esta disciplina. Cuatro estudiantes de la UBB componen este elenco y protagonizaron la puesta en escena, completamente inspirada en la conexión de Marta Colvin con la greda, la piedra y la madera.
Web sin límites
También en esta cita fue presentada la nueva página web del Museo Marta Colvin, que combina información de la escultora con un atractivo diseño y el libre acceso a sus colecciones. También presenta un aspecto cercano, especialmente dirigido los más pequeños, que pueden aprender más de la artista, de una forma entretenida.
Según explica Katerin, “es un aporte también a la cultura local y al material pedagógico de los profesores, para poder llevar a Marta Colvin al aula, es decir, acercarla a los más pequeñitos. Es un estímulo para seguir creando más material complementario a la formación de los niños y niñas de nuestra región”.
Este logro fue responsabilidad de Francisco Riquelme, un talentoso estudiante de la Escuela de Diseño Gráfico UBB, y forma parte de su práctica profesional, bajo la orientación del equipo de este recinto, que releva la vida y obra de la escultora chillaneja.
Su hijo
Indiscutiblemente, el invitado de honor en esta actividad fue el único hijo vivo a Marta: Fernando May Colvin, de 97 años. Siempre ha existido una relación cercana y expedita, pero especialmente ahora, contar con él emocionó a los presentes en esta reunión tan significativa.
Si bien él estuvo en primera fila y permanentemente custodiado por los anfitriones de esta ceremonia, luego se dirigió a la biblioteca del recinto, es decir, la que fue la casa de su madre. Los recuerdos se agolparon en su cabeza, especialmente los de la antigua construcción, que se derrumbó en el terremoto de 1939.
Cabe consignar que el actual inmueble terminó de construirse en 1953 y su arquitectura corresponde a la corriente modernista, de las décadas entre 1940 y 1960.
“Ahora está todo tan diferente, pero para mí lo más decidor es el segundo piso, el torreón que había en la casa vieja. Había una escalera y tenía pisos grandes. Eso no era habitable, sino para tomar sol, yo era niño chico. Lo que más me llamó la atención fue toda la construcción que hizo mi padre para poner mesones y manejar allí las gredas y el material que se usaba. Mi mamá era bastante abierta”, recuerda.
Por otra parte, la actriz Faviola Aliaga encarna a Marta Colvin, a partir de recorridos guiados que le han encomendado en el Teatro Municipal y en la Dirección de Turismo Municipal, para visitas al cementerio. También en esta ocasión estuvo caracterizada como la escultora, por lo que el “reencuentro” con su hijo Fernando emocionó especialmente, por el talento y versatilidad que demostró la actriz, inmersa en el personaje.